Formar profesionales en Ciencias Agropecuarias

Es necesario fortalecer la formación de recursos humanos en las ciencias agropecuarias en la norpatagonia?. Hace unos diez mil años fueron domesticados los primeros animales y las primeras plantas, iniciándose así la Agricultura, desde ese entonces el desarrollo de la agricultura y el conocimiento científico van de la mano.

La actividad agropecuaria ha sido por muchos años el motor principal en el desarrollo de las economías provinciales de la norpatagonia, principalmente con el emplazamiento de los valles frutícolas y las diferentes zonas ganaderas para la producción ovina y bovina. Miles de productores frutícolas y ganaderos desarrollaron sus actividades por mas de un siglo y muchos de sus hijos continuaron sus estudios y formación profesional entorno a las ciencias agropecuarias. Estos sistemas actualmente se encuentran bajo profundos procesos de transformación principalmente marcados por la concentración económica, la competencia de los suelos productivos con otras actividades productivas extra-agrarias y la degradación de los recursos naturales.

Si bien por una parte en los rubros frutícola y ganadero tradicionales disminuye la cantidad de pequeños y medianos productores, por otra lado la producción se diversifica; aumenta la producción hortícola y ganadera dentro de los valles y en las poblaciones marginales periurbanas crecen los emprendimientos relacionados al cultivo de huertas y crianza de animales de granja.

En el mundo y también en las poblaciones locales urbanas a su vez aumenta exponencialmente la demanda de alimentos frescos e inocuos. La creciente demanda de alimentos no es sustituible. Aparecen nuevos requerimientos para los estándares de calidad, se jerarquizan los alimentos libres de agro tóxicos, no transgénicos y que consideren el bienestar animal en su proceso productivo.

Por otro lado el acelerado desarrollo de otras tecnologías asociadas a la robótica, la informática y la biotecnología cuya aplicación se traslada al ámbito de las producciones agropecuarias imponen nuevos requerimientos para la agenda de formación y la capacitación.

La región cuenta además con condiciones agroecológicas extraordinarias para la producción de alimentos y fibras de origen animal y miles de familias productoras que aun hoy conocen el oficio de “trabajar la tierra” y “ criar y cuidar el ganado” aprendido por décadas.

Esta realidad compleja amplifica las necesidades de desarrollar la investigación local; la posibilidad de incursionar en nuevos cultivos y nuevas tecnologías apropiadas dependerá en parte de la cantidad y calidad de los recursos humanos profesionales que se hayan formado para esta tarea.

El aspecto principal, es que en nuestra región las formas tradicionales de producción agropecuaria se ven reemplazadas por la explotación hidrocarburifera y el uso inmobiliario de las tierras. La magnitud y duración de este proceso dependerá sin dudas de la política que implementen los próximos gobiernos, y su curso actual está en debate en toda la sociedad; en los diferentes ámbitos académicos, en los hogares, en las asociaciones de productores, en los partidos políticos; para este debate los profesionales de las ciencias agropecuarias juegan un papel fundamental; quienes tengan el conocimiento científico y la experticia tendrán un lugar muy importante en este proceso.

Las preguntas se abren; ¿es compatible la producción hidrocarburifera con la agropecuaria? ¿Podemos producir alimentos sanos e inocuos para nuestros habitantes? ¿es posible diversificar la producción y conservar a miles de pequeños y medianos productores? ¿Cómo hacer para que la “vida en el campo” y ser un “productor agropecuario” sea una opción elegible para nuestros jóvenes”

Las producciones agropecuarias que se desarrollen en este contexto complejo de transformaciones deberán contar más que nunca con el apoyo del conocimiento y la formación técnica específica.

El fortalecimiento de la formación profesional de ingenieros agrónomos, zootecnistas, médicos veterinarios es y será una necesidad creciente para el desarrollo de nuestra región.

Hay un vasto camino por recorrer; en la Argentina se gradua un ingeniero agrónomo cada 8000 habitantes mientras que en China y en Europa el número se cuatriplica. (1 cada 2000)

En este sentido en los últimos años hay que destacar que en la región se ha fortalecido la oferta académica de grado y posgrado; se ha ampliado y diversificado el número de carreras desde la UNCo y desde otras instituciones educativas y debe ser nuestro compromiso fortalecer la articulación, mejora y difusión de la misma para que cientos de jóvenes puedan optar por ella.

* Ingeniero Agrónomo, Vicedecano FACA-UNCo

“La agricultura es la madre fecunda que

proporciona todas las materias primeras

que dan movimiento a las artes y al

comercio” (Manuel Belgrano)

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“La agricultura es la madre fecunda que
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comercio” (Manuel Belgrano)

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