«Habrá daño si pasan autos por Pérez Rosales»

Ong rechaza un proyecto para el paso fronterizo.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Sociedad Naturalista Andino Patagónica advirtió que la transformación del paso fronterizo Pérez Rosales en un camino vehicular, impulsada por la provincia, tendría un «alto impacto ambiental» y sería «perjudicial para la naturaleza y el perfil eco-turístico regional».

En la última reunión del Comité Binacional de Fronteras, realizada el 22 de setiembre en Puerto Blest, el vicegobernador Mario De Rege anunció la inminente concreción de un estudio para potenciar el flujo turístico en el cruce de los Lagos.

El estudio de prefactibilidad ambiental y económica tendrá un costo de 60.000 pesos, será financiado por el Consejo Federal de Inversiones, y estaría listo en un plazo máximo de ocho meses.

De Rege explicó que el objetivo es redefinir la «proyección futura» del «paso fronterizo más antiguo de la región» que en la actualidad tiene un flujo de tipo peatonal y entre las alternativas que se barajan señaló la posibilidad de convertirlo en un paso vehicular.

El planteo generó preocupación en la SNAP que desmenuzó los aspectos negativos de la propuesta en un detallado documento enviado al gobernador rionegrino, Miguel Saiz.

Los ambientalistas consideraron que el desarrollo del transito vehicular mediante la instalación de trasbordadores y el mejoramiento de los caminos que atraviesan el paso fronterizo atraería gran cantidad de vehículos sobre un a zona frágil y «altamente silvestre».

«Afectaría nada menos que el corazón del Parque Nacional Nahuel Huapi, el área fundacional donada en 1903 por el Perito F. Moreno para conservar intocada para las futuras generaciones», indicaron.

En cuanto a las condiciones ambientales del paso destacaron que se trata de «un área altamente silvestre, en plena selva valdiviana, un sitio con características únicas dentro de la región de los bosques andino-patagónicos; un refugio de quietud y comunión con la naturaleza».

La SNAP puntualizó que el posible desarrollo vehicular lo transformaría en «un área de alto tránsito de autos, micros, combis, con contaminación del aire, sonora, y todos los impactos inevitablemente ligados a los caminos con mayor tránsito».

Otro de los posibles perjuicios señalados fue la facilitación de la «introducción accidental de especies vegetales exóticas en la franja más extensa de las dos únicas áreas representativas de la selva valdiviana en nuestro país».

Por otra parte señalaron con agudeza que la región cuenta con tres pasos fronterizos en «escasos 85 kilómetros», dos de ellos terrestres: El Manso, que cuenta con un ambicioso proyecto de mejoramiento y ampliación y el Cardenal Samoré que «acaba de ser asfaltado en toda su extensión».

«El tercero, el Paso Pérez Rosales, es una alternativa distinta, singular, y muy atractiva justamente por sus actuales características. De ahí que consideremos que este proyecto tampoco sería una buena decisión desde el punto de vista turístico, porque tiende a disminuir la diversidad de perfiles del Corredor de los Lagos, diversidad que es una de las grandes fortalezas de nuestra zona», concluyeron.


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