A disfrutar el entrenamiento creativo: se viene otro Mundial de Escritura

Un mes después de conocer el ganador, el Mundial de Escritura organizado por Santiago Llach se prepara para la tercera edición, que se realizará desde el 13 de octubre. ¿Te vas a perder esta oportunidad?

Si de escritura creativa se trata, ya hubo dos atractivas ediciones a lo largo de la cuarentena, pero dicen que no hay dos sin tres y este certamen parece estar preparado para confirmarlo.


Hablamos, claro está, del Mundial de Escritura creado por Santiago Llach, que se realizó por última vez desde el 1 de julio al 20 de agosto; y que después de algunas semanas de descanso se prepara para retornar con su tercera edición.

Si bien este “concurso” de escritura (entrecomillado porque si bien hay premios, no se centra en la faceta competitiva) ya existía desde antes de la pandemia, fue en este contexto donde más se viralizó, a punto tal que llegaron participantes de todo el mundo y en su última edición contó con más de 5.000 personas participando.

Desde el 13 de octubre, en la web mundialdeescritura.com se podrán conocer bases, condiciones, premios, calendario y demás detalles de esta tercera edición, que promete volver a romper récords de participación, sobre todo luego del ruido que generó su última organización.

Pero, ¿de qué se trata el Mundial? Básicamente, funciona como ejercicio de escritura. Con esa premisa como punto de partida, adquiere un formato de “competencia” para hacerlo un tanto más atractivo, pero hay un código implícito entre participantes de que el objetivo pasa por otro lado, el de soltar la pluma y entregarse más a la creatividad.

El certamen tiene como objetivo incentivar la práctica diaria: en su última edición, los participantes subieron 14 textos a lo largo de dos semanas, uno por día.


Establecido este código, bien vale repasar como se realizó la última edición, para entender cual es la forma de llevar adelante este evento.

En el certamen que tuvo lugar en julio, todos los participantes se anotaban en grupos de hasta 10 personas (en muchos casos desconocidos), y tenían como objetivo subir un texto por día durante dos semanas, con un mínimo de 3 mil caracteres.

Claro, no debían escribir de la nada, había una consigna detrás: todos los días, a primera hora de la mañana, un escritor reconocido distinto proponía un punto de partida para la escritura del texto diario. Fue así que circularon distintas premisas, desde hablar de “abuelas malas” hasta una reconstrucción de una situación a partir de una imagen puntual.

Durante dos semanas, todos los textos se cargaron a un documento en la nube, y uno de los puntos más importantes era la efectividad de los equipos. Luego, se realizó un proceso de selección de textos por parte de distintos jurados, conformados por varios autores reconocidos a nivel mundial; y así se fueron definiendo las producciones que llegaron a la gran final.


Entre los premios se otorgaron suscripciones al club de libros Pez Banana, inscripciones a talleres de escritura y muchos más incentivos para aquellos que formaron parte.

Lo importante no fue eso, obviamente. Como afirmábamos al comienzo de la nota, la intención del certamen está lejos de enfocarse en lo competitivo, y sirve más como ejercicio diario de escritura para mucha gente que sin ese estímulo quizás no logra tomarse el tiempo para “sentarse a escribir”.

“La idea del Mundial surgió en 2013 en uno de mis talleres de escritura. Una de mis alumnas decía que no le gustaba nada de lo que escribía y que por eso escribía poco. Yo lo único que supe decirle fue que si quería ser escritora tenía que escribir”, explica Santiago Llach en la web del Mundial.

En aquella época, el Mundial de escritura se llamaba” Le Championnat”, y de allí surgieron varios autores y, por consecuente, textos interesantes. Tal es el caso de “La musica que llevamos adentro”, de Julia Moret, (Paidos, 2017), que surgió en uno de estos Mundiales y que Llach compartió días atrás en sus redes.

Santiago Llach es el organizador y creador del Mundial.


En la última edición, el texto ganador fue “Abuelita”, del narrador ecuatoriano de 27 años Rommel Manosalvas; y contó con la participación de 5.400 personas de 42 países distintos.

Para esta nueva edición apenas se conoce una de las novedades: habrá dos “divisiones”, y se espera un sistema de ascenso y descenso similar al fútbol. Para lo demás, habrá que esperar al 13 de octubre, día en el que se establecerán las bases de un nuevo Mundial. Mientras tanto, afinen la pluma que falta poco.


Una de prácticas y musas



Si bien la escritura no mejora únicamente por la práctica, si es una parte fundamental para que el escritor desate algunos nudos creativos.

Así también lo entiende Llach, que en su web asegura que “el hábito no es todo y que hay un aspecto de la escritura que es solitario y depende de las musas. Tampoco hay métodos infalibles. Todo proceso creativo está lleno de dificultades. Pero mi experiencia es que la mezcla de competencia y solidaridad, de individualismo y presión grupal que se da en estos campeonatos puede ser muy productiva”.


Respecto a su primera edición en cuarentena, Llach aseguró que “en sólo tres días se inscribieron casi tres mil personas de 37 países, y muchísima gente dijo que se sintió incentivada a escribir en las dos semanas de competencia. Además, muchos textos muy bien escritos, conmovedores fueron leídos por las distintas instancias de lectores profesionales”.

“El plan, en la medida en que podamos sostenerlo, es organizar varias ediciones al año e ir mejorando e innovando, y que el Mundial se convierta también en una plataforma de saberes y experiencias acerca de la escritura para todos los interesados de una u otra forma en ella”, explicó el creador.


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