Jardín: el increíble y variado mundo de las suculentas

Es una de las plantas más fáciles de cuidar. Joshua González y Carol Oliva, de Neuquén, nos explican todos los detalles.

Ellas adornan jardines y terrarios, y con sus colores ilumina lugares de exterior o interior. Se definen por almacenar el agua en sus tallos, raíces y hojas. Hablamos de “suculentas”.
Las suculentas – del latín suculentus, ‘jugoso’ – son aquellas que poseen gran capacidad de almacenamiento de agua en las hojas y permite desarrollarse en ambientes secos y áridos, donde otras plantas jamás podrían lograrlo. Es una característica fundamental para reconocer estas llamativas y prominentes plantas.


Esto les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados, sobreviviendo tiempos de sequía en climas áridos.
Continuamente se encuentran nuevas especies porque se hibridan unas con otras, por lo que no existe una definitiva clasificación de especies y a veces lo que se consideraba un género, pasa a ser familia o a integrarse en otra subfamilia.
Gracias a esa gran diversidad dentro de las mismas, la suculenta también es utilizada dentro del diseño de interiores, jardines verticales, terrarios y en el arte japonés llamado kokedama.
Es una de las plantas más fáciles de cuidar. Se han vuelto muy solicitadas y populares en el mercado porque además de su particular encanto requieren de poca agua.


Son ignífugas y debido a todas sus formas – geométricas y colores inusuales- decoran cualquier rincón o repisa dentro de la casa. Pueden ser exuberantes y crecer rápidamente con el riego regular, buena tierra y buenas condiciones de luz.
“Exceptuando la gasteria, las mayoría de las suculentas son amantes del sol directo por varias horas, si es posible el de la mañana y el de la tarde”, explica Joshua González.
Su riego tiene que ser abundante pero no frecuente. Regar cada día y medio, o cada dos en época de verano, y una o dos veces por semana en inverno. La mayoría de las suculentas son de exterior pero algunas como la gasteria puede vivir tanto en el exterior como adornar el interior de nuestro hogar.


Gasteria Branchypylla: Originaria de Sudáfrica, es una suculenta que crece en forma de roseta hasta los 40 o 45 cm. Sus hojas crecen en línea recta y en primavera pueden florecer con un tallo con flores tubulares y colgantes.

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En cuanto a los cuidados, se pueden tener a media sombra o sombra total, pero siempre es conveniente que reciba luz por un período de tiempo.
Durante el verano, el suelo debe mantenerse húmedo, con cuidado de no encharcarlo.


Sedum: Como suculenta colgante es de las más bonitas.

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Tiene una delicada flor de distintos colores, entre blancas, violetas y amarillas.
Esta suculenta es nativa de México y prefiere lugares donde no se las mueva debido a sus frágiles hojas prendidas al tallo, aun asi pueden desarrollar un muy buen tamaño. Su color ideal es el verde azulado, que a la falta de luz tienden a empalidecer.


Echeveria elegands : También de origen mexicano, éstas suculentas cuentan con hojas carnosas sin tallo que alcanzan un tamaño de 10 o 12 cm.


La primavera es su estación favorita y radiante para florecer con delicados capullos de color amarillo o rojo.
Las hojas suelen ser verde o azuladas y pueden ponerse rojizas por el sol directo los días de altas temperaturas.


Aeonium arboreum:
Es muy interesante esta planta dentro de las suculentas ya que su nombre es derivado de “árbol” en latín, porque se asemeja en su forma de crecimiento.

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Sus hojas de color verde claro ante los rayos del sol vuelcan su color morado, florecen en verano pintando de amarillo sus radiantes flores.


Cómo empezó todo


Joshua González y Carol Oliva una joven pareja de Neuquén decidieron arriesgase por estas grandiosas plantas como medio de sustento. En plena pandemia Joshua perdió su trabajo y ante la crisis económica y la falta de oportunidades laborales, decididieron armar un pequeño vivero.
Así nació Enivary. Comenzaron con ventas online porque aún no tienen el espacio para almacenar las plantas .
Joshua cuenta que su primera inversión fue de $ 500 y las primeras ventas fueron destinadas a sus amigos y conocidos quienes se las encargaron de a través de las redes.
“Al momento de decidir a qué daríamos oportunidad del microemprendimiento, no dudamos en hacerlo con plantas, porque más allá de lo material, es mucho más profundo: es vida y nos reconforta saber que la gente que nos compra se llevan vida, con buena energía; que las personas deberán cuidarlas ocupando un espacio en sus hogares. Al menos eso queremos pensar, que las van a cuidar”, comenta el jóven a Río Negro.
Poco a poco van sumando en sus páginas de faceebock e Instagram, sustratos, compost y macetas de auto riego para los que no tienen mucho tiempo.


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