Habló el vecino atacado por dogos: “La policía nunca llegó”

El empleado ferroviario dialogó con "Río Negro" y aclaró que fue auxiliado por dos compañeros de trabajo y que un trabajador de una empresa de áridos lo llevó en su auto al hospital ya que "la ambulancia no llegó".

Jorge Oscar Garat de 53 años, el vecino que fue atacado en Neuquén por dos dogos de Burdeos, aclaró que la policía nunca llegó a socorrerlo como informaron desde la fuerza de seguridad y que tampoco fue trasladado al hospital por una ambulancia.

El hombre que es empleado de Ferrosur dialogó con “Río Negro” y detalló que los canes le mordieron los brazos y las piernas. El hecho ocurrió el sábado pasado sobre la calle Caracas.

Garat contó que un trabajador de una empresa de áridos, dueña de los perros, lo llevó al Hospital Bouquet Roldán ya que no llegó la ambulancia.


“Logré zafar porque llegaron dos compañeros en un auto y le tiraron el auto encima a los perros. Después llegó un empleado de la empresa de áridos y me llevó al hospital en su vehículo, la policía no apareció nunca”, expresó.

El vecino señaló que cuando llegó junto a sus otros dos compañeros a la base de Ferrosur que está sobre la calle Costa Rica, vieron que los perros estaban sueltos en la calle. “No salieron de un predio como se contó después, sino que estaban paseando en la calle, el portón que debía estar cerrado estaba abierto”, aclaró.

Garat relató que se bajó junto a sus compañeros en la base de Ferrosur y después fue caminando hasta la calle Caracas. “Cuando paso al lado de la empresa de áridos veo el portón abierto y los perros en la otra esquina que vienen a encararme, primero me atacó la perra y después el perro”, detalló.

Logré zafar porque llegaron dos compañeros en un auto y le tiraron el auto encima a los perros».

Detalló la víctima, que negó haber sido asistido por la Policía.


El hombre fue atendido al Hospital Bouquet Roldán y ahora está internado en el Policlínico de Neuquén. Garat señaló que no sabe cuando le darán el alta. “En la mano derecha me responde solo un dedo, hay que ver si los tendones están dañados”, explicó.

“Mis jefes, compañeros y el sindicato me apoyan, dicen que primero me recupere y después vuelva al trabajo”, contó.

El vecino dijo que la compañía dueña de los perros se responsabilizó de lo sucedido pero reclamó que intervenga la Justicia. «La culpa no es de los animales sino de los dueños, si los tienen como guardianes el portón lo tienen que dejar cerrado, me podrían haber matado”, expresó. La denuncia se realizó el martes ya que le faltaba presentar un certificado médico.


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