La CEB se prepara para enfrentar la caída de ingresos

La recaudación de la cooperativa de electricidad de Bariloche cayó un 40%. Aseguran que no está en riesgo el pago de los sueldos de marzo y siguen de cerca los anuncios del gobierno.

La parálisis económica derivada de la cuarentena y la dispensa para los usuarios de servicios públicos, que pueden postergar el pago de facturas sin riesgo de cortes, ya causó una importante merma en los ingresos de la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB), cuyos directivos evalúan alternativas para afrontar la crisis.

El presidente de la cooperativa eléctrica, Carlos Aristegui, dijo que siguen de cerca cada una de las variables y el comportamiento de los usuarios, además de mantener contacto permanente con otras cooperativas del país, antes de tomar decisiones.

Sí o sí la facturación se va a caer y esperamos el cierre del mes para ver cuánto”, señaló. Las primeras estimaciones ubican el recorte por arriba del 40%. La CEB también sigue con atención cada una de las medidas del gobierno y la operatoria de los bancos, en caso de que necesiten contraer deuda para afrontar las principales obligaciones.

En el marco de la crisis por la pandemia el gobierno nacional resolvió que los usuarios podrán discontinuar el pago de los servicios públicos como gas, agua, electricidad, telefonía, internet y tevé por cable sin sufrir cortes y fijó en principio para ese régimen un plazo de 180 días.

El gerente de la CEB, Federico Lutz, dijo que si bien está resuelta la prohibición de corte, “no alcanzará a todos” sino a alrededor del 30% de los usuarios. Dijo que falta establecer cómo acreditarán su condición y ése punto “depende de la reglamentación”.

Amplio universo

El beneficio alcanzará a quienes cobran la AUH, jubilados que perciban hasta dos haberes mínimos, monotributistas sociales, trabajadores de casas particulares, electrodependientes, beneficiarios del seguro de desempleo, cooperativas de trabajo, empresas recuperadas, instituciones de salud afectadas a la emergencia y organizaciones de bien público que contribuyan a la producción o distribución de alimentos.

Lutz dijo que si bien esperarán para hacer una estimación más precisa, desde el 19 de marzo y hasta ayer (el período de cuarentena general) la recaudación de la cooperativa “se cayó entre un 38 y un 40%” en relación con lo habitual para esas fechas.

Aclaró que falta sin embargo acreditar algunos pagos realizados a bancos sin sucursal local, que demoran su liquidación.

Al tener sus oficinas cerradas, la CEB difundió la implementación de una “mesa de entradas virtual” y la opción de realizar trámites y pagos digitales.

Lutz dijo que falta ver también lo que ocurrirá en abril para “tener la curva de caída, en pesos y también en personas”. Señaló que como consecuencia de la nueva situación podría haber más usuarios en condiciones de ingresar a la tarifa social, que les bonifica el costo en los primeros 150 kW mensuales y les descuenta un 50% en los siguientes 150 kW.

Explicó que a la CEB ese programa le significa 2,8 millones de pesos mensuales “y se podría incrementar”. Hoy se benefician 8.000 usuarios sobre un padrón de 54.000.

Para Lutz, las medidas que difieren o condonan el pago de servicios tienen su complejidad “porque el 42% de lo que paga el consumidor son tributos, y el ingreso fiscal también hay que cuidarlo”. El otro 58% de la tarifa se aplica al pago de salarios, compra de energía y costos operativos.

Lutz señaló que “el problema macroeconómico es enorme” y por eso el gobierno central “tiene que estudiar cada paso con mucho detenimiento” para evitar perjuicios mayores.

“Antes de provocar un corte en la cadena de pagos lo van a pensar muy bien, porque se necesita que las generadoras sigan despachando energía, Y están en el sector privado”, completó.

Aseguró que la CEB “tiene una gran apertura para facilitar el sostenimiento del servicio a los sectores más vulnerables” y pretende que “se haga especial hincapié en la determinación de esos grupos”, lo cual va a requerir la confección de una nueva base de datos “porque la actual no sirve”.

Sueldos asegurados

Aristegui dijo que cuando tengan un panorama más claro avanzarán con las “decisiones institucionales”. Aseguró que el pago de los sueldos de marzo “no corre riesgo” y que “lamentablemente se va a resentir la cadena de pago con los proveedores”. Aunque aclaró que no saben todavía “cuánto va a ser el golpe”.

Por ahora los directivos de la prestadora eléctrica se impusieron la evaluación constante de la situación para “anticiparse” en todo lo posible y evitar mayores perjuicios.

Lutz dijo que la última palabra la va a tener el Consejo de Administración y todo dependerá de “cómo pedirán los gobiernos que se orienten las decisiones”.

Recordó que no sólo tendrán problemas para pagar la luz los usuarios sin ingresos, sino las empresas y comercios que cerraron o sufrieron una grave caída de facturación.

Dijo que la CEB podría ofrecer “distintos planes” como ocurrió con las crisis del Hantavirus, los dos volcanes (Chaltén y Puyehue) y la gripe H1N1. “La reducción de la actividad económica va a impactar en todo nivel, incluso en los asalariados -dijo Lutz-. La toma de decisiones viene bien, pero no podemos fijar una tendencia todavía. Tenemos sólo una foto de 12 días”.


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