La planta arbustiva que perfuma toda la casa y florece incluso con poco sol
Resiste la media sombra, llena el aire de aroma dulce y alegra los ambientes con sus flores blancas.
El jazmín del Cabo (Gardenia jasminoides) es un clásico de patios, balcones y galerías. Originario de Asia, se ganó un lugar en los hogares por su fragancia intensa y elegante, similar al perfume del jazmín común, pero con un toque más dulce y persistente. Sus flores blancas, de textura aterciopelada, pueden aparecer varias veces al año si recibe los cuidados adecuados.
Aunque muchos piensan que necesita sol pleno, en realidad prefiere la media sombra. Crece mejor en espacios con buena luz indirecta, como galerías techadas, patios luminosos o interiores cercanos a una ventana orientada al este o norte.
Dónde ubicarlo y cómo cuidarlo

El secreto del éxito con esta planta está en su ubicación. El jazmín del Cabo no tolera el sol directo fuerte ni el frío intenso, por lo que se adapta muy bien al clima templado del norte patagónico y del Alto Valle.
- Luz: media sombra o sol suave de mañana.
- Temperatura: ideal entre 15 °C y 25 °C. En invierno conviene resguardarlo del viento o heladas.
- Riego: mantener el sustrato húmedo, sin encharcar. Prefiere el agua sin cal.
- Suelo: ácido y bien drenado. Un truco de viveristas es mezclar tierra negra, turba y perlita.
Cómo estimular la floración
Cuando el jazmín del Cabo se siente cómodo, florece varias veces al año, especialmente en primavera y fines del verano. Para estimularlo, es clave mantener una rutina de abonado con fertilizantes para plantas acidófilas, cada 15 días en temporada cálida.
Otro tip útil: pulverizar las hojas con agua a temperatura ambiente ayuda a mantener la humedad que necesita sin mojar las flores, que son delicadas.
Ideal para macetas o jardines pequeños
Gracias a su crecimiento moderado (alcanza entre 60 cm y 1 m), es perfecto para tener en maceta. En patios o terrazas, puede combinarse con otras especies de sombra como hortensias o helechos.
Además, su perfume natural hace innecesario el uso de aromatizadores artificiales. Un solo jazmín del Cabo bien ubicado puede perfumar toda la casa al atardecer, aportando frescura y una sensación de bienestar.
Trucos de expertos
- Evitá moverlo con frecuencia: le cuesta adaptarse a los cambios de lugar.
- Si las hojas se ponen amarillas, puede ser falta de hierro: aplicá quelato en el agua de riego.
- Cuando termina la floración, podalo suavemente para mantener su forma redondeada.
El jazmín del Cabo es una de esas plantas que enamoran por su belleza, perfume y nobleza. No necesita pleno sol, se adapta bien al interior y recompensa con una fragancia incomparable. Tenerlo cerca es traer un pedacito de jardín perfumado a la vida cotidiana.
El jazmín del Cabo (Gardenia jasminoides) es un clásico de patios, balcones y galerías. Originario de Asia, se ganó un lugar en los hogares por su fragancia intensa y elegante, similar al perfume del jazmín común, pero con un toque más dulce y persistente. Sus flores blancas, de textura aterciopelada, pueden aparecer varias veces al año si recibe los cuidados adecuados.
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