Estafas telefónicas: piden a los bancos que extremen las medidas de seguridad

La Defensoría del Pueblo emitió una resolución en la que considera que las entidades deben proteger a la parte más débil que es el cliente que sufre la maniobra delictiva.

La defensoría de Neuquén solicitó a través de la resolución 316/2019 que las entidades bancarias se hagan cargo de las estafas telefónicas realizadas a sus clientes. A partir del aumento de denuncias en la Dirección Provincial de Defensa del Consumidor, Ricardo Riva, el defensor del pueblo, solicitó aplicar la ley de defensa del consumidor para proteger a los clientes.

El modus operandi de las estafas telefónicas es el ofrecimiento de un préstamo de dinero o sobre la adjudicación de un premio. El estafador suele conocer el nombre, apellido e incluso el número de DNI de la persona a la que llama, pero debe acceder al número de la tarjeta y los códigos de seguridad. Ante la cantidad de datos certeros que tiene, del otro lado del teléfono, la persona confía y le da el número.

A partir de que se revela esta información, la estafa se consuma con el acceso al usuario bancario y se compran objetos se pide préstamos de dinero. Las personas afectadas por la estafa concurren al banco para desconocer la compra o el préstamo pero desde la entidad bancaria les argumentan que deben cumplir con la operación realizada.

La resolución 316/2019, presentada el 12 de noviembre le exige a los bancos que se hagan responsables por los daños y perjuicios ocasionados a sus clientes. Además le pide extremar las medidas de seguridad en todas las plataformas de acceso remoto a las cuentas bancarias de sus clientes, para que se garantice que la persona que opere sea la titular.

La resolución considera que las entidades bancarias son responsables por no adoptar las medidas de seguridad necesarias para evitar estos ilícitos. Ricardo Riva, el defensor del pueblo, realizó la solicitud en la que explica que se debe aplicar la ley de defensa del consumidor al considerar que en las relaciones entre los bancos y los usuarios, se debe proteger a la parte más débil de la relación.

“La parte más débil de la relación, es el usuario que utiliza este tipo de servicios cuyas formas de acceso las provee el banco, por ende corresponde su protección a través de la LDC por tratarse de una típica relación de consumo”, detalla la resolución.

Indica que el aumento de los hechos denunciados sugiere una alta vulnerabilidad y que las entidades bancarias no pueden eximirse de la responsabilidad.

La llegada de la tecnología cambió nuestras costumbres y en la actualidad no es necesario ir a la ventanilla del banco para realizar trámites. Hoy se ejecutan a través del home banking, cajeros automáticos y líneas telefónicas. Además los bancos también realizan ofrecimientos de préstamos a través de llamados telefónicos, lo que dificulta el reconocimiento de la veracidad de la llamada.

“Los estafadores contaban con datos personales del cliente, que por su condición financiera pudiera acceder a un préstamo directo, su número telefónico, los datos de las cuenta bancaria, sólo restaba conseguir la clave numérica de tan sólo 4 dígitos”, indica la resolución.

La complejización de los métodos bancarios afecta principalmente a los adultos mayores, que muchas veces otorgan los números de sus tarjetas al confiar en la cantidad de información real que poseen.

Asimismo exige al banco «extremar las medidas se seguridad del sistema, evitando la vulnerabilidad del mismo, garantizando que quien lo opera es el titular de la cuenta bancaria a la que accede, caso contrario debe responsabilizarse por esa omisión, y reparar los daños ocasionados”.

El aumento de los controles de las claves de seguridad para acceder a las cuentas bancarias generará que sea más complejo realizar estas estafas telefónicas.


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