Crimen de Julián Dobra en Roca: la prueba que delató al menor de edad y lo convirtió en el sexto imputado
Un menor de edad fue imputado como partícipe del homicidio de Julián Dobra en Roca. Las evidencias recolectadas en su celular resultaron clave para la acusación.
Un nuevo menor de edad fue imputado este jueves como partícipe primario del homicidio de Julián Tomás Dobra de la Canal, ocurrido entre el 17 y el 30 de abril de este año. La decisión judicial se basó en pruebas determinantes halladas en su teléfono celular, que lo vinculan directamente con la víctima y con el arma utilizada en el crimen.
Con esta imputación, ya son seis los acusados en la causa: tres menores y tres mayores de edad. El hecho generó gran conmoción en la comunidad de Roca, tanto por la violencia del ataque como por las maniobras posteriores para ocultar el cuerpo y destruir evidencias.
El crimen de Julián Dobra
De acuerdo con la investigación del Ministerio Público Fiscal, Julián Dobra murió tras recibir un disparo en la cabeza con un arma calibre .22. El proyectil ingresó por el parietal derecho, provocándole una lesión mortal.
Tras el ataque, los imputados habrían ocultado el cuerpo en la zona de bardas, en un sector alejado de la ciudad. Luego, según la acusación, se deshicieron del arma —una pistola cargada con siete balas— y del vehículo de la víctima, un Suzuki Fan, que apareció incendiado en la cantera Áridos, a la vera de la Ruta Provincial 6.
La prueba clave: el propio celular del imputado
La Fiscalía, a cargo de la fiscal en jefe Belén Calarco y el fiscal del caso Marcelo Ramos, sostuvo que la imputación contra este menor se apoya principalmente en el análisis forense de su teléfono, realizado por la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones (OITEL). En una primera secuencia de apertura de dispositivos incautados, se revisaron nueve celulares, entre ellos el suyo.
En el aparato se encontraron fotos y videos del imputado manipulando armas y dentro del vehículo de Dobra, tanto antes como después del hecho. Incluso, las imágenes muestran un estéreo particular instalado en el Suzuki Fan, coincidente con el que la víctima había comprado por Mercado Libre en 2022, y que estaba en el auto hallado incendiado.
Armas, pericias y coincidencias
La investigación también detectó que el arma que se observa en los videos podría coincidir con una pistola calibre .22 secuestrada en otro procedimiento. Aunque la pericia balística definitiva aún no concluyó, los indicios sugieren que se trataría de la misma.
El análisis de la munición es otro punto relevante. Según los peritos, el proyectil que impactó en la cabeza de Dobra presenta un recubrimiento electrolítico característico, similar al observado en las balas de la pistola incautada. Se esperan los resultados finales de laboratorio para confirmar la coincidencia.
Maniobras para ocultar el crimen
El equipo fiscal relató que, tras la muerte de Dobra, el grupo de imputados se organizó para deshacerse de la evidencia. El cuerpo fue trasladado y ocultado, el auto incendiado y el arma escondida. Los movimientos fueron captados en distintos videos y fotos que circularon en redes sociales y que luego se recuperaron desde los dispositivos secuestrados.
Testimonios de testigos y registros digitales reforzaron la hipótesis de que el menor imputado estuvo presente en las etapas previas y posteriores al crimen, colaborando con la destrucción de pruebas.
La medida cautelar
Durante la audiencia, la fiscal jefa solicitó la prisión domiciliaria con tobillera electrónica por un plazo de dos meses, argumentando riesgo procesal y posibilidad de entorpecimiento de la investigación. Explicó que los involucrados ya habían intentado neutralizar evidencias claves y que restan diligencias pendientes.

Por su parte, el abogado querellante Oscar Pineda (representante del padre de la víctima) solicitó hacer extensiva la medida por tres meses: «Estamos a 20 días desde que se venza el plazo y no van a llegar las pericias necesarias. Por lo tanto, lo que voy a solicitar es que la preventiva sea por tres meses. Adhiero a lo que dijo la fiscal respecto de eventuales testigos que se puedan presentar en este proceso. Ya hay testigos que declararon. Por ende, si hay testigos que declararon tenemos que preservarlos. Si el señor queda en libertad, pues se va a complicar mucho más porque no nos da ninguna garantía».

Olga Marín, letrada patrocinante de la otra querella (representante de la madre de Julián) adhirió al pedido de su colega Pineda. «Nos sumamos al requerimiento de los tres meses y nos oponemos rotundamente a a la devolución de los teléfonos», dijo.
La defensa oficial del menor se opuso parcialmente. Si bien no presentó objeciones sobre los cargos, el letrado, Juan Pablo Chirinos, propuso que el menor cumpla la domiciliaria con permiso de asistencia presencial a la escuela, pero el juez de Garantías lo rechazó y dictó medidas por el término de tres meses. Dispuso que el adolescente continúe su educación de manera no presencial y prohibió cualquier contacto con personas ajenas a su núcleo familiar directo.

Reserva de identidad
En cumplimiento con la Ley 26.061 y las disposiciones provinciales, el magistrado ordenó preservar la identidad del adolescente y prohibió la difusión de sus datos personales o imágenes, tanto en medios tradicionales como en redes sociales.
Los periodistas pudieron permanecer en la audiencia, pero sin registrar ni difundir elementos que permitan identificarlo. El incumplimiento de esta medida podría derivar en sanciones por desobediencia judicial.
Una causa en desarrollo
La investigación continúa con múltiples pericias en curso, incluyendo cotejos balísticos, análisis de material genético y verificación de movimientos digitales. El hallazgo en el celular del imputado no solo lo ubica en la escena y lo vincula con la víctima, sino que también refuerza la línea de investigación sobre cómo se planificó y ejecutó el ocultamiento del crimen.
La Fiscalía espera que las próximas semanas sean claves para definir la situación procesal de los seis acusados y avanzar hacia el juicio.
Un nuevo menor de edad fue imputado este jueves como partícipe primario del homicidio de Julián Tomás Dobra de la Canal, ocurrido entre el 17 y el 30 de abril de este año. La decisión judicial se basó en pruebas determinantes halladas en su teléfono celular, que lo vinculan directamente con la víctima y con el arma utilizada en el crimen.
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