Fijan fianza a tres condenados por un alevoso crimen en Bariloche

Los jueces dispusieron el cese de la prisión preventiva. La decisión llegó por el vencimiento de plazos. Fueron declarados culpables por el asesinato y ocultamiento de Miguel Garnica.

Los jueces Ignacio Mario Gandolfi, Marcelo Álvarez y Carlos Reussi dispusieron el cese de la prisión preventiva impuesta a Aníbal Chávez Aguilar, Claudio Maximiliano Bascur y Teresita Aguilar Leuquen, porque venció el plazo legal de 3 años y 6 meses para mantenerlos detenidos, sin sentencia firme.

Sin embargo, para que puedan acceder a la excarcelación, los jueces les impusieron una caución real (fianza) de 400.000 y 500.000 pesos a Chávez Aguilar y Bascur, respectivamente. Y de 250.000 pesos a la mujer, que es la madre de Chávez Aguilar. El fallo -al que Río Negro accedió- se dictó el 4 de diciembre último.

Los jueces rechazaron el reclamo de la fiscal Betiana Cendón, que había planteado la inconstitucionalidad del plazo de 3 años y 6 meses para mantener a una persona con prisión preventiva, sin una sentencia firme, como establecía el viejo Código Procesal Penal, con el que fueron juzgados los imputados.

Los dos jóvenes fueron condenados el 21 de diciembre de 2017 por un tribunal de Bariloche a la pena de prisión perpetua como coautores del delito de homicidio agravado por la alevosía de Miguel Garnica. Mientras que la mujer fue condenada en el mismo juicio a 12 años de prisión como partícipe secundaria en el homicidio del joven.

Los jueces que los juzgaron concluyeron que Chávez Aguilar y Bascur habían participado en forma directa en el brutal crimen de Garnica, que ocurrió entre la tarde del 29 y la mañana del 30 de enero de 2015 en el barrio Eva Perón .

Según la sentencia, Bascur atacó por la espalda a Garnica y le dio un palazo en la cabeza. El joven se desplomó al suelo por el golpe. Cuando estaba en el piso indefenso, Bascur, Aníbal y su hermano Paul Chávez Aguilar le dispararon con armas de fuego. Cuando consumaron el crimen, la madre les recomendó que desaparecieran el cuerpo.

Por eso, ataron el cadáver con un cable coaxil y lo envolvieron en bolsas de nailon. Después, destruyeron y quemaron la parte externa de la letrina que había en el lote, cavaron y arrojaron el cuerpo en el pozo, que cubrieron con cemento fresco. A los pocos días, la Policía lo descubrió.

El Superior Tribunal de Justicia de Río Negro confirmó el 7 de mayo de 2018 la sentencia con las condenadas a perpetua para los dos jóvenes y la pena de 12 años a la mujer. Sin embargo, la sentencia todavía no está firme porque la defensa de los condenados recurrió a la Corte Suprema, que todavía no se expidió.

Es más, los defensores reclamaron ante el STJ. Advirtieron que el plazo legal de la preventiva estaba vencido y cuestionaron los montos de las cauciones. El STJ admitió los recursos y ordenó un nuevo fallo con otros jueces. Solo la mujer accedió meses atrás a la prisión domiciliaria, cuando empezó la pandemia.

Por eso, Gandolfi, Álvarez y Reussi dispusieron el cese de las preventivas y redujeron en un 50 por ciento los montos de las cauciones.


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