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Neuquén: Cristian Dietrich, el chef que mejor representa el Alto Valle en su cocina

"Menos es más en mi cocina", resalta este destacado de la gastronomía patagónica. Evita los excesos en las preparaciones. "La sencillez resalta los sabores de manera excepcional", comenta. ¿Dónde cocina? ¿En qué momento de su trayectoria está? Sus desafíos.

Se vienen más propuestas innovadoras, adelanta Cristian Dietrich al hablar de la carta para este otoño.

El chef Cristian Dietrich (41) nació en Regina, se crió en Roca, vive en Cipolletti y trabaja en Neuquén. Más altovalletanense no se puede ser.

Con este ADN es que consigue una cocina con identidad 100% patagónica que reconoce influencias globales.

Es capaz de crear armonías culinarias con pocos elementos, alcanzando composiciones que transmiten sensaciones notables en sus comensales.

«Listo para servir», ordena Cristian Dietrich en cualquiera de los dos restaurantes del Hotel Comahue.

Cómo logra Cristian Dietrich crear banquetes inolvidables

“Me centro en la claridad y comprensión de los sabores, evitando excesos en las preparaciones y nombres complicados. Creo firmemente en que menos es más y que la sencillez resalta los sabores de manera excepcional”, comenta el entrevistado a “Río Negro”.

Lo conocemos desde hace mucho tiempo y podemos reconocer tres criterios preponderantes en su hacer gastronómico: apuesta a un transitar colaborativo en la cocina, fruto de la suma de talentos; la complejidad no está en las recetas sino en la selección de productos locales y frescos y que no hay decoración ni criterios estéticos artificiales sino funcionalidad basada en la sostenibilidad.

Con esta filosofía Cristian es capaz de preparar banquetes inolvidables.

«Buena calidad a un precio justo»: esta es la política que aplica Cristian Dietrich en su cocina.

Pasión y muchísimo trabajo

Llevo más de dos décadas inmerso en el apasionante mundo de la gastronomía. La clave para mantener vigencia radica en la pasión que uno siente por su trabajo. A lo largo de este camino he experimentado tanto momentos de alcanzar logros como de enfrentar desafíos, pero son precisamente estos últimos los que me impulsan a seguir adelante, brindándome la fuerza necesaria para continuar dedicándome a esta apasionante labor”, comenta Cristian a “Río Negro”, desde una de las cocinas del hotel Comahue, en pleno centro de la capital neuquina.

“Expreso mi autenticidad buscando que mis platos reflejen verdaderamente mi identidad. Por ello nos renovamos constantemente en busca de ofrecer calidad a un precio justo. Cada labor realizada en la cocina, desde la selección de la materia prima hasta el trabajo en equipo, posee un valor incalculable”, acota.

«La cocina me sigue dando felicidad como el primer día», confiesa Cristian Dietrich quien lleva más de dos décadas en este oficio/profesión.

Entre dos mundos en el mismo hotel

Cristian reparte su trabajo y energía entre dos mundos, acá en este hotel. Por un lado está “Viento Sur”, en la planta baja del hotel, y “1904”, en el primer piso donde busca ofrecer una experiencia más exclusiva. “Aunque ambos lugares comparten algunos comensales, cada uno tiene su propio segmento marcado, lo que me lleva a diseñar propuestas culinarias únicas para cada uno”, dice.

Tanto para uno como para otro restaurante “mi mente no deja de imaginar nuevas creaciones para sorprender a nuestros comensales con platos diferentes. Si tuviera que elegir, me inclinaría más hacia el concepto exclusivo”.

Allá por el 2000 comenzó su formación en Cocina Internacional, una escuela que ya no existe, la misma donde su padre también estudió gastronomía.

“Desde el primer cuatrimestre me sumergí en pasantías y al año ya estaba trabajando activamente. Mis primeras experiencias laborales fueron en el Hotel Cipolletti; al terminar mis clases me dirigía directamente al trabajo”, recuerda.

“Después un profesor me brindó la oportunidad de trabajar en Casa de la Costa, un referente en catering en aquel entonces. Este desafío me impulsó a asumir mayores responsabilidades y explorar diversos ámbitos culinarios: bares, catering, restaurantes, patios de comida y hoteles”, agrega.

Reconoce que “a lo largo de mi trayectoria he tenido la fortuna de contar con jefes que me han guiado y enseñado mucho, así como oportunidades para inaugurar espacios culinarios de renombre”.

Participó en la apertura del Hotel Global y su restaurante, así como en la creación del primer food hall de la Patagonia.

La reapertura del Hotel Comahue en el 2021, que implicó renovarlo e innovarlo en todos los sentidos, también representa algo fundamental para mi trayectoria. Aquí he tenido el privilegio de desempeñarme durante un total de 10 años, compartido estrechamente con mi compañero Camilo en el área de Alimentos y Bebidas. Juntos, nos encargamos de la gastronomía de los restaurantes y de la organización de eventos en el hotel, cada uno supervisando su respectivo sector”, resalta.

