Juicio por crimen en bar de Bariloche

El imputado negó ayer haber sido el autor del balazo que en el 2005 mató a un parroquiano.

Toncek Arko

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- “No tengo nada que ver. Esa noche no estaba ni armado ni disparé un arma”, afirmó ayer Javier Esteban Méndez ante los jueces de la Cámara Criminal Segunda de esta ciudad. El hombre de 32 años está acusado de ser el autor del homicidio de Raúl Alberto Álvarez y respondió a cada una de las preguntas de los jueces Silvia Baquero Lazcano, Héctor Leguizamón Pondal y César Lanfranchi y del fiscal Enrique Sánchez Gavier. Méndez responsabilizó del crimen a una persona a la que identificó como “el chileno”, pero no aportó ningún dato de su identidad. Dijo que ese hombre le disparó a Álvarez. El detenido está procesado por el hecho que ocurrió en la noche del 24 de abril de 2005 en un bar que funcionaba en la calle Elguea 460 de esta ciudad. Allí estuvo con Andrés Leopoldo Lagos y José Fernando Gelves, quien protagonizó una pelea con Luis Alberto Vera en el interior del local. Todos estaban tomando cerveza en mesas diferentes. Según la acusación, Vera estaba con Álvarez y cuando se inició la pelea, el dueño del bar les pidió que se retiraran. Méndez salió del local con una mujer, su pareja, y regresó con un arma 9 milímetros color oscuro brillante. Se detuvo a unos dos metros de la puerta del bar y desde afuera apuntó contra Álvarez y le disparó. Luego, efectuó otros dos tiros y se dio a la fuga. La víctima falleció por las graves lesiones que le causó el proyectil. Por esta causa, Lagos y Gelves fueron sobreseídos, recordó ayer el fiscal. El juicio contra Méndez no se había realizado porque el hombre estuvo prófugo desde que sucedió el hecho hasta finales de marzo pasado, cuando fue detenido por la policía en Comodoro Rivadavia, donde según dijo, trabajaba en una petrolera. Ayer el acusado explicó que se fue de Bariloche porque familiares de Álvarez lo andaban buscando. Cuando el fiscal advirtió que ni Gelves ni Lagos mencionaron “al chileno”, el acusado aseguró que hasta lo vio que portaba un cuchillo y un arma. Y sostuvo que estuvo tomando cerveza con él y su grupo de amigos. Afirmó que el dueño del bar y su señora es imposible que lo hayan visto disparar porque afuera no había iluminación. Norma Carballo, la madre de Álvarez, afirmó ante el Tribunal que cuando llegó al bar “los dueños me dijeron que Méndez le había pegado un tiro a mi hijo”. Recordó que Álvarez estaba muerto, sentado en una silla, y que lo sostenía un guitarrista del grupo que tocó esa noche en el bar.


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