Los ejercicios que tenés que hacer antes de arrancar el día si ya pasaste los 40

Unos minutos de movimiento a la mañana pueden marcar la diferencia: activás el cuerpo, mejorás la circulación y empezás con más energía.

Después de los 40, moverse es más importante que nunca. No hace falta hacer rutinas intensas ni anotarse en un gimnasio: con ejercicios simples y consistentes podés mejorar tu fuerza, equilibrio y energía en casa.


¿Por qué es clave moverse después de los 40?


A partir de esta edad, el cuerpo empieza a perder masa muscular y densidad ósea de manera natural. Además, se vuelve más común sentir rigidez, fatiga o dolores articulares si llevamos una vida sedentaria.

La buena noticia es que con pocos minutos diarios de ejercicio podés:

  • Prevenir lesiones y mejorar la postura
  • Activar el metabolismo y controlar el peso
  • Fortalecer huesos, músculos y articulaciones
  • Mejorar el ánimo, el sueño y la energía diaria

Tres ejercicios que podés hacer hoy mismo


1. Sentadillas asistidas
Parate frente a una silla y bajá como si fueras a sentarte, sin llegar a apoyar del todo. Volvé a subir lentamente.
Beneficios: fortalece piernas y glúteos, mejora el equilibrio.

2. Flexiones de brazos contra la pared
Apoyá las manos en la pared, a la altura de los hombros. Llevá el pecho hacia adelante y volvé.
Beneficios: activa el tren superior sin sobrecargar articulaciones.

3. Caminatas suaves o en el lugar
Si hace frío o no podés salir, caminá en el lugar levantando las rodillas.
Beneficios: mejora la circulación, aumenta la energía y ayuda al corazón.


Consejos para mantener la constancia


  • Empezá con 10 minutos diarios e incrementá gradualmente.
  • Elegí un horario fijo para crear el hábito.
  • Escuchá tu cuerpo: no se trata de forzar, sino de activar.
  • Combiná con buena hidratación y pausas activas durante el día.

Movimiento sin presión: clave para el bienestar


El objetivo no es el rendimiento físico, sino vivir mejor: con más flexibilidad, menos dolor y mayor autonomía. La actividad regular después de los 40 mejora la calidad de vida y previene enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes.


No hace falta ser atleta para sentirse bien. Con ejercicios suaves y regulares, podés fortalecer tu cuerpo y disfrutar del día a día con más vitalidad.