Cocina real y auténtica

Cristian lidera un equipo de 25 personas que abarca desde el personal del desayuno hasta los cocineros y camareros. “Nuestro horario de trabajo es exigente: algunos inician la jornada a las 5 de la mañana y otros la finalizan a las 2 de la madrugada, lo que implica una gran responsabilidad para garantizar el éxito en cada tarea”.

Admite que la cocina que hoy desarrolla es real (hecha con sus manos), sumamente variada, en base a productos locales frescos y de estación, con un toque distintivo mediante técnicas o recetas provenientes de diversas culturas culinarias.

Cristian junto a Claudia y Tobías: «Ellos dos son todo para mí».

Minimalismo en la cocina: un modo de encarar la vida

Mi enfoque se centra en la claridad y comprensión de los sabores, evitando excesos en las preparaciones y nombres complicados. Creo firmemente en que menos es más, y que la sencillez resalta los sabores de manera excepcional”, define.

Al comparar su estilo actual con sus inicios nota una evolución significativa. “Al comenzar en este camino es común sentir que se está reinventando constantemente. Sin embargo, con el tiempo uno descubre que muchas ideas ya han sido exploradas y que lo fundamental y crucial pasa por aportar un toque personal a cada creación. Esta transformación personal se nutre tanto de la propia evolución como de la influencia y aprendizaje de quienes nos rodean”, piensa.

En la actualidad, lo virtual cobró una relevancia significativa en su vida transformando su biblioteca en un espacio que alberga alrededor de 300 libros electrónicos. Por las noches dedica buen tiempo a sumergirse en esos contenido.

El rol fundamental de la familia

“De todos modos gran parte de las ideas y sugerencias que surgen provienen de las conversaciones con mi equipo de cocina, quienes desempeñan un papel fundamental en mi crecimiento profesional. Además, cuento con dos personas muy especiales en mi vida, mi esposa Claudia y mi hijo Tobías, quienes son mis críticos más honestos y quienes me guían en la exploración de nuevos sabores y técnicas culinarias en casa”.

En cuanto a sus referentes en la cocina subraya que su madre fue la primera influencia significativa, quien le transmitió su pasión por la gastronomía desde temprana edad.

“A partir de ahí encontré inspiración en cocineros locales y regionales, con quienes comparto charlas e intercambio de ideas. La comunidad culinaria de Neuquén cuenta con talentosos profesionales que constantemente me inspiran y motivan a seguir creciendo”.

Cómo definirías este momento tuyo.

– Busco transmitir autenticidad y sencillez a través de las cosas que más disfruto haciendo, siempre teniendo en mente los gustos de mis comensales. Tengo claro quién soy y hacia dónde me dirijo, comprendiendo que la formación y la profesionalización son procesos continuos en los que nunca dejamos de aprender.

¿Cómo me veo en 10 años? Probablemente seguiré dentro de una cocina, brindando oportunidades a quienes trabajan conmigo para que puedan mostrar y demostrar su talento.

Considero que ellos representan el futuro de la gastronomía, y como grupo de cocineros, hemos trabajado arduamente para destacar el valor gastronómico que poseemos; ahora les toca a ellos seguir demostrando que tenemos el potencial para ser referentes en la gastronomía.

Relevante e innovador, el norte

Cambiar es inevitable y necesario…

– …y fundamental adaptarnos a él para no quedarnos rezagados en un mercado en constante evolución. Así como en la vida personal, como padre, debo adaptarme a las nuevas generaciones, en el ámbito profesional gastronómico también debemos estar dispuestos a evolucionar sin perder nuestra esencia.

Tus desafíos, de ahora en más.

Mantener la posición del hotel Comahue como un ícono en Neuquén, continuando con la generación de propuestas innovadoras que se reflejarán próximamente en las cartas de “Viento Sur” y “1904”.

Además, retomaremos propuestas clásicas como las tardes de té, que son parte fundamental de nuestros servicios, sin descuidar la calidad de nuestros productos en medio de las circunstancias actuales.

Es cierto que a menudo buscamos plasmar ciertos sabores en nuestros platos para luego descubrir que ya están presentes de forma natural. De manera inconsciente incorporamos esos sabores tanto en nuestro trabajo como en nuestras casas, y es precisamente ese toque personal y distintivo el que no debemos perder.

Cada cocina tiene su base y recuerdos que nos marcaron desde la infancia, como esos aromas reconfortantes que nos recibían al llegar a casa. Aunque los tiempos cambien es importante preservar esas tradiciones que nos traen recuerdos entrañables y que debemos mantener vivas en todos los aspectos de la vida. De eso va la cocina.


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