Diciembre de 2001: once libros que cuentan la crisis de la Argentina

Hoy se cumplen 22 años de la crisis social, política y económica que supuso además, muertes. Ensayos, crónicasy también novelas de ficción explican ese episodio de nuestra historia reciente.

Los cacerolazos, la incertidumbre, el clima político y el descenlace trágico del gobierno de Fernando de la Rúa, siguieron y siguen impactando en nuestras vidas desde distintos ángulos. Difícil no saber nada de aquel momento histórico del país, que este año tuvo incluso una serie -basada en el libro de Miguel Bonasso «El palacio y la calle»- que narró lo que ocurrió en la calle, pero sobre todo, lo que pasaba puertas adentro, entre quienes manejaban el poder.

La crisis del 2001 se abordó desde ensayos, crónicas, análisis, pero esos días aciagos se colaron también en la narrativa de ficción. En esta lista de libros, se puede reconstruir desde distintas miradas, una de las peores crisis económicas, políticas y sociales que el país haya visto con la renuncia de un presidente de manera anticipada, la muerte de decenas de argentinos por represión policial, una sociedad a la que le arrebataron sus ahorros y la excepcionalidad histórica de cinco presidentes en una semana.


1.- La intemperie, de Gabriela Massuh



Publicada originalmente en 2008 y considerada una novela de culto, “La intemperie”, de la editora y escritora Gabriela Massuh (Tucumán, 1951), está estructurada como un diario íntimo iniciado el 31 de diciembre de 2002, cuando se cumplía un año de la crisis que tuvo al pueblo en la calle exigiendo por sus derechos, y la protagonista daba inicio a un duelo por Diana, su pareja hasta hace un tiempo. La narradora está en Buenos Aires, recibe la llamada de su ex desde Berlín y comienza a moverse en un territorio en el que “cualquier movimiento subraya nuevos ángulos de la ausencia” y en el que la crisis personal se encuentra con la social en la fragilidad. “Me sacaba de quicio en ese momento la pérdida del país, y la pérdida de la persona querida. Por quien yo era y por la incidencia que hay en esa novela de la realidad, lo único que me propuse hacer fue una novela honesta”, contaba Massuh a Página/12 en una entrevista a propósito de la salida de la novela que publicó en 2008 Interzona y reeditó más tarde Adriana Hidalgo.


El recurso del diario parece marcar el registro de un tiempo presente, sin embargo los recuerdos, los tiempos compartidos y revisados en el duelo personal abundan en lo que se convierte en la bitácora de un duelo. Es el colapso social que respira esa protagonista el que ubica a la historia en ese presente, a un año del estallido.
Allí están -como marca I. Acevedo en la contratapa de la edición de Adriana Hidalgo- “los cartoneros, un portero, una jefa de familia que lo ha perdido todo, los obreros de las fábricas recuperadas son personas a las que se interroga con la misma intensidad que al pasado”.


2. “El grito”, de Florencia Abbate



La primera novela de Abbate estuvo a cargo de Emecé en 2004 y la segunda, en 2016, fue una tarea de Eduvim (Editorial Universitaria de Villa María).
Escritora e investigadora, Abbate (Buenos Aires, 1976) optó por cuatro narradores para contar ese grito que une las cuatro historias, tituladas “Warhol”, “Luxemburgo”, “Marat-Sade” y “Nietzsche”, a través de las que se pueden reconocer pliegues de subjetividades de representantes de distintas generaciones constituidas en voces de una familia y una sociedad que dejan de amparar.
Es verdad que hay un hilo que las une y permite verlas como partes de un mismo mosaico pero también pueden leerse como cuatro relatos largos por separado y cada uno condensa una posibilidad de atravesar un caos sin soluciones mágicas, sin reparos inmediatos pero con la mirada de otro que parece acompañar el intento de reparar el dolor.


Situados entre diciembre de 2001 y enero de 2002, los relatos proyectan desconcierto: “Hacia el atardecer el país parecía haber colapsado y yo también. Reinaba un desconcierto general, y lo mismo me pasaba. Sentía que se evaporaban los últimos restos de lo que yo era. Sin Oscar y sus atrocidades que tanto tiempo me dediqué a soportar, me perdía y quedaba vacío, ajeno a mí mismo, sin referentes. Y mientras una sensación de anomia y extrañamiento se apoderaba de mi agotado cuerpo, veía en la pantalla aquel helicóptero en el cual el Presidente abandonaba la Casa Rosada para ya no volver”.


