Informe: Mitos y verdades del césped sintético

La superficie artificial ofrece soluciones ante las limitaciones geográficas y económicas. El cuidado es una de las claves para evitar lesiones.

La utilización del césped sintético se volvió una constante en el alto valle rionegrino y en toda la provincia de Neuquén. Primero fueron las canchas de fútbol cinco y luego se sumaron los clubes federados.

Este tipo de superficie comenzó a usarse en Estados Unidos, Canadá y Europa para superar las dificultades que plantean los climas fríos con lluvia y nieve.

No es casual, entonces, que esta región haya sido el lugar del país donde el sintético apareció como solución. Las condiciones geográficas respecto de otras partes del país, donde el clima es más cálido y húmedo, obligan a buscar otras alternativas para mejorar los campos de juego.

Fue así que se encontró esta opción, que sigue creciendo, pero que también demanda cuidados, algo que muchas veces se subestima a la hora del análisis. 

De los 36 clubes que jugaron el último Federal A, tercera categoría del fútbol nacional, solo dos tienen sus estadios con este tipo de piso:Cipolletti y Deportivo Roca. 

En Neuquén, la mayoría de las canchas que recibieron el sintético de parte del gobierno provincial eran de tierra por lo que el cambio es sustancial. Sin la comparación con el natural, la alfombra significa, en los hechos,  una mejora con sus ventajas y sus contras. 

La necesidad de mantenimiento también existe,  al igual que la de contemplar el calzado.

Normalmente, el fútbol por los puntos se juega con botines que tienen tapones independientemente de si  el pasto es natural o no y esa es una de las razones por las cuales hay más lesiones.

Cuesta pensar que eso vaya a ser tenido en cuenta alguna vez, pero en ese caso el conocimiento del impacto sobre las articulaciones es fundamental para evitar que haya lesiones. De lo contrario, una solución puede terminar siendo un problema (ver aparte).

Catorce equipos de Lifune tienen estos campos de juego o los utilizan para entrenar y están por sumarse tres más (Villa Iris, Eucalipto Blanco y Los Canales).

El dato

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Atlético Neuquén, Bicicross de Senillosa, Patagonia, Unión de Zapala, Don Bosco, Petrolero, Unión Vecinal, Maronese, San Lorenzo, Deportivo Rincón, Añelo, San Patricio, Sapere y Pacífico.

Hay otros terrenos que no tienen clubes en Lifune pero que también han recibido el sintético con buenos ojos, como el estadio Municipal de Junín de los Andes.

Allí se ha llegado a jugar incluso con nieve luego de la inauguración, algo impensado años atrás en la Liga Huiliches de aquella ciudad neuquina. 

Recientemente el gobierno provincial anunció que el objetivo es llegar a las 100 canchas de césped sintético en todo Neuquén para el año que viene. Sólo en la capital ya hay 22.

En cuanto al espectáculo deportivo, ver buen fútbol o no depende de las propuestas de los entrenadores y la calidad de jugadores con los que cuentan.

Es evidente que antes de una cancha de tierra llena de pozos, el sintético es al menos un terreno más regular, pero de todas formas hay que cuidarlo.

Los testimonios de los protagonistas, dirigentes, entrenadores y los propios fanáticos, demuestran que más allá de qué superficie tenga cada cancha, mantenerla en condiciones y el tipo de calzado que se utilice es la clave para mejorar el desarrollo deportivo. 

La elección del césped natural o artificial no soluciona nada por sí misma, sino que son los caminos a seguir los que determinan la calidad de fútbol que se puede mostrar. En definitiva, nada sirve si no se cuida como es debido.

El Maiolino fue pionero y Roca no tiene planeado cambiar

El estadio de Deportivo Roca tiene sintético hace ocho años. (Foto: Archivo)

En 2011 se instaló el césped sintético en el Luis Maiolino. El terreno de juego que posee el Naranja cambió en medio de la campaña para la gobernación de ese año. La dificultad para hacer crecer el césped y luego mantenerlo fue un problema de varios años para Deportivo Roca.

El cambio no solo le permitió a la institución tener un terreno más regular para la práctica deportiva, sino también comercializar el campo de juego con torneos amateurs. Hoy es un ingreso importante el que se genera por el alquiler de la cancha, que está activa todos los días independientemente de los partidos de primera y formativas. 

