Intento de femicidio en Neuquén: «le dijo que se cuidara, que la podía matar en cualquier lado»

Un hombre atacó en la calle a su exmujer con un cuchillo. Tenía una prohibición de acercamiento vigente. Debieron intervenir dos personas para detenerlo. Ella se encuentra internada. Él quería irse del país porque dijo: "esta era una justicia de mierda, que siempre favorece a las mujeres".

El 17 de julio pasado José Gregorio Montaño amenazó de muerte a su expareja, Odra María González Trías, con quien tiene dos hijos de 12 y 14 años. Le dijo «que se cuidara porque la podía matar en cualquier lado». Ella lo denunció el 19 de julio y una jueza de Familia de Neuquén le prohibió acercarse durante 60 días. Se lo notificó el 8 de agosto. La mujer fue hasta la sede de la Oficina de Violencia del Poder Judicial, ubicada en el oeste de la ciudad, el 11 de septiembre a contar que él había incumplido con la medida. Ayer se le informó por teléfono, a las 12.05, que debía manterse alejado, sino sería sancionado. A la 13.30, apenas una hora después, la acuchilló en la calle.

El hombre de 55 años fue imputado este mediodía por los delitos de amenazas, desobediencia a una orden judicial e intento de femicidio. Permanecerá en prisión preventiva durante seis meses. El defensor público, Juan Pablo Escalada, no se opuso a la descripción de los hechos, ni a la detención.

En la formulación de cargos que realizó hoy la fiscal María Eugenia Titanti, acompañada por su colega Carolina Mauri, de la Unidad de Violencia de Género y Doméstica, indicó que el ataque fue en el barrio TCI, en las calles Rio Gallego y Lucas Lucero. Él la cruzó, discutieron y comenzó a lastimarla con un cuchillo, de punta y hoja lisa, con mango de color naranja. Le provocó lesiones punzo-cortantes en la región de la cabeza, en la mama derecha, en el brazo derecho, en el abdomen y en la pierna, sumada a una más profunda y de mayor entidad en la muñeca izquierda.

No se detuvo ni siquiera cuando dos varones que pasaban por allí, y oyeron los gritos de la víctima, intentaron frenarlo. Los testigos relataron que forcejearon y debieron tirarle objetos para que cesara, entre ellos una pala. «No quería soltar el cuchillo», afirmaron, y manifestaron que estaba «enceguecido». Mencionaron que Montaño se autolesionó. El arma fue secuestrada.

«Este hecho no fue un suceso aislado, sino que se produjo en un contexto de violencia de género previo, con reiterados episodios de violencia física, psicológica y económica, entre otros», señaló la fiscal.

Titanti y Mauri, las fiscales que intervinieron en la audiencia. Foto Matías Subat.

La mujer, de 38 años, se encuentra internada en el hospital Castro Rendón, sedada y fuera de peligro. Tendrá un período de curación superior a los 30 días.

Hay una tercera testigo que es una vecina que se acercó y dijo que tenía conocimiento de que él ejercía violencia contra sus hijos.

En la primera denuncia que realizó en julio, la víctima relató que el hombre había ido a su casa y pretendía tener relaciones sexuales con ella. Al negarse fue que la empujó y la amenazó de muerte.

"Favorece a las mujeres"


De acuerdo al informe que elaboró el equipo interdisciplinario, en el ámbito de la justicia de Familia, el acusado ejercía violencia de género de manera crónica. Evaluó la situación como de riesgo moderado.

Ambos son oriundos de Venezuela, y ya en aquel país ella sufría agresiones. Estuvieron diez años en pareja y estaban separados. Él salió con sus dos hijos rumbo a Argentina y la mujer vino tras ellos, porque afirmó, nunca fue consultada. La violencia de género, sostuvo Titanti referenciada en el informe, continuó aún no estando juntos. Planteó que la víctima declaró que Montaño no pagaba la cuota alimentaria, ni brindaba cuidados a sus hijos. Ella no tiene familia en la zona.

Una de las compañeras de trabajo de María declaró que le había dicho que el exmarido la amenazó que «si no estaba con él, no iba a estar con nadie«. Lo mismo remarcó la mujer que le alquila la vivienda, a quien le ha mostrado los mensajes de texto y audios que Montaño le enviaba del tipo: «te voy a hacer la vida imposible». Él quería retornar a Venezuela porque en Argentina, decía, había «una justicia de mierda, que siempre favorece a las mujeres».

Titanti pidió para el imputado la medida más gravosa. Enfatizó en que si permanecía en libertad correría riesgo la víctima y los testigos del hecho.

El juez de Garantías, Lucas Giorgetti, hizo lugar a la solicitud de la fiscalía, sin oposición de la defensa, y fijó el plazo de investigación en cuatro meses. Cuándo le consultó al imputado si comprendía la formulación de cargos Montaño respondió que sí y que las veces que él había intentado denunciar a su expareja no se lo habían permitido. También manifestó que aportaba con su salario, y que si ella no había firmado el permiso para que saliera del país con sus hijos, es porque no se encontraba allí.

En ningún momento negó la agresión.

Giorgetti estuvo a cargo de la audiencia. Foto Matías Subat.

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