Juzgan al médico de Cipolletti acusado de frenar un aborto legal

Según la fiscalía, le aplicó un medicamento a una joven violada para revertir el proceso ya iniciado. Luego la víctima fue internada contra su voluntad durante más de dos meses.

Comienza este lunes el juicio contra el médico Leandro Rodríguez Lastra, jefe de ginecología del hospital de Cipolletti, quien en abril de 2017 aplicó un medicamento a una joven víctima de violación para interrumpir el proceso de aborto que estaba atravesando. Está acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El accionar de Rodríguez Lastra tuvo consecuencias: a la joven la internaron en contra de su voluntad más de dos meses; la obligaron a seguir cursando el embarazo; le indujeron el parto y luego dieron el bebé en adopción. Desde entonces, según afirman quienes siguen el caso muy de cerca, sufre un grave estado de fragilidad que incluyó intentos de suicidio, aunque podría presentarse a declarar como víctima en contra del imputado.

El caso generó divisiones entre quienes están a favor de los derechos de las mujeres, y cuentan con el respaldo de leyes nacionales y provinciales más el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación conocido como FAL que garantizan la interrupción legal del embarazo en determinadas circunstancias (cuando es producto de la violación es uno de ellos), y quienes están en contra de ese derecho.

Para definir la culpabilidad o inocencia del médico se analizará prueba científica y se escuchará a 26 testigos. Pero la clave estará en observar el caso a través del prisma de la perspectiva de género:la joven llegó a esta situación atravesada por numerosas situaciones de violencia y en cada etapa sufrió más daño que en la anterior. La historia, en definitiva, que padecen muchas mujeres.

R.P., como es identificada en la causa, tenía 19 años al momento del hecho y vivía en Fernández Oro. Según su relato fue abusada en Roca durante una visita a su hermana y descubrió que estaba embarazada el 27 de marzo de 2017 por análisis de sangre que le hicieron en el hospital de Oro. Desde el primer momento dijo que no deseaba continuar con la gestación y amenazó con terminar con su vida si la obligaban a parir.

Llegó al hospital de Cipolletti el 2 de abril a las 20, y la recibió Rodríguez Lastra en la guardia. El médico dice que no asoció su caso con el de una joven embarazada de Fernández Oro que no quería continuar su embarazo, que le habían referido los médicos de esa ciudad por teléfono el 29 de marzo, cuatro días antes.

El jueves pasado ante algunas radios admitió que le suministró una medicación para interrumpir el proceso de aborto que la joven había iniciado con el consumo de una pastilla. “Río Negro” intentó hablar con Rodríguez Lastra para pedirle otras precisiones, le dejó mensajes en su celular pero no tuvo respuesta.

El juicio se extenderá por al menos tres jornadas. En las dos primeras declararán diez testigos, y seis en la última. Luego serán los alegatos.

El juez será Álvaro Meynet, la acusación estará representada por el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y la adjunta Annabella Camporesi. Como defensor se desempeñará Damián Torres.

No se permitirán carteles o manifestaciones a favor o en contra del imputado dentro de la sala, anticipó el juez en una resolución.

Así lo afirmó, consultado por dos radios, el médico Leandro Rodríguez Lastra. Pero cuando le preguntaron si le suministró a la paciente una medicación para frenar el proceso de aborto, que la joven había iniciado de manera particular presuntamente con el consumo de una pastilla de Misoprostol, respondió: “Se la di porque hice el diagnóstico de amenaza de parto pretérmino”.

“‘Probablemente tomó…’ eso en una guardia no existe, tenemos que tener certeza”.

Rodríguez Lastra dijo en su defensa que “yo recibo en la guardia, a las 20, a una paciente en mal estado general, con 38 grados de fiebre, signos compatibles con infección, y un embarazo de 22 semanas y 4 días”.

“Pensando en la paciente y un embarazo ya avanzado, que si naciera ese bebé tenía que ser también asistido, tenía que tomar la decisión pronta, y la decisión que tomé fue interpretada de una manera muy particular porque consideraron que yo estaba violando una ley”, agregó.

Según su versión, “sabía que la paciente tenía un embarazo no deseado” pero “no había manifestado que era producto de una violación”

“¿Por qué Rodríguez Lastra duda de la paciente cuando le dice que tomó Misoprostol?”, se preguntó Ruth Zurbriggen, de la Colectiva Feminista La Revuelta. “Si vas al médico y le decís ‘me tomé tres Paracetamol y me siento mal’, el médico te cree, no contesta ‘te voy a hacer análisis para ver si es cierto’. Estos médicos descreen de la palabra de la mujer cuando está vinculada a derechos sexuales y reproductivos. A su reproducción. Ahí ponen todo en duda. Como los que decían cuando salió el fallo FAL (de la Corte Suprema): ‘y qué sabemos si nos van a mentir o no por violación”. Nosotras les preguntábamos ‘¿cómo hacen ustedes cuando viene una mujer y les dice ‘me duele la rodilla’?”.

La referente agregó que “para mí estos médicos no son objetores de conciencia, son objetores de práctica. Vos podés ser objetor pero no podés ser obstructor”.

Destacó que “el hospital de Cipolletti tiene la complejidad necesaria para garantizar las ILE en el segundo trimestre de gestación (las otras se realizan en los centros de salud), pero todos los médicos son objetores de conciencia, así que se tienen que hacer derivaciones. Eso va contra la ley en una provincia que tiene legislación propia que incluso amplifica el fallo FAL”.


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