“La cooperativa no es víctima”
“No pueden decir que la cooperativa es una víctima más, no es así”, dice Graciela. “Ellos fueron negligentes y les cabe una cuota de la responsabilidad de lo que pasó porque tendrían que haber tenido ese lugar cerrado”, afirma. “No fui a la casa de mi tía y pasó esto. Fui a un lugar público a comprar y ellos tienen responsabilidad”, remarca. Y advierte que a pesar de ser asociada “nadie de nadie de la Coope se comunicó para ver cómo estaba. Los señores de la cooperativa tendrían que preocuparse por quienes vivimos esto, y no ordenarles, como hicieron, a los empleados de no hablar con la prensa ni la policía”, dice. La mujer es atendida por el ingreso de material de los tubos fluorescentes en un ojo y por un daño en su oído izquierdo que le afecta el equilibrio. “La primera vez que volví a un supermercado fue tremenda. Se cayó un cajón de verduras y salté, como si fuera una bomba”.
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