Desde lo futbolístico representa una dificultad para los rivales que llegan acostumbrados al césped natural y tienen que adaptarse a un pique y forma de circular distintos de la pelota. Para Roca, el Maiolino es mucho más que la cancha donde juega torneos federales, sino que se trata de un reducto muy útil para eventos como el Mundialito, que reúne a miles de chicos cada año. 

En estos 8 años de sintético, algunos jugadores sufrieron lesiones, aunque atribuir todas las molestias a la superficie sería apresurado. Es un campo de juego más duro que requiere sus cuidados, pero al Depo el saldo le da positivo.

Cipo entre el deseo de volver al natural y los costos que eso implica

La Visera de Cemento tiene césped sintético desde fines de 2011. (Foto: Archivo)

Uno de los principales anuncios del presidente del Club Cipolletti Roberto Rapazzo Cesio al ser elegido fue el de remover el césped sintético y volver al natural. A un año del comienzo de su gestión ese deseo comienza a motorizarse, pero el camino es largo.

La realidad económica del país y de la institución hizo que no se postergue la realización de la obra que significaría un gasto de unos cinco millones de pesos y cien días de trabajos en La Visera de Cemento.

La voluntad de hacerlo se manifestó a fines del año pasado, cuando concluyó la participación del Albinegro en la primera fase del torneo Federal A. El objetivo era aprovechar las días de parate y hacer de local en la cancha de San Martín mientras se terminaba el sembrado. Los dirigentes ya tienen el acuerdo con sus pares del León.

La idea es preservar la carpeta para usarla en otro lugar pero eso sólo cuesta unos 700 mil pesos. El proyecto es prioridad para el club y se retomaría en estas semanas.

El sintético fue colocado a fines de 2011 después de una gestión del ex presidente del club Julio Arriaga (en ese momento candidato a vicegobernador) con el apoyo del gobierno provincial de Miguel Saiz.

Más allá de los problemas que arrastraba el campo de juego de La Visera, el desembarco del sintético nunca fue bien visto por los hinchas y la vuelta al natural es un viejo anhelo.

Opinión: El cuidado de los terrenos y el calzado es fundamental

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*Por Mauricio Siri, Preparador Físico.

Desde el 2005 se empezaron a hacer estudios sobre las lesiones en distintas superficies. La FIFA y la UEFA dictaminaron que no hay diferencias en la cantidad de lesiones cualquiera sea el terreno, siempre  que estén bien cuidados.

El índice cambia levemente en el tipo de lesión: mientras que en el césped natural hay más molestias musculares, en el sintético se dan más lesiones óseas. Por ejemplo: el césped natural en buen estado, cuando está alto, genera un desgaste muscular mayor. 

La elección del calzado es clave para evitar lesiones en el sintético. Los botines tapones largos y de aluminio deberían ser utilizados en terrenos naturales, no en superficie artificial. Los multiformes se adaptan mejor al terreno artificial. 

Los campos de sintético deberían peinarse dos veces por semana y además levantarse el campo y moverse el terreno tres veces por año. 

El cepillado que se hace sobre la alfombra es importante. 

Cuando empecé a trabajar en el Depo, con sintético, hice hincapié en la firmeza muscular para que el músculo pueda estabilizar la articulación. Eso se hace con trabajos cortos e intermitentes. Medianas y cortas distancias (de 15 a 25 metros) con más estímulos musculares por semana.

Lo básico y fundamental con el sintético es el mantenimiento. Para nosotros fue muy beneficioso y no tuvimos problemas”.

Juan Gutiérrez, vice de Atlético Neuquén, valoró el hecho de tener la cancha.

“La ventaja tiene que ver con las horas de uso. Ponemos los homologados por FIFA. Mantenidos de forma correcta no generan lesiones”.

Luis Sánchez, Ministro de Deportes neuquino, destacó la gestión gubernamental.

“Tenemos los presupuestos para sacar el sintético. Sigue siendo prioridad pero la cuestión económica nos está frenando”.

El vice de Cipolletti Pedro Gutiérrez ratificó el deseo de volver al césped natural.

“En el césped natural se juega mejor, cambia totalmente. Nunca se me ocurriría poner sintético en la cancha principal”.

Hugo Silva, presidente y DT de Maronese, usa las de sintético como auxiliares.

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