Fiesta del surf para celebrar el año olímpico

Cuatro generaciones de surfistas (de 15 a 73 años) se juntaron en Mar del Plata para una jornada de celebración, con dos torneos "retro" para honrar la tradición y festejaron el debut de la disciplina en Tokio.

Los mejores surfistas del país, de épocas pasadas y de la actualidad, se reunieron el fin de semana del 12 enero en Mar del Plata para celebrar el debut del Surf como disciplina olímpica en Tokio 2020, y participaron de dos torneos «retro».

La jornada empezó con la quinta edición del Quiksilver 70s, una competencia vintage única en el mundo que reúne a cuatro generaciones de surfistas (de 15 a 73 años), se desarrolla por equipos (cuatro, de seis miembros cada uno) y, quizá lo más interesante, se disputa con cuatro tablas retro, copias de aquellas de dos quillas que marcaron los años 70.

Un nuevo torneo, con tablas retro de más de 2m75 (9 pies), que la organización decidió incluir en esta fiesta del surf que se realiza todos los veranos en el balneario marplatense Honu Beach con el objetivo de honrar la tradición y celebrar el crecimiento de un deporte que en este 2020 será olímpico.

Para Fernando Aguerre, este soñador-hacedor que logró incluir al surf en los Juegos Olímpicos el valor va mucho más allá. “Este día es una forma de demostrar que el surf no es uno solo, que se puede disfrutarlo con tablas cortas y largas, con una o cuatro quillas, y con diferentes estilos.

Fernando Aguerre juega con sus muletas (por acciones) mientras charla con sus compañeros de aventuras, Eyras, Errecaborde, Napp y Ray

Todos los surfistas, sobre todo los más jóvenes, debieron adaptarse a surfear con versiones que poco tienen que ver con las actuales. “Al ser más gruesas los bordes se traban en el agua y no podés hacer cortes y maniobras cerradas como estamos acostumbrados. Tenés que ir más a un surf de línea, con estilo, como hacían ellos en aquella época. Por eso al que vieron surfear bien hoy puede surfear bien con cualquier tabla”, analizó Lucía Cosoleto.

No sorprendió entonces que quien mejor lo hiciera fuera Santiago Muñiz, el dos veces campeón mundial ISA, único que pareció no tener dramas con estas tablas. Haciendo gala de su talento y fluidez, el rider estrella de Quiksilver ganó su serie en categoría Open y se llevó el premio TCL a la mejor maniobra del día (agarró una ola a gran velocidad y terminó con el único aéreo del día). 

“Son tablas distintas, pero me encantan. Son para divertirse y yo hoy me divertí”, contó con su habitual sonrisa. A pocos metros, luego de verlo surfear, Aguerre hacía un comentario divertido que buscó reflejar la diferencias de épocas. “Cuando ves lo que hace Santi en una de estas tablas te das cuenta que los malos en aquella época no eran las tablas sino nosotros…”, dijo antes de soltar una carcajada entre varios de sus compañeros de aventuras.

Tubazo de Lucía Induraín. Fue un gran día de surfing en Honu.

El team ganador fue Mantarrayas (25 puntos), integrado por Lucio Eyras (se impuso en Leyendas), Andrés Mena (segundo en Master), Andrés Mondo, Jay Cianciarulo (ambos compitieron en Open), Lucía Indurain (se impuso en Damas) y Franco Radziunas (ganador en Juniors). Pero, en realidad, la competencia fue una excusa para disfrutar de un día que revivió una época especial. 

“En los 70 era todo más salvaje y, a la vez, más natural y artístico. Recién en los 80 llegó el profesionalismo, el mayor énfasis en la competencia, en el negocio. A veces es normal que, cuando un deporte se vuelve más competitivo, se aleje un poco de la esencia que lo movilizó primariamente, la búsqueda de olas, de lugares sin gente, la importancia de tener estilo. Es lógico que, cuando el deporte evoluciona, se empiece a perder un poco eso. Por eso este día es tan valioso, es como volver a aquella esencia, es reavivar esa llamadita, no olvidar por qué empezamos y no alejarnos nunca de esa esencia”, analizó el siempre lúcido Martín Passeri, actual campeón argentino y surfista más ganador de la historia (seis títulos).

Como cada año, los más chicos disfrutaron del intercambio con los más experimentados. “En cada edición aprendo algo nuevo de ellos. Siempre te cuentan una anécdota, te dan un consejo, algo que te enseña… Además me pone muy bien compartir un día con surfistas de distintas edades y generaciones en un ambiente no competitivo. Todos estamos relajados, charlamos, nos divertimos. Me copa mucho esta onda de pasarla bien y aprender”, dijo Cosoleto, 

El cierre, luego de una ceremonia que tuvo premios de Quiksilver por $102.000, no podía quedarle a otro que no fuera Aguerre. Fernando, con una anécdota de los años 60, volvió a valorizar la inclusión y la lucha contra todo, como él experimentó en esta remada interminable que completó para ser el único argentino en la historia en meter a un deporte en un Juego Olímpico. 

“Cuando otros surfistas se referían despectivamente al longboard le decían log, porque significa tronco o trozo de madera. Y los longboarders, en vez de ponerse mal, tomaron bien la ‘verdugueada’ y la convirtieron en algo positivo. Se hicieron llamar loggers (leñadores en inglés). Por eso hoy les rendimos honor a estos loggers que marcaron una época. Y los aceptamos como parte de un surf que tanto ha crecido para seguir permitiéndonos vivir mejor cada día”, resaltó quien en este 2020 vivirá un año soñado. Fernando cumplirá 50 años surfeando parado en una tabla y además estará en Tokio, como líder del debut del surf olímpico. El gran impulsor de un deporte que se pone de moda, pero no olvida su esencia, sus orígenes y sus raíces…


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