La corrupción a todo nivel
Cinco Saltos
La corrupción, nuestro pan de cada día y de nunca acabar. Hace un tiempo, en una nota publicada por este medio, yo afirmaba que la brecha, en cualquier estado, es una cuestión moral, y lo moral tiene que ver directamente con la actitud recta de una forma de vida irreprochable en el tiempo.
Hoy, buena parte de la sociedad, incluso a nivel mundial, es light en todas sus formas y los valores pasaron a ser desvalores, al punto tal que ya ni siquiera importa “la vida”. Se pasó a no tener límites y -enfrentando incluso a Dios creador- se pide que se legalice un crimen encubierto llamado aborto, y todos seremos cómplices en cuanto se destinará una parte del dinero del pago de nuestros impuestos al mantenimiento, bien aceitado por cierto, del circuito del “festival del sexo” y las empresas que capturan rentas extraordinarias, con tejidos y órganos de los fetos. Además esta propuesta está alimentada por la candidatura de Fernández-Fernández… muy raro, en el sentido de ir contra el papa Francisco.
Vayamos a tres de los múltiples casos de los últimos días: 1°) Sergio Varisco, intendente de Paraná (UCR), golpeado por algunos vecinos. No lo consiento, pero paralelamente es juzgado por “narcotráfico”. 2°) El papa Francisco suspende a cinco de sus más cercanos colaboradores, incluido el número dos de la AIF (Autoridad de Información Financiera), por operaciones financieras de “fraude” contra el banco del vaticano. 3°) Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón, uno de los fundadores del Pro, repartiendo chapas, comida en bolsones cerrados y lacrados con su nombre.
Ya no importa “absolutamente nada” y se logra gracias a una Justicia que no actúa como un poder independiente de un estado democrático, sino con la impronta de los hombres caña, es decir, que van hacia donde sopla el viento del poder de turno.
Silvano Giacolla Caruso
DNI 8.119.343
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