3.- “El año del desierto”, de Pedro Mairal



La disolución de los pactos sociales provocada por las situaciones de pánico colectivo y una reflexión sobre la dinámica “sucesiva” del tiempo es uno de los ejes de “El año del desierto”, la segunda novela de Pedro Mairal, quien con su primera obra “Una noche con Sabrina Love” había ganado el Premio Clarín y había llegado al cine de la mano de Alejandro Agresti.
“El libro empieza con un episodio parecido a la crisis de diciembre de 2001, pero que se va desplazando hasta volverse irreconocible. A partir de ahí, todo el tiempo se repite toda la historia argentina para atrás”
Alejándose del tono, el registro y la estructura de esa novela con la que se hizo conocido, el escritor publica en 2005 una ficción cuyo punto de partida es un clima similar a los episodios de diciembre de 2001 pero muta a un registro fantástico con el que se anima a revisar 500 años de historia argentina en forma retrospectiva, desde la actualidad hasta 1492. En “El año del desierto” no parece haber resquicio para el optimismo y en una entrevista con Télam por la salida del libro, Mairal (Buenos Aires, 1970) hablaba de un desamparo llevado a un extremo, “como si la intemperie fuera humana antes que física o geográfica”.

El libro fue editado recientemente por Libros del Asteroide.


“El libro empieza con un episodio parecido a la crisis de diciembre de 2001, pero que se va desplazando hasta volverse irreconocible. A partir de ahí, todo el tiempo se repite toda la historia argentina para atrás, mientras la protagonista no se da cuenta, o por lo menos no lo explicita”, relataba.
“Tengo ideas que me cuesta mucho trabajar y otras que me llegan así de golpe y me fulminan, como es el caso del surgimiento de esta novela. Tenía la imagen de una torre espejada reflejada sobre un pastizal. Paralelamente, cerca de 2001 me ofrecieron irme a vivir al exterior y me di cuenta de que no quería irme: tenía la sensación de que si me iba a vivir a otro país, Buenos Aires iba a dejar de existir, de alguna manera”, explicaba.
“Por otra parte, entre 2001 y 2002 hubo una sensación generalizada de caída estrepitosa. En los tiempos donde tuvimos cinco presidentes en una semana, recuerdo que en el trabajo se colgó la computadora y alguien dijo “¡Se colgó para siempre!”. En el libro yo exagero esa paranoia y la llevo al extremo: instalo la velocidad de esos días y redoblo la apuesta”, destacaba sobre la coyuntura con la que alimentó ese universo ficcional.
“Yo, que unos meses atrás atendía teléfonos en una oficina con piso de moquette, que traducía cartas al inglés vestida con mi tailleur azul y mis sandalias, ahora hundía las manos en la sangre caliente, separaba vísceras, abría al medio los animales, despellejaba, buscaba coyunturas con el filo”, dice el personaje principal María Valdés Neylan, quien después de ser despedida de su trabajo en una compañía de inversión, deambula por Buenos Aires, una ciudad que Mairal logra replantear abordándola desde su fundación.
Esa protagonista construida por Mairal termina trabajando como prostituta, comete un crimen y emprende un escape de una ciudad que cada vez se reduce más, saltando del vacío de la “civilización” hacia la “barbarie”, un movimiento que va del 2001 a 1492.


4.-Las viudas de los jueves de Claudia Piñeiro



En 2005, Piñeiro ganó el Premio Clarín de Novela con esta novela que se publicó después por Alfaguara, metiéndose en el hermetismo de un country, Altos de la Cascada, para mostrar la máscara de la “vida perfecta”. Mientras tanto, el país se desmorona. Las historias íntimas, personales, pequeñas, se mezcla con el clima 2001 dando un pantallazo de cómo se pensaba y sentía en aquellos años abarrotados de exitismo, por un lado, y miseria, por otro.


La novela empieza con una cita de Tennessee Williams: “La época en que transcurre la acción es el lejano período en que la enorme clase media de los Estados Unidos se matriculaba en una escuela para ciegos”. Efectivamente, la novela reconstruye ciertas tensiones —que aún persisten— entre los que viven con los ojos cerrados y en los que están hartos de mirar tanto. Marcelo Piñeyro la llevó al cine y alcanzó la masividad.


