Hiparsa desoyó riesgo de derrumbe en la mina

VIEDMA (Especial).- El allanamiento en Hiparsa reveló una gravísima situación: Un sector de la mina se sigue utilizando para el circuito de turismo de aventura, a pesar de las advertencias de riesgo de derrumbe de un sector de la galería formuladas por un técnico de la propia empresa minera. Miles de turistas han pasado por allí.

Lo llamativo es que los informes de técnicos de Hiparsa no sólo no fueron respetados por «Turismo Minero S.A.» sino que los funcionarios de la provincia, empezando por los directivos de la empresa minera, no obligaron a que se respetara la palabra autorizada del ingeniero en minas que a principios del '98 elevó esas advertencias sobre el serio riesgo.

Esta información no sólo es conocida por los empresarios privados y directivos de la planta sino por los funcionarios de Turismo y hasta los más altos niveles del gobierno rionegrino, según confió a «Río Negro» una fuente que pidió ser preservada.

Nadie dijo nada sobre el tema hasta ayer, cuando el juez Víctor Ramírez Cabrera tomó conocimiento de tan grave advertencia y la comunicó al municipio y a la provincia para que se tomen los recaudos necesarios. El jueves allanó Hiparsa y ayer el municipio en el marco de una denuncia penal por presuntas irregularidades en la empresa minera.

Fue así que el municipio -que no tiene jurisdicción sobre la mina- intentó ayer por todos los medios clausurar el módulo cinco donde se levantan viviendas en las que la empresa turística hospeda a los visitantes para luego guiarlos en distintas excursiones. Pero no lo pudo hacer y sólo impuso un plazo hasta el martes para que la empresa regularice su habilitación comercial, que no tiene desde hace dos años.

Así lo indicó el intendente, Nelson Iribarren, a la gente que depende de la actividad turística y que anoche protagonizó momentos de tensión, lógicos ante la amenaza de perder la fuente de ingreso. Iribarren destacó la existencia de un informe técnico sobre el riesgo en un sector de la mina y observó: «no se puede permitir que siga entrando gente por el riesgo que corre y para este fin de semana está previsto recibir contingentes de más de mil personas».

El juez tomó una declaración testimonial al ingeniero en minas García Astorga, quien no hizo más que reiterar lo que había advertido por escrito en más de una oportunidad a sus directos superiores de Hiparsa.

Lo grave es que esta problemática se podría haber solucionado en su momento con sólo evitar las excursiones por los lugares señalados como peligrosos. Esto hubiera permitido mantener el circuito y su rendimiento económico en favor del turismo de la zona -único en el país- y, sobre todo, de un pueblo postergado y sumido en la desocupación como Sierra Grande.

El turismo minero es posible, atractivo y generador de recursos pero bajo estrictas medidas de seguridad. Esto lo demuestra la importante concurrencia de turistas y la atracción que ha generado en cada una de las promociones realizadas por la provincia en distintas partes del país y del exterior.

«Turismo Minero» ofrece dos propuestas turísticas en la zona: una de ellas es un circuito tradicional que se realiza caminando por la mina que está autorizado y no reviste peligro, y otro -denominado de «aventura»- que incluye bajadas en rapel (con sogas) y recorridos en balsa, adecuado para personas en buen estado físico, que genera mayor atracción. Este es el que no está habilitado por los técnicos por no ser apto un sector de ese recorrido ante la posibilidad de derrumbes propio del funcionamiento original de la mina. Es un túnel diseñado para que en un determinado momento se produzcan desplazamientos que permitan el paso del mineral. Además hay que tener en cuenta el mantenimiento escaso que se realiza en la mina.

Pero esa advertencia no se respetó en resguardo de la cantidad de gente que ha pasado por el lugar y que podría haber provocado una tragedia si se tiene en cuenta que está en juego la integridad de las personas.