Gimnasios, puerta de salida del sedentarismo en Neuquén
Cuidar la salud o la figura son las motivaciones principales de mujeres y hombres, de todas las edades, para asistir dos o tres veces por semana. Algunos lo hacen por prescripción médica.
Rostros enrojecidos, cuerpos sudorosos, ropas empapadas de transpiración. Mujeres y hombres, adultos y hasta adolescentes. De fondo, música a todo ritmo y a alto volumen y un bullicio contagiante.
Esa es la postal que caracteriza a los gimnasios que, cada vez en mayor número, se dispersan no sólo en el centro sino hasta en los barrios de la ciudad, funcionando desde 7 de la mañana hasta cerca de la medianoche.
“Antes en julio, que es un mes de vacaciones, disminuía la presencia de gente en el gimnasio. Pero ahora las personas no interrumpen su rutina, siguen viniendo. Creo que, más allá de que haya motivaciones especiales, es porque se preocupa más por su salud”, comentó Gianina Bogliacino, profesora de educación física y coordinadora de Fitness Center.
La concurrencia a un centro de este tipo plantea un gasto, pero no es un impedimiento. Muchos lo toman como una inversión para la salud y destinan parte de sus ingresos para pagarlo.
Se priva de adquirir algunas cosas por la crisis, pero los gimnasios se siguen copando. Desde adolescentes de 12 años hasta adultos mayores de 70 años y más, se dan el derecho de hacer ejercicios en un gimnasio, con un instructor.
El precio de los gimnasios en Neuquén va desde los $500 hasta $1.000 por mes con la posibilidad de asistir los días que se quiera. Aunque hay algunos que tienen promociones por la cantidad de días que se asiste.
Existen razones básicas por la cual se asiste: por satisfacción personal, por iniciativa personal, por indicación médica y/o para mejorar en función del deporte que realizan.
El 10% lo hace por cuestiones relacionadas al deporte que realizan. Un 30% por indicaciones médicas, ya que se tratan dificultades específicas en relación a alguna lesión u operación. También por alguna dificultad física o simplemente porque tienen indicado bajar o subir de peso.
El porcentaje restante lo ocupan aquellas personas que simplemente asisten por satisfacción personal, por cuestiones de salud que quieren mejorar u otras que quieren salir de la vida sedentaria.
“Cuando el verano se acerca, la mayoría se empieza a preocupar aún más en su estado físico y en su figura estética. Aumenta de gran manera la cantidad de gente que empieza a venir al gimnasio por esas fechas” dijo Bogliacino.
Comentó que aunque para el verano falte, desde temprano hay personas que empiezan a prepararse para llegar en forma. Son los jóvenes y adolescentes de ambos sexos, principalmente, los que empiezan a concurrir partir de septiembre.
La instructora resaltó que aún cuando en lo que va del año la concurrencia ha fluctuado, en relación a otras épocas, en general los promedios de asistencia se mantienen.
En movimiento
“No quiero seguir
siendo gordo”
”Vine al gimnasio porque pesaba 118 kilos y quería mejorar mi cuerpo. Estoy conforme, porque en el tiempo que llevo con la rutina ya bajé 35 kilos y espero seguir mejorando”, dijo Facundo, de 23 años.
”La actividad en el gimnasio es para mejorar el estilo de vida. En mi caso vengo para mantener la figura. No me cansa ni mucho menos, tanto que vengo todos los días. También me sirve para combatir el estrés”, señaló Eugenia, de 27 años.
”La mejor medicina es el deporte y creo que cada vez más la gente lo entiende así. Yo lo hago porque me gusta y todos lo pueden hacer. No es necesario ir a un gimnasio, se puede salir a trotar al aire libre”, opinó Marcelo, 34 años.
Datos
- 60%
- asiste a sesiones por gusto personal, el 30% por indicación médica y el 10% para mejorar el rendimiento deportivo.
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