Juicio por Solano II en Río Negro: condenaron en suspenso a un policía por vejaciones y lo inhabilitaron
El Tribunal de Roca impuso pena en suspenso e inhabilitación a Walter Echegaray por vejaciones contra Daniel Solano. Otros dos policías fueron absueltos por falta de pruebas.
El juicio conocido como Daniel Solano II sumó este martes una resolución central dentro de un caso que lleva más de una década en la Justicia de Río Negro. El Tribunal de Juicio de Roca impuso una condena de ejecución condicional a Walter Raúl Echegaray, el único policía declarado responsable en esta segunda instancia por el delito de vejaciones contra el trabajador salteño. La sentencia incluye la imposibilidad de ejercer funciones policiales durante 5 años.
La nueva sentencia se suma al antecedente principal del caso, que en 2018 terminó con siete policías condenados a prisión perpetua por el homicidio y desaparición de Solano, ocurrido tras su detención irregular a la salida del boliche Macuba, en Choele Choel. En esta instancia complementaria, la Justicia buscó determinar si otros agentes habían participado en la cadena de hechos que precedió al crimen.
La resolución del Tribunal
El Tribunal, integrado por los jueces Alejandro Pellizzón, Maximiliano Camarda y Natalia González, condenó a Echegaray a dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional por el delito de vejaciones, más el pago de las costas procesales. La pena incluyó una inhabilitación especial por 5 años para desempeñar tareas policiales que impliquen uso de armas o funciones de seguridad.

La decisión se basó en testimonios que describieron agresiones físicas durante la madrugada en que Solano fue retirado a la fuerza del boliche. Según el fallo, esa violencia quedó probada a partir de relatos coincidentes que dieron cuenta de golpes, empujones y un uso abusivo de la fuerza.
El Tribunal también absolvió a Echegaray del delito de homicidio agravado, figura por la que había sido vinculado inicialmente, al considerar que la acusación no logró superar el estándar probatorio requerido. Para esta imputación, los jueces aplicaron el beneficio de la duda.
Dos policías, absueltos por falta de pruebas
Junto con la situación de Echegaray, la sentencia alcanzó a Cristian Gustavo Toledo y Ceferino Sebastián Muñoz, quienes estaban acusados de encubrimiento e incumplimiento de deberes de funcionario público. El Tribunal determinó que no existieron pruebas suficientes para acreditarlo y los absolvió.
En la lectura del fallo, el juez Camarda expuso que no se pudo demostrar que Toledo y Muñoz hubieran tenido conocimiento del hecho ni intención de ocultarlo. Las inconsistencias de la acusación y la falta de elementos materiales fueron determinantes para su absolución.
Lo que ocurrió en la audiencia de cesura
Durante la audiencia de cesura, la fiscal en jefe Teresa Giuffrida sostuvo que, si bien Echegaray no tiene antecedentes, la violencia ejercida constituía un agravante significativo. Recordó testimonios que narraron que Solano fue sacado del boliche “como una bolsa de papas”, sin que existieran motivos que justificaran el trato.

Giuffrida solicitó tres años de prisión condicional y seis años de inhabilitación, además de reglas de conducta orientadas a la formación obligatoria en derechos humanos.
La querella, representada por Leandro Aparicio, adhirió al pedido de la fiscalía, destacando los efectos simbólicos que tiene una condena en un expediente que representa uno de los casos más graves de violencia institucional en democracia.
La defensa, encabezada por Nicolás Suárez Colman, pidió la pena mínima de un año en suspenso y aseguró que el nivel de violencia atribuido a su asistido estaba sobredimensionado. También planteó que no existía prueba que vinculara esa conducta con la desaparición posterior del trabajador.
Las reglas de conducta fijadas por el Tribunal
La sentencia estableció un conjunto de reglas de conducta para Echegaray durante tres años. Entre ellas, fijar domicilio, presentarse bimestralmente ante el IAPL y realizar un curso de derechos humanos dictado por el Ministerio de Seguridad de la Nación o una capacitación equivalente que acuerden las partes. Cualquier incumplimiento podría dejar sin efecto la condicionalidad de la pena.
Un caso que sigue generando impacto
Aunque esta sentencia solo aborda una parte del proceso, el caso Solano continúa abierto en el debate público. La búsqueda de responsabilidades institucionales dentro de la estructura policial sigue siendo uno de los ejes centrales para familiares y organismos de derechos humanos.
El fallo dejó un panorama mixto: por un lado, una condena que reconoce las vejaciones; por otro, nuevas absoluciones que reavivan el reclamo por una investigación integral. A partir de esta resolución comienzan los plazos procesales para posibles apelaciones ante instancias superiores.
El juicio conocido como Daniel Solano II sumó este martes una resolución central dentro de un caso que lleva más de una década en la Justicia de Río Negro. El Tribunal de Juicio de Roca impuso una condena de ejecución condicional a Walter Raúl Echegaray, el único policía declarado responsable en esta segunda instancia por el delito de vejaciones contra el trabajador salteño. La sentencia incluye la imposibilidad de ejercer funciones policiales durante 5 años.
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