Cómo fue la noche que mataron a Fernando Báez Sosa, paso a paso en fotos y video

Desde el encuentro adentro de la disco "Le Brique" en Villa Gesell hasta que los rugbiers se chuparon los dedos para limpiarse la sangre, una reconstucción completa del momento del crimen.

El periodista Lucas Junes armó en su cuenta de Twitter un hilo donde reconstruye y muestra en distintas secuencias cómo fue la noche en la que mataron a Fernando Báez Sosa. Ese mismo hilo fue retuiteado por el periodista Jorge Rial en su cuenta de twitter.

Así comienza el tuit: «Poco después de las 04:30 hs. de la mañana del 18 de enero del año 2020 un altercado se produjo en la pista de un local bailable denominado «Le Brique» de Villa Gesell, en Buenos Aires-Argentina. Dos jóvenes comenzaron a los empujones y fueron retirados por guardias del lugar.»

Si bien la riña comenzó entre dos personas, los protagonistas estaban con sus respectivos grupos de amigos quienes intercedieron, algunos con ánimos de separar y otros con intenciones de golpear. Aquí es el momento donde se nota por primera vez la diferencia de intencionalidad.

Por una parte los guardias sacan a un sujeto y varios de sus amigos utilizando la fuerza bruta, recurriendo a llaves de sumisión para evitar que desaten su instinto violento y agredan a otras personas, al menos dentro de las instalaciones del boliche. La ira quedaba evidenciada

Fernando intentó separa una pelea en Le Brique

Casi en simultáneo por un lugar distinto los guardias sacan a uno de los protagonistas de esta historia, Fernando Báez Sosa de 18 años, quien se metió en el forcejeo para separar el roce que había tenido su amigo con otro sujeto en medio de la pista, sale tranquilo del lugar.

Amigos de Fernando lo acompañan al salir de la discoteca y uno de ellos hasta saluda al guardia de seguridad que los escoltaba, pudiéndose interpretar como una manera de pedir disculpas por el altercado y poniendo fin a la situación por la cual hubieran preferido no pasar, explicó Junes.

Fernando sufrió la rotura de su camisa en los empujones, al salir del lugar junto a sus amigos fueron por un helado y luego se quedaron en frente de «Le Brique», ellos ya habían olvidado la situación incómoda, todo estaba en calma. La tensa calma que antecede a la tormenta.

El ataque de los rugbiers

A las 04:44 horas algo inesperado sucedió, mientras Fernando esperaba su helado en la vereda de enfrente a la discoteca recibió un golpe a traición, un ataque por la espalda que primeramente lo dejó inconsciente y luego una «manada» de sujetos lo molió a golpes hasta matarlo.

Esta feroz golpiza criminal duró entre 20 y 40 segundos aproximadamente, un amigo de Fernando intentó ayudarlo pero no pudo hacer nada, la banda de violentos lo comenzó a atacar también propinándole brutales golpes de todo tipo en el suelo, estaban totalmente descontrolados.

A partir de este momento en la crónica de lo sucedido comienza una serie de hechos basados en conductas por parte de los victimarios muy difíciles de explicar, acciones que deshacen cualquier tipo de intento de poder interpretar qué les pasaba por la cabeza a estos jóvenes.

La celebración después de la golpiza feroz

Solo un minuto después de la pelea, los victimarios se reúnen a pocos metros del cuerpo sin vida de Fernando, se abrazan, felicitan y dan palabras de aliento. Haber matado a un ser humano fue su gran logro, estaban muy orgullosos de haberlo conseguido en un trabajo grupal.

La banda de criminales, escribió el periodista en su Twitter, camina por una cuadra y son interceptados por Policías de Infantería frente a un supermercado. Aquí conoceremos a Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Juan Pedro Guarino, en unas imágenes estremecedoras durante la verificación.

Ciro Pertossi limpia sus manos de espaldas a los uniformados ya que tenía sangre de su víctima, Luciano Pertossi se chupa los dedos con la misma intención y Matías Benicelli esconde una mano en uno de sus bolsillos. Se hicieron las 04:55 y un mensaje enciende las alarmas.

Lucas Pertossi, también involucrado y pariente de los otros dos con su mismo apellido, avisa en el grupo de WhatsApp de los amigos asesinos que Fernando Báez Sosa había muerto, allí comienza el pacto de silencio que abre otra página increíble en esta historia con el peor final.

Desde ese entonces una serie de mensajes de los teléfonos de todos los involucrados denotaban un total desinterés por la vida humana, algunos comentaban a otros amigos lo que habían hecho, uno organizaba la fiesta en la noche siguiente y otros simplemente se fueron a desayunar.

Mirá el hilo completo:


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