En su primera salida transitoria del penal de Bariloche cometió un robo y lo volvieron a condenar

El joven cumplía una pena por robo cuando accedió en junio del año pasado al beneficio. Ahora, se declaró culpable de haber cometido otro asalto en un juicio abreviado. Y el tribunal le impuso 3 años de prisión efectiva.

Había esperado durante meses, semanas y días para volver a las calles. Aunque sea por unas horas. Pero cuando llegó el momento de su primera salida transitoria del penal de Bariloche, Jorge Eduardo Castillo eligió otra vez un camino equivocado.

La tarde del 15 de junio del 2024, Castillo interceptó a un joven en una calle del barrio Unión. “¡Dame tu campera y dame tu teléfono, sino te voy a cagar a tiros!”, le exigió, mientras le apuntaba con un arma de fuego a la víctima, que entregó sus pertenencias sin resistirse.

El robo ocurrió en la intersección de las calles Siempre Viva y Cacique Huilcaleo. Tras apoderarse de las cosas, Castillo subió a un taxi, donde estaba su madre.

El joven asaltado regresó a su domicilio y relató lo que había vivido a su mamá. La mujer conocía al asaltante y recordó que tenía un régimen de salidas transitorias de la cárcel de Bariloche. Por eso, los padres se fueron hasta el penal a exigir explicaciones.

Cuando llegaron a la unidad penitenciaria, encontraron al autor del robo, acompañado de su madre, en el ingreso al establecimiento. Castillo retornaba a pernoctar al penal como lo exige el régimen de salidas transitorias. Allí, se comprometieron a devolver los artículos robados.

Esa misma noche, el joven asaltado recibió un llamado de Castillo que intentó coaccionarlo para que retire la denuncia. Según el relato de la fiscalía, el imputado le ofreció una moto al joven para que desista de continuar con la denuncia. No aceptó la oferta.

Como no logró persuadirlo, lo amenazó. “Ahora, preparate bien, decile a tu papá que agarre bastantes municiones porque te voy a mandar a cagar a tiros la casa”, le dijo Castillo, según la acusación fiscal. Es más, hasta lo amenazó con secuestrar y matar a un hermano pequeño.


El juicio abreviado


La llamada quedó registrada en el celular del denunciante y fue una de las pruebas que comprometió a Castillo.

Este jueves, el caso se resolvió en un juicio abreviado. Los fiscales Silvia Paolini y Gerardo Miranda sostuvieron la acusación contra Castillo por robo agravado por el uso de arma de fuego y amenazas.

Presentaron las pruebas recolectadas durante la investigación, como el registro y contenido de las llamadas del acusado, testimonios de testigos, entre otras evidencias.

El acusado aceptó haber cometido el hecho y se declaró culpable ante el tribunal, integrado por los jueces Juan Martín Arroyo, Gregor Joos y Marcelo Álvarez Melinger.

El imputado consintió la calificación legal y la condena de 3 años de prisión efectiva solicitada por los fiscales. El defensor público Marcos Miguel, que asistió al imputado, avaló el acuerdo propuesto.

El tribunal lo revisó, consideró que cumplía los requisitos legales y que el acusado se declaró responsable. Por eso, lo homologó y condenó a Castillo a 3 años de prisión efectiva. La sentencia quedó firme.

Tras el juicio abreviado, se hizo una audiencia de unificación de pena porque Castillo cumple una condena de 5 años por robo agravado.

El fiscal jefe subrogante Gerardo Miranda aceptó unificar las dos condenas en una pena única de 7 años de prisión para Castillo. El defensor oficial estuvo, por supuesto, de acuerdo. Y Castillo deberá esperar un largo tiempo para volver a pedir el beneficio de las salidas transitorias.


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Había esperado durante meses, semanas y días para volver a las calles. Aunque sea por unas horas. Pero cuando llegó el momento de su primera salida transitoria del penal de Bariloche, Jorge Eduardo Castillo eligió otra vez un camino equivocado.

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