Policía hirió de gravedad de un balazo por la espalda a un joven que huía, en Neuquén

Le formularon cargos, y también al suboficial que lo acompañaba e intentó encubrir el hecho de gatillo fácil. Ocurrió en el barrio Santa Genoveva.

Un joven y un adolescente fueron sorprendidos por la policía cuando intentaban robar una moto en una vivienda del barrio Santa Genoveva de Neuquén. Ante la llegada del móvil escaparon, y un cabo le disparó a uno de ellos por la espalda. Por ese motivo le formularon cargos, acusado de «lesiones gravísimas agravadas por la condición del autor y por la utilización de arma de fuego».

A un sargento que lo acompañaba le imputaron «encubrimiento agravado en concurso ideal con violación de los deberes de funcionario público», porque intentó ocultar el hecho.

Según informó la fiscalía, la audiencia de formulación de cargos se realizó este viernes a la tarde en presencia del juez Juan Manuel Kees, y la acusación estuvo a cargo de la fiscal del caso Silvia Moreira junto al asistente letrado Pablo Jávega.

El episodio, uno más de violencia institucional, ocurrió el 27 de febrero pasado a las 2 de la mañana en la calle Pehuén del coqueto barrio Santa Genoveva.

Aviso de robo


Personal de la comisaría Primera recibió un aviso de un presunto robo y hacia allí se dirigieron el cabo Juan Antonio Erice y el sargento Leandro Arroyo en el móvil JP-1597.

Al llegar vieron a un joven y un adolescente menor de edad que intentaban sustraer una motocicleta.

El joven mayor de edad se subió a su moto Honda Tornado y comenzó a escapar en dirección a la calle Colonia Alemana. En ese momento, el cabo Erice bajó del móvil y «sin advertencia alguna y sin que exista riesgo para su integridad física o la de un tercero, efectuó un disparo» que le ingresó por la espalda. Lo que se conoce como gatillo fácil.

Perdió el bazo


Como consecuencia de la herida, «la víctima tuvo que ser intervenida y le extrajeron el bazo».

La fiscal del caso explicó que el otro uniformado que acompañaba al acusado, el sargento Leandro Arroyo, intentó ocultar el hecho: omitió informar sobre la persecución, así como la utilización del arma de fuego reglamentaria por parte de su compañero. “Sólo dio intervención a la comisaría de la Niñez por la participación del menor de edad”, indicó la fiscal.

Como medidas cautelares, la fiscal requirió la prisión domiciliaria para el cabo, junto con la prohibición de contacto y acercamiento con víctimas, testigos y personal de la comisaría Primera.

El juez rechazó el pedido de prisión domiciliaria y les impuso a ambos suboficiales la prohibición de contacto y acercamiento.


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