Qué pasa en el cuerpo si dejás el azúcar por 30 días

Eliminar el azúcar agregado de la dieta durante un mes puede generar cambios sorprendentes: desde más energía y mejor sueño hasta una piel más luminosa. Esto es lo que dice la ciencia.

El azúcar forma parte de la mayoría de los productos que consumimos a diario: galletitas, gaseosas, jugos, postres, panes y hasta alimentos que parecen “salados”, como las salsas industriales. Por eso, dejar de consumirla puede ser todo un desafío. Sin embargo, los beneficios de reducirla o eliminarla por completo se empiezan a notar mucho antes de lo que imaginamos.

Durante los primeros días es habitual sentir ansias intensas por lo dulce e incluso dolores de cabeza o cansancio. Es una especie de “síndrome de abstinencia”, porque el cerebro está acostumbrado a recibir descargas rápidas de glucosa. Pasada esta etapa, el cuerpo empieza a regular mejor los niveles de energía y se reducen los altibajos típicos que provoca el azúcar.

Segunda semana: mejora la digestión


Al no sobrecargar al organismo con azúcares refinados, se facilita la digestión y desaparecen la hinchazón y los gases en muchas personas. Además, los intestinos empiezan a trabajar de manera más estable gracias al aumento del consumo de fibras y alimentos naturales que suelen reemplazar los ultraprocesados.

Tercera semana: más claridad mental y mejor ánimo


Cuando los niveles de glucosa en sangre se estabilizan, desaparece esa sensación de “bajón” que da hambre repentina. En este punto, muchos notan una mejora en la concentración, la memoria y el estado de ánimo. También se reduce la irritabilidad, que muchas veces está vinculada al consumo excesivo de azúcar.

Cuarta semana: cambios visibles en el cuerpo


Después de 30 días, los efectos son claros:

  • Piel más luminosa, con menos brotes de acné.
  • Mejor descanso nocturno, gracias a la regulación hormonal.
  • Menor inflamación, lo que se traduce en articulaciones más livianas.
  • Pérdida de peso en quienes reemplazan el azúcar por frutas y comidas frescas.

Los beneficios a largo plazo


Si se mantiene en el tiempo, reducir drásticamente el azúcar ayuda a disminuir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y problemas hepáticos. Además, fortalece el sistema inmune y mejora la salud dental.


Consejos para lograrlo sin frustrarse


  • Reemplazá las gaseosas y jugos industriales por agua con rodajas de limón o hierbas frescas.
  • Elegí frutas enteras en lugar de postres ultraprocesados.
  • Leé las etiquetas: muchos alimentos tienen azúcares ocultos bajo nombres como jarabe de maíz, maltosa o dextrosa.
  • Permitite de vez en cuando un gusto, para no sentir la prohibición como un castigo.

Un dato clave: después de un mes sin azúcar, la mayoría de las personas asegura que ya no siente tanta necesidad de lo dulce y disfruta más del sabor natural de los alimentos.


El azúcar forma parte de la mayoría de los productos que consumimos a diario: galletitas, gaseosas, jugos, postres, panes y hasta alimentos que parecen “salados”, como las salsas industriales. Por eso, dejar de consumirla puede ser todo un desafío. Sin embargo, los beneficios de reducirla o eliminarla por completo se empiezan a notar mucho antes de lo que imaginamos.

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