Murió el gran artista plástico y docente Julio Ojeda

Nacido en Córdoba, se radicó en Roca en 1985. En su obra destacan pinturas, esculturas, grabados, ilustraciones y otras expresiones artísticas como escenografías y vestuario para espectáculos regionales. Se desempeñaba como profesor en el IUPA.

Un profundo impacto causó en la comunidad artística de Roca el fallecimiento Julio Ojeda, destacado artista visual y docente radicado en esta ciudad y con una importante trayectoria a nivel nacional e internacional.

“Con mucha tristeza, lamentamos informar el fallecimiento de Julio Ojeda, artista y docente, uno de los primeros profesores de nuestro Departamento de Artes Visuales. Julio fue un prolífico dibujante, un artista destacado de nuestra ciudad. Toda nuestra comunidad acompaña a sus familiares y amistades en este momento”, señaló el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), donde Ojeda era docente, en un breve comunicado.

Julio Ojeda nació en la ciudad de Córdoba, en 1951. Cursó estudios en la Escuela Provincial de Bellas Artes «Dr. Figueroa Alcorta» y en la Escuela de Arte de la Universidad Nacional de Córdoba. Se formó en pintura y dibujo con Raúl Pecker, escultura y grabado con Carlos Peiteado y Ricardo Musso, grabado con Alberto Nicasio, Cesar Miranda, Hugo Bastos y Pompeyo Audivert, entre otros.

A partir de 1985 se radicó en Río Negro y participó del grupo de profesores que fundó la Escuela Superior de Artes Plásticas del Instituto Nacional Superior de Artes. Asumió la Dirección de la Casa de Altos Estudios, hasta 1993. Se desempeñó como profesor en las cátedras de Dibujo y Fundamentos Visuales en dicha Institución como así también en la Escuela Superior de Bellas Artes de Neuquén.

Participó como jurado de concursos artísticos y docentes, destacándose el VIII Salón Premio Ciudad de Córdoba y el XXVI Salón Nacional de Dibujo y Grabado.

Ojeda durante la reciente muestra en el museo Juan Sánchez, de Roca, en junio pasado.

Del 2 al 25 de junio de este año, Ojeda realizó la muestra “Travesía” en en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Sánchez, donde mostró un repaso de sus 50 años de trayectoria artística, reuniendo más de cien obras, entre las que se incluyeron pinturas, dibujos, grabados y esculturas.

En una entrevista con «Río Negro, en 2017, Ojeda señalaba sobre su modo de crear. «Como cuando uno es chico y siente la necesidad de mirar mucho eso que quiere tener, yo como artista necesito mirar mucho eso que pretendo trabajar, esa imagen, esa persona. Siento una necesidad de apropiarme de las cosas por la imagen”. De esa apropiación (¿o acaso se trate de una aprehensión?) de la imagen mirada con intensidad, la memoria hará lo suyo, señalaba la nota.

Ilustró numerosos textos de autores argentinos y latinoamericanos. Diseñó escenografías, y vestuarios para teatro y ballet. Realizó títeres para elencos regionales, entre otras actividades.

Desde 1969, mantuvo una labor ininterrumpida, participando en más de 200 exposiciones colectivas y 36 individuales en el ámbito nacional e internacional.

Julio Ojeda y su obra (foto de Viviana Portnoy)

En 2009, la legislatura de Río Negro declaró de «interés cultural, educativo y cultural» la labor artística de Ojeda. En los considerandos, se destacan algunas de sus cualidades y principales características de su obra.

«Podemos observar que en las exposiciones de sus muestras retrospectivas, si bien se nutren de imágenes universales, reflejan el sentimiento del hombre de estas latitudes. Entre ellas, se puede observar a Picasso contemplando a la modelo, a Giacometti calculando una proporción, pero invariablemente es éste artista, quien reflexiona, sobre el quehacer artístico y su relación con el mundo contemporáneo», señala el reconocimiento.

«Ojeda se vale del dibujo tonal y del dibujo de línea para lograr diferentes planos de interpretación. Se percibe una fuerte presencia del Romanticismo en cada una de las obras. Sus criaturas, el clima que añoran, la sugerencia de los cuerpos desnudos, cada uno de los personajes parece representar una historia segmentada«, agrega el documento.

Julio Ojeda retratado por el también fallecido fotógrafo Adrián Álvarez.

«Este artista sabe crear una atmósfera pictórica alimentada de soledad. Es un veterano conocedor de
las técnicas, su fidelidad al oficio le permitió descubrir todos los secretos, pudiendo alcanzar, actualmente, el reconocimiento tanto por el valor artístico de sus obras como por su destacada actuación pedagógica.

En otras obras, se puede ver descripto cómo el surrealismo parece dejar sus huellas: algunas imágenes se nutren de elementos incongruentes que acentúan el desconcierto» señala el texto.

Ojeda intervino a lo largo de su extensa carrera en importantes muestras y certámenes en el país y el extranjero como el Premio Internacional Joan Miró, en Barcelona, España; la Bienal Internacional de Grabado, en Cracovia, Polonia; la Bienal Internacional de La Habana, Cuba; la Trienal Majdanek, en Lublin, Polonia; la Bienal Trace de Grabado Contemporáneo, en París, Francia; y Estampas Argentinas 2000, en Huelva, España.

Expuso individualmente en Barcelona en las Galerías Signes (2002), en Sala d´ exposiciones de L´estación Castelldefels (2003) y en Blancvpain Polo Classic, 35 Torneo Internacional Real Club de Polo de Barcelona (2003). Grabadores argentinos de Arte Contemporáneo de Cuenca, España, (2003). Dibujos y Esculturas, Museo Municipal de Bellas Artes de General Roca, Río Negro (2003). Exposición individual en el Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Caraffa” (2018).

Parte de la muestra en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Sánchez de Roca.



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