Habló el Indio Solari: su salud, el disco nuevo, Macri, el aborto y más

El ex Redondo estuvo ayer jueves con “Big Bang”, el programa de radio que su amigo y biógrafo Marcelo Figueras conduce por FM La Patriada. También participaron de la charla Aníbal Fernández, ex jefe de gabinete durante el gobierno de Cristina, y periodistas de La Garganta Poderosa y Redonditos de Abajo. Te contamos sus mejores definiciones y al final, el audio con la nota completa.

El aborto

Por supuesto que apoyo, para que no exista ningún otro riesgo a pesar del riesgo que corren cuando están siendo atendidas por una señora del barrio con un perejil y un alambre. ¿Quién puede tolerar eso? Por supuesto que tiene que ser legal, sí.

No sólo la muerte: si contabilizamos en la estadística nada más que la muerte, dejamos de lado otros problemas muy serios como la infertilidad, embarazos no deseados… Uno tiene que tener derecho a decidir eso, y quiénes somos nosotros para decidir que alguien que está desesperado en esa circunstancia por el simple hecho de ser mujer tiene que parir.

El gobierno de Macri

Para mí es un gobierno que está obrando con mucha desidia, intereses previos… (…) La mayoría de la sociedad, a excepción de los que están beneficiados por esto, está sufriendo de una manera muy grande, y el temor que me da a mí, que he pasado momentos muy similares en mi vida, es que terminaron muy mal, sobre todo para los jóvenes. Para mí no es un gobierno que me conforme en lo absoluto, temo de las cosas que hace cada día.

Esta gente debe estar seguramente sustentando su accionar en fuerzas poderosas. No quiero aventurar cosas, supongo que ellos están jugando una carta con mucha seguridad de algo que muchos ignoramos, que muchos inocentemente creemos que simplemente son caprichos de gente adinerada.

“Hay un 30% de gente que sigue esperando que este gobierno les dé lo que creyeron que les iba a dar. Y son el 30%… Según las encuestas, hay un 30% de gente que dice “demos mas tiempo”. Bueno, yo no tengo tanto tiempo, yo soy un hombre grande.

Su salud

La salud está bien, hay un problema nada más con la medicación que no me cubre las tres horas de la ingesta, entonces hay momentos en que estoy inquieto, que no estoy bien, y momentos como ahora, en que me siento relajado. Es una enfermedad, las enfermedades no traen nunca buenas noticias, hay que asumirlas.

Los directos y las misas

Es el lugar más cómodo que tengo sobre la faz de la Tierra, no hay lugar más cómodo que el escenario para mí, no sé por qué. Quizá porque lo que me pasó fue creciendo paulatinamente, no es que un productor me puso de moda ni qué catzo. Empezamos con Los Redondos en un lugar para 100 personas, después había 150, de repente fuimos para uno de 300… La gente nos fue llevando sin darnos cuenta a ámbitos más grandes. De pronto terminó en esta especie de locura, que es inentendible. Es sorprendente hasta para mí, porque no tengo las razones por las cuales sucede que haya una persona que genera un evento que no ha pasado nunca en ningún lugar. Sin teloneros, pagando entrada, yendo a otras provincias…

Probablemente, lo primero que haya es un streaming para ver en qué condiciones estoy, a ver si puedo estar tres horas seguidas arriba de un escenario, porque no me gustaría terminar caminando mucho el escenario. Probablemente haya alguna despedida, pero en este momento no tengo idea.

“El ruiseñor, el amor y la muerte”

Siempre estuve a favor de la diversidad, lo que pasa es que la banda que tenés te da una coloratura y una unidad que a veces en las maquetas no está. A mí me interesa la diversidad, por eso juego en contra de seguir trabajando con los Redonditos de Ricota. He necesitado cambios siempre para seguir entusiasmado, no hay mucho misterio en eso. Después, vengo de una rutina como si fuera un trabajo. Tengo canciones… Han quedado como 100 disparadores; les llamo así porque no están completas las ideas, porque como las voy a retomar en algún futuro, si las tengo completas me aburren. La diversidad ha sido siempre mi objetivo. Arrancamos con 30 temas, pero con la idea de que íbamos a tener que escarbar más en otros lados. Cuando los primeros se fueron armando y llegás a 15 temas, decís “ya está, no voy a seguir poniendo temas porque no los voy a publicar”.

La gente que escribe la lírica de las canciones, como los poetas, se va enterando de qué se trata cuando va escribiendo. No está para ser entendido lo que yo digo, sino para imaginar. Yo tengo que dar un puzzle, un mandala, un oráculo. El que está explorando el territorio es uno, no el oráculo, no el mandala, no el poeta, no el escritor de canciones que soy yo. Probablemente podría intentar explicarte, porque tengo para mí las respuestas, pero no las quiero hacer públicas, porque acotan la posibilidad de que la gente imagine. Si yo te explico a vos, van a leer todos eso y no me interesa. Lo que me interesa es detonar la imaginación de la gente, porque el territorio que está explorando es el de ella.

No creo que uno agregue algo que la canción no dice. La canción, en su misterio, dice muchas más cosas que lo que uno arruina cuando empieza a explicarlo. También ha habido tantas interpretaciones de mala leche que en algún momento de su vida a uno le gustaría aclarar un par de cositas.

Las maquetas las hago en soledad y ahí hago lo que me sale y lo que tengo ganas. Después vienen los músicos, copian las bases, improvisan y vamos por distintos lugares. Después me interesa la opinión de mis músicos, y la que más me interesa es la que desconozco, que es la de la gente. Uno materializa las ideas para la gente, porque sino lo haría con un grupo de amigos en un asado, cantamos unas canciones y se terminó.


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