Hasta 9 años de cárcel por 110 kilos de cocaína en Madryn

Un empresario chubutense y otros tres imputados fueron condenados a penas de hasta nueve años de prisión por el hallazgo de 110 kilos de cocaína camuflados en cajas de langostinos que iban a ser enviados desde Puerto Madryn a España en 2013, informaron fuentes judiciales.

La sentencia del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia en la causa conocida como “Langostino santo” alcanzó a Héctor Omar “Cura” Segundo, quien era dueño de la pesquera “Poseidón” y fue hallado responsable del delito de “almacenamiento de estupefacientes”.

De acuerdo al veredicto, también recibieron nueve años de cárcel el broker pesquero Nicolás Seoane, considerado partícipe necesario de la misma figura, y el español Alfredo Aranda Barberá, autor de transporte y relacionado a una firma marplatense desde la que se envió la droga.

En tanto, los jueces condenaron a Juan Eduardo Burgos, de la misma firma, a 4 años de cárcel como partícipe secundario de transporte y a todos le impusieron multas de hasta 15.000 pesos.

El único absuelto fue el gerente de la pesquera, Alejandro Pennisi, quien no había sido acusado por el fiscal Teodoro Nürnberg durante la etapa de alegatos.

Todos continuarán en libertad hasta que el fallo sea confirmado, en tanto que Aranda Barberá seguirá en prisión, tal como llegó al juicio.

De acuerdo con el fallo del tribunal, presidido por Enrique Guanziroli e integrado por Nora Cabrera y Luis Giménez, también se ordenó la destrucción de la cocaína y que la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) profundice la investigación.

Además, se pidió al juzgado federal de Rawson que insista con el pedido de extradición de Salvador Parra, otro español involucrado en la causa que no pudo ser juzgado por la negativa de ese país a enviarlo a la Argentina.

Esta causa comenzó el 10 de junio de 2013 a raíz del hallazgo de 110 kilos de cocaína en la cámara número 5 de “Poseidón”, los cuales estaban disimulados en cajas que contenían langostinos.

La droga fue encontrada tras un llamado que recibió la Policía y posteriormente se detuvo a todos los imputados, a la vez que se estableció que la sustancia estupefaciente hallada tenía como destino final la empresa Royal Peche de España, propiedad de Parra Gómez.

La causa comenzó el 10 de junio de 2013 luego de hallar los 110 kilos de droga en la cámara frigorífica de la firma Poseidón. Fue tras un llamado telefónico.