5.- “La mala fe”, de Romina Doval



La escritora argentina aborda la historia de dos amigas que se sumergen en la aventura de compartir un departamento con lo justo para sobrevivir, e inician un camino marcado por experiencias peligrosas, cuando en la Argentina sobreviene la crisis del 2001. Victoria y Paulina se conocen de pequeñas: asistieron durante la primaria y secundaria a colegios católicos, donde se sublevaron ante la rigidez de las monjas y llegaron a adultas sin un proyecto de vida definido, ni un trabajo que les permitiera sostener la decisión de vivir solas.
En ese intento de independizarse de sus padres, transitan situaciones de riesgo.

Alternan con personajes marginales; una de ellas roba en supermercados e incursiona en experiencias de prostitución para obtener dinero, en una decisión que -según la autora- es primero “un modo de rebeldía y luego una atracción hacia el abismo”.


El libro, editado por Bajo la Luna, está dividido en tres partes en las que se cuentan las distintas etapas de vida de las protagonistas yendo del presente al pasado, con la voz narradora de Victoria, en primera persona, y otra voz, en tercera. La obra finaliza con un epílogo, ubicado en 2007, que da cuenta del destino de las dos amigas.
Doval es licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires y publicó el libro de cuentos “Signo de los tiempos” y la novela “Desencanto”.


6.- “2001. La Rebelión Inconclusa”


Editada por Grupo Editorial Sur/Comunicación reúne artículos de Conrado Yasenza, Eduardo Rinesi, Daniel Feierstein, Diego Sztulwark, Estela Grassi, Ricardo Rouvier, Jorge Giles, Hugo Muleiro, Angelina Uzín Olleros, Hugo Presman, Carlos Raimundi, Daniel Rosso, Claudio Véliz, Vicente Zito Lema, Raul Zaffaroni, Hernán Brienza, Ricardo Aronskind, Fernando Fabris, Ricardo Ragendorfer, Luis Bruschtein, Vicente Armando Muleiro, Ruben Dri y Fernando A. Fabris.

En uno de esos textos, Conrado Yasenza, director de la revista La Tecl@ Eñe y uno de los impulsores de la publicación, escribe: “La pueblada de diciembre de 2001 rompió los límites de la representación política negando lo político sin alternativa alguna, hecho que quedó plasmado en la consigna de esos días: ´Que se vayan todos´. Un fraseo capaz de expresar intereses y deseos llevados a la acción, que al quedar en la encerrona de una dialéctica trunca condujo a la disolución de ese acontecimiento, como quedó revelado en la extinción de formas asamblearias de gobierno que se desarrollaron al menos por dos años. El sentido fuerte de realidad de aquel 2001 se redujo a una primera y única negación de ese perverso sistema de relaciones económicas, sociales y culturales que el neoliberalismo impuso”.

“De aquel 2001 reverbera en este 2021 esa alarma encendida en torno al resquebrajamiento entre la comunidad y sus representantes políticos, clima de despolitización que parece ser capitalizado por la irrupción de las derechas fascistas que ponen en riesgo nuestro pacto civilizatorio”, escribe el periodista y docente de la Universidad Nacional de Avellaneda en el libro .


7.-“La historia no contada de la gran crisis. Cómo acordar un camino para el desarrollo”, de José Ignacio De Mendiguren


El ex presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), José Ignacio De Mendiguren, publicó este libro cuando se cumplieron 20 años de la crisis de diciembre de 2001. El empresario textil narra sus vivencias como dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) a fines de los 90, la creación del Grupo Productivo en alianza con Confederaciones Rurales Argentinas y la Cámara de la Construcción, y su posterior paso como ministro de Producción durante el gobierno de Eduardo Duhalde, en 2002.

“No es un libro de historia, si no que trata sobre los problemas que Argentina tiene para enfrentar sus crisis recurrentes. Que podamos aprender de los errores para no volver a cometerlos, esa quiero que sea mi contribución”, aseguró De Mendiguren.


