Un fiscal de Cipolletti advierte sobre el mal uso de los recursos del Estado
La crisis por la falta y el mal uso de los recuros del sistema penal no solo afecta a Neuquén, también a Río Negro. De un fallo se conoció el desaprovechamiento de dos jueces. El fiscal jefe cuestionó al defensor oficial.
La crisis que atraviesa el fuero penal de Neuquén, en la que se mezclan falta de recursos humanos con fallas en la organización, genera preocupación también del otro lado del río. Es que la justicia rionegrina copió el modelo de organización y si bien por ahora goza de un sistema saludable, están pensando a largo plazo. En ese contexto, el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna le advirtió a un defensor público sobre el mal uso de los recursos del Estado.
El colapso de la justicia de Neuquén se remonta no solo a los tiempos de pandemia sino a la organización administrativa, a la falta de jueces y a las prácticas atribuidas a la fiscalía y la defensa (pública y particular). Como consecuencia de este sombrío panorama el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén le pidió al Consejo de la Magistratura la apertura de cuatro nuevos cargos de jueces o juezas para la capital con la idea de atajar tanta demanda.
Cipolletti es parte de un conglomerado cosmopolita que comparte escenario no solo con Neuquén sino con otras ciudades aledañas de la zona. Los números demuestran que los jueces y juezas del Alto Valle de Río Negro son los que mayor demanda tienen, concentran el 60% de las audiencias en toda la provincia. Y por ello el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna lanzó una seria advertencia a su par de la defensa pública Sebastian Nolivo por malgastar los recursos del Estado.
El caso fue más o menos así: un hombre y una mujer fueron acusados de robarle el costosísimo celular marca Iphone a una joven en inmediaciones de la calle Mengelle de Cipolletti, entre Almirante Brown y Reconquista. Para ello utilizaron un rifle de aire comprimido. El delito se vio frustrado gracias al uso de las cámaras de seguridad y al rol de la Central de Emergencia.
La mujer que hacía de campana no tenía antecedentes y accedió a la suspensión de juicio a prueba pero al hombre le formularon cargos y se activó toda la maquinaria judicial. El control de acusación es la instancia decisiva para acordar una salida alternativa al juicio o, por el contrario, para que la Oficina Judicial disponga fecha, agenda, jueces y juezas, personal administrativo para las salas, entre otras cosas.
En ese control de acusación hubo un acuerdo parcial de responsabilidad pero el fiscal Márquez Gauna insistía en que el ladrón tenía antecedentes y por eso iba a solicitar en el futuro juicio más de tres años de prisión.
El código procesal establece que el tribunal se debe componer con un solo juez si la pena es hasta tres años, si es superior y hasta doce años hay que confirmar un tribunal de tres jueces y juezas y si es mayor a doce un juicio con jurados populares.
El defensor Sebastian Nolivo, por decisión de su cliente, no aceptó el acuerdo y fueron a juicio. Entonces se conformó el tribunal con el juez Marcelo Gómez, con el juez Guillermo Merlo y la jueza Florencia Caruso.
En medio de las tratativas, la defensa terminó aceptando la pena de tres años de prisión efectiva.
El Fiscal Jefe se expidió diciendo que efectivamente es la pena que acordaron y entonces hizo una reflexión sobre el tiempo insumido en este proceso y los recursos del Estado, porque arribaron al mismo monto que fuera ofrecido originalmente. Lo que significó para la víctima concurrir a la audiencia, pudiéndose evitar.
La bajada de línea de la procuración
Hace tiempo ya que el Procurador General Jorge Crespo firmó una instrucción para conminar tanto a los fiscales como a los defensores públicos a realizar los acuerdos en el control de acusación y evitar la conformación de tribunales de manera innecesaria. Con el arreglo, solo Gómez firmó la sentencia como tribunal unipersonal y sus colegas Caruso y Merlo quedaron desocupados.
Día perdido para un juez y jueza de juicio que se pudo aprovechar para otros casos: ¿cuánto cobran los jueces por no trabajar?, ¿qué hacen cuando no tienen audiencias?. En más de una oportunidad, se ha observado a algún juez penal caminar por el centro de Cipolletti en horario laboral y a los Civiles de la calle Yrigoyen ingresar al edificio mucho más tarde que el resto de los empleados.
La crisis que atraviesa el fuero penal de Neuquén, en la que se mezclan falta de recursos humanos con fallas en la organización, genera preocupación también del otro lado del río. Es que la justicia rionegrina copió el modelo de organización y si bien por ahora goza de un sistema saludable, están pensando a largo plazo. En ese contexto, el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna le advirtió a un defensor público sobre el mal uso de los recursos del Estado.
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