La asombrosa misión de llevar literatura a todos los rincones

María de los Ángeles Rivas transporta narrativa por WhatsApp desde que comenzó la pandemia, primero con amigas y luego con varios grupos. Con el eje en las mujeres, la docente impulsa la lectura.

Sin saberlo, una docente y escritora de Bariloche tejió a través de la narrativa oral, un hilo conector entre mujeres en distintos puntos geográficos. “Ya perdí el control de a dónde llega mi voz”, reconoció la mujer, con orgullo.


Con el comienzo de la pandemia, la incertidumbre y el encierro, a María de los Ángeles Rivas se le ocurrió regalar unos minutos de literatura a su grupo de amigas del secundario. Trece mujeres de unos 50 años.

Sin posibilidad de juntarse, la única posibilidad era hacerlo a través de audios de WhatsApp. Muy de a poco, se fueron armando otros grupos de mujeres ávidas de lectura y de esta forma, el “audiolibro” trascendió a oyentes conocidos y hasta las fronteras de la ciudad cordillerana. El eje de la narrativa, insistió la ideóloga, son las mujeres.

“Todo surgió por la cuarentena en el lindo otoño que tuvimos. Estaba leyendo el libro Diez Mujeres, de Marcela Serrano, y se me ocurrió compartir una de las historias con mi grupo de amigas, todas excompañeras del secundario. Y la mayoría, docentes”, contó Rivas, que también es escritora y amante de la poesía. Tiempo atrás, publicó “Mujer de viento”.

Escribe desde su adolescencia, pero publicó su primer libro (“Mujer de viento”) a los 50 años.


Poco a poco, fueron preguntándole si los audios se podían compartir, se reenviaban y llegaban nuevas oyentes. Se fueron armando más y más grupos. “Se fue creando una red inmensa con la idea de que la palabra circule”, reconoció Rivas.

A seis meses de la cuarentena, avanza en la lectura del cuarto libro. Luego de “Mujeres de ojos grandes”, de Ángeles Mastretta y “Malinche”, de Laura Esquivel, ahora es el turno de “Lo que está en mi corazón”, también de Serrano.

Por lo general, son audios cortos de unos 6 minutos de lectura pero si el capítulo es largo, la “entrega” llega a través de varios audios. En extremo metódica, Rivas envía esas lecturas de lunes a sábados, siempre entre las 21 y las 22.

La experiencia es fascinante. Al principio, solo era para mis amigas; entonces, si no podía grabar les explicaba y listo. Ahora, lo siento como una obligación moral”

asegura María de los Ángeles.


Los últimos envíos cerraron con algunas piezas musicales y en unos días más, se pondrá en marcha el canal de You Tube, “Cuentos de mujeres”.

“La experiencia es fascinante. Al principio, solo era para mis amigas; entonces, si no podía grabar les explicaba y listo. Ahora, lo siento como una obligación moral porque hay muchísimas mujeres que lo esperan. Y las devoluciones y agradecimientos son increíbles”, advirtió.

“A la mayoría, no las conozco –señaló-, sólo sé que están ahí. Muchas son números de teléfono sin nombre. Sé que mi voz llega a Río Gallegos, Mendoza, Neuquén, Roca, Cipolletti, Estados Unidos, El Bolsón, Buenos Aires, Alemania y Eslovenia”.

Entre otros lugares, a María la siguen desde Río Gallegos, Mendoza, Neuquén, Roca, Cipolletti, El Bolsón, Buenos Aires, Alemania, Eslovenia y EE. UU.


Contó orgullosa que una alemana admitió que su lectura le servía para aprender el español.

Rivas creció vinculada a la palabra y las letras. Su padre era locutor de LU8 y conducía un programa de música clásica llamado “Música de hoy y de siempre”, en el que intentaba instruir a los oyentes sobre música clásica. Fue muy premiado en la década de los 70.

“Recuerdo a otro locutor de la radio porque su esposa, una maestra jardinera, se ofreció a leerme Dailan Kifki (de María Elena Walsh) cuando yo era muy chica. Mi mamá marcaba su teléfono, se saludaban y yo me sentaba en una sillita de mimbre dispuesta a escuchar la narración de Estela”, detalló con nostalgia.

Las devoluciones y agradecimientos son increíbles. A la mayoría no las conozco, solo se que están ahí. Muchos son números de teléfono sin nombres”

explicó, sobre el alcance que tomó su movimiento.


Esta anécdota va más allá. “Con estas lecturas de pandemia, una de mis seguidoras me contó que una maestra jardinera se inspiró en la metodología y comenzó a leerle a sus nenes. ¡Y nada menos que Dailan Kifki! Yo creo en un hilo que tejen las palabras”, expresó la barilochense de 51 años.


Una escritora con gran sensibilidad artística



 María de los Ángeles Rivas ejerce como profesora de Lengua y Literatura desde hace 30 años.

 Escribe desde su adolescencia, y su primer libro publicado se llamó “Mujer de viento”. Salió bajo el sello de Editorial Taiken.

 Aquella primera publicación tuvo lugar cuando María cumplió 50 años.


 Luego llegó la publicación de “Carta a mí misma”, editado en Puerto Rico.

 María también escribe poesía para el grupo de música y poesía emsamblada, Creciente Sur.

 Su padre era locutor de LU8 y conducía un programa de música clásica llamado “Música de hoy y de siempre”, muy premiado en los 70’.


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