La pastelera y nutricionista que experimenta con sabores en Bariloche

Sus elaboraciones tienen un toque distintivo. Próximamente espera poder ofrecer recetas veganas. Además de lo dulce se ofrece un rico café de grano para acompañar. Pasen y vean...

La pastelería es un arte. No lo digo yo, lo dicen los que saben… los que disfrutamos de esas exquisiteces solo lo confirmamos. Creatividad, aroma, sabor, texturas, dedicación todo un conjunto de cualidades en una sola persona que hace feliz a muchos otros.

De alguna manera esa satisfacción es la que invade a Lea Falaschi, pastelera y licenciada en Nutrición, de Bariloche. Esta joven emprendedora comenzó su negocio apenas salíamos de pandemia en 2021, una idea bastante arriesgada en ese entonces, pero no imposible. Actualmente @la.dulciteca moviliza a locales y turistas a probar sus delicatessen e impulsan ese acompañamiento con un rico café de grano.


“Soy de Bariloche. Terminé la secundaria y me fui. Volví hace 3 años y arranqué con este negocio. Soy pastelera. Empezamos como pastelería, pero ahora estamos dándole impulso al café. Creo que si tenés masas o tortas, tenés que acompañar con una buena bebida. Es más, tenemos baristas formadas para esto”, contó Lea.

La idea de tener una pastelería siempre estuvo. “Nunca fue el plan, pero a veces las cosas van decantando. Cuando arranca la pandemia, yo estaba en Barcelona y me quedé sin trabajo. Volví para estar en casa, con mis viejos y no tenía ganas de trabajar para otra persona. Quería hacer lo mío y crecer… se dio así, no lo planifiqué demasiado”, sonrió emocionada.

Parte del equipo: Brenda, Lucía, Luciana y Mauro. Aquí solo falta Valentina que no llegó a la foto.


Sus estudios de cocina los concretó en Buenos Aires, en la escuela The Bue Trainers cerca de Ezeiza. Con título en mano trabajó un par de años, pero un día dejó lo dulce y le dedicó tiempo a la carrera de Nutrición en la UBA (Universidad de Buenos Aires).

“Cuando estaba terminando la residencia en Buenos Aires, porque alcancé a ejercer como nutricionista, volví a la pastelería. Viajé a España y me metí a trabajar en lugares donde aprendí más allá de lo que estudié. Pedí una pasantía en un lugar llamado Dalua, que es de un pastelero famoso llamado Daniel Alvarez reconocido por sus laminados y croissant. Da clases en todo el Mundo”, recordó la pastelera.


Ese viaje por España fue todo un aprendizaje. “Tuve la oportunidad y seguí mejorando lo que hacía. Siempre me gustó innovar con sabores. Al principio costó un poco, pero ahora nos buscan por eso. Reconozco que me daba miedo sacar ciertos gustos, pero ahora se que se venden. Justamente nuestro sello en pastelería es eso, innovar y probar más sabores que el dulce de leche y el chocolate”, dijo.

“Hemos hecho tarteletas de palta, de queso de cabra con zapallo en almíbar, remolacha y yogur. El cheesecake es lo más pedido como clásico… tiramisú, tartas de frutilla o de chocolate. Pero en temporadas vamos sacando sabores más experimentales, probando combinaciones diferentes como para no aburrirnos nosotros ni aburrir a la gente que nos elige”, expresó Lea.


“Nuestra clientela es básicamente local y muchos saben que al venir, siempre van a encontrar algo diferente en la carta. Elaboración de productos sin Tacc no tenemos, por esto de la contaminación cruzada”, explicó.

Pero esto no termina aquí. Esto de crear dulces también comenzará a tener su lado vegano. “La pastelería vegana me encanta. La gente lo pide mucho y como soy nutricionista está bueno poder ofrecer otras opciones. Otra cosa, hay gente que cree que la pastelería y la nutrición son opuestas, pero no: son totalmente complementarias. Así tenés una base desde el punto de vista del conocimiento químico del alimento. Entendés las reacciones, de qué pasa cuando el alimento se cocina y entendés que podés comer una torta y no pasa nada. Así como lo escuchás. La gente cree que para que sea saludable tiene que ser sin azúcar o sin harinas, el único secreto es que tiene que ser hecho con materia prima de calidad”.


Lea utiliza mucha fruta, crema baja en grasas que “para lo que son las cremas argentinas hacemos una pastelería bastante liviana, eso la gente lo dice. Comés y no te sentís pesado. Sí usamos azúcar rubia, miel o lo que necesite la receta”.

El lugar invita a ser conocido. La Dulciteca está en Mitre al 600 y abre de lunes a sábaos de 8.30 a 20, hacen horario corrido. El equipo tiene 6 personas, incluída Lea que además de pastelería hace bombones artesanales, poca producción porque no se dedican a ello. Los pintan a mano y se van apenas aparecen.
“Entre mis sueños está crecer un poco más en el tema cafetería y poder abrir algún localcito en los kilómetros, para que más gente conozca lo que hacemos”, concluyó.


La pastelería vegana también tiene lugar



Antes de Pascua, Lea se enfocó en un curso sobre pastelería vegana que tenía pendiente. “La idea es implementar pastelería más inclusiva, a la vez con materia prima que no sea tan cara tampoco. El curso, entre otras cosas, se enfocaba mucho en la sustentabilidad en todos los sentidos y eso está buenísimo porque muchas veces en la gastronomía se deja a un lado eso”, comentó.

Este tipo de pastelería tiene un sabor completamente diferente al tradicional. A mí me encanta. No te diría que es más sana porque como nutricionista creo que todo puede ser incorporado de manera saludable en nuestra dieta, mientras tengamos buenos hábitos en general”.


La idea era aplicar muy pronto esta nueva experiencia culinaria. “Hay que hacer pruebas, sabores y presentaciones. Los cursos para mí sirven para tomar la técnica y después aplicarla a lo de uno. No a repetir tal cual lo que te enseñaron”.


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