Hubo 20 tomas de tierras en el año en Bariloche

Algunas se desactivaron, otras continúan en pie y en los dos meses últimos surgieron nuevas usurpaciones. El presidente del Instituto de Tierra y Vivienda admitió que hay una emergencia.

El acceso a la tierra en Bariloche se ha transformado en un sueño casi imposible para miles de personas asalariadas. Más aún, cuando los terrenos se cotizan en miles de dólares  en el mercado inmobiliario local. El fenómeno social de las tomas de tierras no es nuevo en esta ciudad. Pero este año volvió a brotar con fuerza.

El presidente del Instituto Municipal de Tierra y Vivienda, Javier Giménez, informó ayer que presentaron 20 denuncias por usurpaciones de tierras de dominio municipal en lo que va de este año. “Tenemos veinte denuncias firmes que hemos hecho durante este tiempo. Ni hablar de las que se desarticulan porque la Policía actúa, que es otro tanto más”, destacó.

Sobre quiénes están detrás de las tomas de terrenos municipales, Giménez no apuntó en forma directa a sectores de la oposición. El intendente Gustavo Gennuso había señalado la semana pasada a organizaciones minoritarias asociadas al Frente de Todos.

“No he hecho la investigación si hay tomas impulsadas por la oposición. Lo que sí estoy convencido es que hay tomas que están muy bien asesoradas por gente que sabe mucho”, afirmó Giménez.

Hay que hacer una investigación más profunda de quiénes están detrás para tener claridad porque sino acusar es muy fácil, pero hay que hacerlo con pruebas para darle seriedad”, sostuvo.

En terrenos que ocupaba la empresa 3 de Mayo crece una toma. Foto: Alfredo Leiva

“Habría que analizar, profundizar desde el punto de vista sociológico a qué se debe esta cantidad de gente que en algunos casos se deja manipular”, observó. “Pero también hay en el fondo una necesidad real que hay que suplirla y trabajar en un plan integral con respecto a la política habitacional”, advirtió.

Detrás de la gente que necesita hay organizaciones que los asesora bien, pero también hay sectores de negocios como que hacen una toma y la venden y lo vemos en las redes sociales. Algunas son inventadas para despistar, otras son reales”, manifestó Giménez.

Estamos en una emergencia habitacional muy importante, agravada por la caída de la actividad económica”.

Javier Giménez, presidente del Instituto de Tierras y Viviendas.

Fuentes judiciales recordaron que en febrero hubo “un poco más de 10” usurpaciones. Aseguraron que el fiscal Tomás Soto y el adjunto Gerardo Miranda pudieron desactivar más de la mitad “y en las otras la Municipalidad terminó conciliando”.

En esta segundo brote, que comenzó a finales de agosto o principios de septiembre, hubo 5 o 6 más, apuntaron las fuentes.

El Ministerio Público Fiscal imputó en lo que va del año a unas 150 personas por el delito de usurpación, estimaron fuentes judiciales.

La última ocupación de tierras registrada está en el predio destinado a la futura terminal de ómnibus. Foto: Alfredo Leiva

 Mencionaron que hay tres tomas en trámite este momento, en la fiscalía. Se trata de la usurpación del predio destinado a la nueva terminal de ómnibus, ubicado en la calle Esandi. También, la toma de los terrenos, que están situados casi frente a los talleres de la empresa 3 de Mayo, en inmediaciones de los barrios Eva Perón y 28 de Abril. En ese caso, el litigio es entre particulares. Y la usurpación de las tierras frente al mayorista Diarco.


Un caso silencioso


Otras se consolidaron en silencio con el paso de los meses. Es el caso de la toma en un cañadón, que separa a los barrios Nuestras Malvinas y Omega.

Yamila llegó con su familia a principios de febrero pasado urgida porque no tenía adonde ir. Se instaló y aguantó el crudo invierno en ese lugar mallinoso.

Dijo que 11 familias viven ahora en la toma. Casi todas levantaron casillas de madera de orilla o cantonera, que es la más económica.

El lunes, los hijos de Yamila jugaban en el patios del lote delimitado con alambres y cables improvisados. Reían, gritaban y se peleaban. La mayoría son nietos de personas que viven en los barrios de los alrededores, cuyos hijos resolvieron tomar un pedazo de tierra para salir de la casa de los padres.

Brenda contó que en la toma ubicada en el cañadón, que divide los barrios 2 de Abril y El Frutillar (frente al Diarco), se instalaron 53 familias. Detalló que hay en el predio 123 adultos y 23 niños. Sostuvo que la mayoría está sin trabajo.

Chapa, nylon y cantonera, todo sirve para levantar estructuras precarias en las tomas. Foto: Alfredo Leiva

La joven se asentó a principios de septiembre con su hijo. Estaba en el terreno de un familiar, pero hubo problemas y escuchó de la toma por un mensaje de WhatsApp y no lo dudó. Pensó que era la solución a su problema. Vive en una casilla de madera que levantó con la ayuda de familiares. A pocos metros, un vecino instaló una cabina de peaje para marcar lo que considera es su lote. Otras  personas viven en espacios diminutos. Usaron chapas, nailon y retazos de madera para armar precarias casillas. Todo sirve para resguardarse del frío y el viento.

La gobernadora Arabela Carreras dijo el lunes en esta ciudad que el viernes anunciará un plan provincial que busca mejorar las condiciones de acceso a la tierra.


5 mil personas en el registro municipal


El presidente del Instituto Municipal de Tierra y Vivienda, Javier Giménez, dijo ayer que había en el registro del organismo “cerca de 10 mil  personas” anotadas para acceder a un lote o una solución habitacional. 

Explicó que fueron “depurando el padrón, haciendo un trabajo muy prolijo y calculo que debemos estar en unas 5 mil personas”. “Y casi seguro que con los compromisos de entrega de viviendas y de lotes que se van a ir dando, se va a ir achicando un poco más, pero, indudablemente, sigue siendo un número alto”, afirmó.

Precarias instalaciones se montaron rápido en las tierras destinadas ala terminal. Hay 20 personas imputadas. Foto: Alfredo Leiva

“Desde mi punto de vista estamos en una emergencia habitacional muy importante, agravada por la caída de la actividad económica en tiempos de pandemia”, evaluó.

El hecho de que vayan a las tomas, más allá de nuestro discurso como Instituto, que tenemos cero credibilidad ante la sociedad, también es verdad lo que decimos de la falta de tierras municipales”, explicó.

Dijo que hay “una cuestión cultural que viene desde hace muchos años, sobre todo, de un sector de la sociedad barilochense, que está en la zona sur de la ciudad”.

“Lo escucho cada vez que hablo con la gente que tiene necesidades, que no tenés otra forma de tener un lote en Bariloche si no es a través de las tomas”, destacó.

“Porque la mayoría de la gente que tiene viviendas en toda esa zona, la mayoría es toma”, observó.

Sostuvo que en las ocupaciones de estos días, hay casos de personas que son la cuarta generación de una familia. Y todos tomaron tierras.

El Estado casi no tiene mucha credibilidad ni mucha injerencia en la planificación en esos lugares, por lo menos, es lo que estoy viendo y analizo”, describió.

Dijo que son muy pocas las urbanizaciones que se ha logrado trabajar desde el Estado. Por eso, muchas familias lo tuvieron que resolverlo solos “comprando a grupos privados”.

“Y si lo llevamos a los tiempos que estamos viviendo, era una cuestión latente la necesidad que explota porque la gente se queda sin trabajo por la pandemia y se desespera”, aseguró.

Dato

150
personas aproximadamente fueron imputadas por el delito de usurpación en 2020.

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