8.- La comuna de Buenos Aires, de María Moreno


La Comuna de Buenos Aires (Capital Intelectual) es una serie de crónicas que registran voces, tumultos y reclamos de la crisis de 2001. Las casi 500 páginas del libro reúnen crónicas, entrevistas y reflexiones realizadas en los meses que siguieron a la crisis de diciembre de 2001. Se publicó por Literatura Random House en el año 2011. “Entre el pathos terminal y el ave fénix: ¿multitud?, ¿pueblo?, ¿turba?, ¿muta?, ¿masa? Nuevos sujetos a sujetar: piqueteros, caceroleros, ahorristas, cartoneros”, escribe la autora.
«Somos muchos los que consideramos a María Moreno la mejor cronista argentina de todos los tiempos y una de las voces documentales más lúcidas de la lengua, entre otras hipérboles razonables”, escribió Jorge Carrión en The New York Times. Por su parte, Violeta Gorodischer dijo en Radar Libros que lo que hizo Moreno “no fue solo registrar las voces ajenas sino escucharlas, transcribirlas, y comenzar a preguntarse por un afuera que, desde ese momento, se volvió interpelante”.


9.- La noche de la Usina, de Eduardo Sacheri


Publicada por Alfaguara en 2016, «La noche de la Usina» se centra en un pueblo perdido de la provincia de Buenos Aires donde muchas cosas están a punto de extinguirse. El pueblo es O´ Connor y el protagonista se llama Perlassi, un ex jugador de fútbol que en sus años de gloria decidió volver al pueblo y comprarse la estación de servicio de la ruta principal. Pero llega la crisis y un grupo de vecinos, con Perlassi a la cabeza, decide juntar sus pocos dólares ahorrados para organizarse en una cooperativa. Pero, losabemos, los ahorros de esos días se pierden.

Muchos han calificado esta novela de Eduardo Sacheri como la merecida revancha de los perdedores. Y el libro llegó al cine como «La Odisea de los Giles».


10.- "Todos los demonios están aquí”, de Marcelo Figueras.


Como una criatura de su tiempo, inevitablemente un manojo de contradicciones “como lo fuimos todos durante los 90”, un buen hombre que no puede evitar ser frívolo, un buen médico que no puede dejar de pensar en la guita que debe, un padre amoroso “que no tiene la más puta idea respecto de cómo ser buen padre”, define el escritor Marcelo Figueras a Tomás Pons, el protagonista de su novela al que caracteriza también como “un tipo que necesita, imperiosamente, despertarse de la pesadilla que supuso el siglo XX”.


La novela publicada por Alfaguara transcurre durante la crisis argentina del 2001. Figueras sostiene que el género de ficción más adecuado para contar la historia argentina de los últimos 50 años es el terror y se pregunta: “¿Qué otro envase narrativo puede transmitir mejor lo que significaron los años de la dictadura, convivir con los fantasmas de los desaparecidos, el trauma de las hiperinflaciones, la fiesta artificial del uno a uno y la desintegración del país que casi nos llevó puestos en el 2001?”, dice.


La trama se centra en el psiquiatra Tomás Pons, que trabaja en el Hospital Alvear. Al clima social de la ciudad de Buenos Aires se le mezclan sus conflictos personales: se separa de la madre de su único hijo. Los problemas económicos aumentan y, en ese momento, recibe una oferta que no puede rechazar: un puesto jerárquico en una ignota clínica en una isla del Delta de Tigre. Comienza a trabajar en la casona antigua donde funciona la clínica rodeada de la naturaleza lugareña. Los internados recorren el jardín tranquilamente. Sin embargo gradualmente el protagonista empieza a divisar situaciones extrañas que se resuelven de manera muy violenta, desdibujando las fronteras entre lo real y lo fantástico.


Nacido en en Buenos Aires en 1962, el escritor trabajó en el diario Clarín y la Revista Humor. Es autor de “Kamtchatka”, “El muchacho peronista”, “El negro corazón del crimen”.


11.- "El palacio y la calle", de Miguel Bonasso


Este año, Sudamericana reeditó una versión ampliada y revisada del libro del periodista, escritor y político argentino Miguel Bonasso que fue la base de la serie «Diciembre 2001» que se emitió por Star +, también este año. “La reedición de esa crónica que viví y escribí con pasión a pocos meses de lo que llegó a proclamarse como ‘el argentinazo’ torna ineludible su publicación a veinte años de distancia, aunque más no sea para contradecir la tesis facilista de ‘las dos crisis’ que oculta la idea más abarcadora de un proceso cruel y decadente que sepulta a millones de argentinos en la miseria y el hambre”, escribió este año Bonasso.


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