«Independientes proscriptos»

En los años ´60, el peronismo en la provincia de Neuquén se encontraba proscripto. Como consecuencia de ello, nació el Movimiento Popular Neuquino con el fin de poder participar en la contienda electoral de ese entonces. Todos sabemos lo que sucedió? hace más de 40 años que el mencionado partido gobierna la provincia.

Durante los últimos 20 años la oposición ha tratado de torcer el rumbo, pero sin éxito, no cuenta con el número de votantes suficiente para lograrlo ni tampoco ha sucedido alguna crisis tan grave que haga que la ciudadanía exija un cambio más profundo.

Dentro de este panorama se encuentran los independientes proscriptos por todos los partidos políticos o autoproscriptos. Sabemos que en las estructuras partidarias los ciudadanos independientes molestan, nadie quiere resignar su puesto por alguien que demuestre ser más inteligente o aporte buenas ideas. Su función consiste en asesorar, planificar, investigar, pero las decisiones y los logros siempre serán de los políticos?

Lo ideal en la democracia es que haya recambios, alternativas; un balance de fuerzas que exija una competencia permanente por superarse para ofrecer políticos preparados, idóneos y decentes. La alternancia sería lo más conveniente para mantener el sistema sano, competir con ideas y realizaciones, no con promesas incumplibles. De lo contrario, y por acostumbramiento, los funcionarios políticos hacen de su función una forma de vida y rotan por distintas dependencias considerando que son «eficientes» en cualquier área, convirtiéndose a una nueva profesión: funcionario público.

Vienen tiempos de cambio, sólo se requiere actitud, compromiso y voluntad de trabajo en equipo. Hay que cambiar la apatía de la gente con un proyecto de participación ciudadana, integrador, con un fuerte rasgo de solidaridad social, mejorando el entorno donde nos movemos, pues todos pertenecemos a él.

Pensemos por un momento en esa gente que vive en las tomas, pongámonos en su lugar, imaginen estar con su familia entre cuatro paredes, dormir, comer, lavarse, presenciar agresiones, soportarlas. ¿Cómo deben sentirse los chicos que conviven de esa manera, qué ejemplos de vida les estamos dando?

Formamos parte de un todo, aunque vivamos en barrios cerrados con rejas y alarmas.

Debemos ser solidarios, buscando políticas que defiendan al más débil y estableciendo nuevamente la cultura del esfuerzo y trabajo. Para eso deberemos dar el ejemplo, desde arriba: austeridad, trabajo, decencia y docencia. Nos faltan ejemplos y nos sobran oportunistas. Volvamos a los viejos valores y arranquemos de nuevo.

¿Será hora de emular la situación vivida en los años ´60?

Ricardo Dougall, DNI 10.532.537

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Neuquén


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