Faltaban 5.000 millones para aprobar el rescate de Grecia
Pero se requerían más fondos y surgían dudas.
El titular del Eurogrupo, Juncker, junto al primer ministro griego Lucas Papademos.
La Eurozona afinó ayer un acuerdo para desbloquear el millonario rescate que evite la quiebra de Grecia, pero batallaba para encontrar una fórmula que permita reducir la colosal deuda griega hasta un nivel sostenible.
“Tenemos todos los elementos para alcanzar un acuerdo”, dijo el ministro de Finanzas francés Francois Baroin. “Ya tenemos un 90% del paquete cerrado”, señaló su homólogo español, Luis de Guindos.
La mayoría de ministros de Finanzas de la Eurozona expresaron su optimismo de que alcanzarán durante la reunión del domingo en Bruselas un acuerdo para dar luz verde al desembolso de 130.000 millones de euros a Grecia.
De no recibir esa ayuda, Atenas declarará una suspensión de pagos el 20 de marzo, cuando afronta su próximo vencimiento de deuda por 14.500 millones de euros.
Pero un informe reveló que Grecia necesita ahora otros 5.000 millones de ayuda. Y el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, advirtió ayer que la Eurozona no prevé desembolsar ni un euro más.
Nadie sabe de dónde sacar ese dinero, dijo una fuente europea.
Las negociaciones son muy difíciles, añadió. La idea, entonces, es que tanto los acreedores públicos como los privados de Grecia colaboren en el rescate.
El Eurogrupo pretende reducir la colosal deuda griega de actualmente un 160% de su PIB (350.000 millones de euros) a un 120% de su PIB en 2020, que considera sostenible.
Para lograrlo, Grecia negociaba con sus acreedores privados (bancos y fondos de inversiones) con el objetivo de que asuman una quita superior a la que habían aceptado, indicaron fuentes diplomáticas.
Los acreedores privados se comprometieron en octubre condonar el 50% del valor nominal de la deuda griega.
Otra propuesta es que los acreedores públicos, los bancos centrales de los países de la Eurozona, acepten borrar parte de la deuda asumiendo pérdidas en los bonos griegos que tengan en su cartera.
A su vez, los ministros negocian para lograr que el conjunto de la Eurozona acuerde rebajar el tipo de interés sobre un primer préstamo de 110.000 millones de euros concedido a Atenas en 2010.
Y aún queda por definir hasta que punto participará el FMI.
Hasta ahora la institución, con sede en Washington, se había hecho cargo de un tercio de la carga de los programas de ayuda a los países de la Eurozona, pero en este plan de rescate a Grecia podría disminuir su contribución hasta sólo 13.000 millones.
A cambio de la ayuda, los países de la Eurozona buscaban incrementar los sistemas de vigilancia con el objetivo de tener todas las garantías de que que la ayuda a Grecia esta vez no será en vano.
Hay que resolver cómo “deberemos hacer para controlar que Grecia cumpla con las exigencias de este programa”, indicó la ministra austríaca Maria Fekter.
La Eurozona debate una iniciativa de depositar los fondos en una cuenta bloqueada para asegurarse que se destinarán prioritariamente al pago de la deuda.
Holanda ya manifestó su voluntad de enviar a Atenas “de forma permanente” de una misión compuesta por los acreedores públicos de Grecia, la Unión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). (AFP)
Comentarios