La cuestión mapuche en la agenda del papa

El experto en religión espera que los pueblos originarios, los jubilados y temas sociales sean ejes del discurso de Francisco en Chile. Su relación con Argentina y las resistencias internas.

Fortunato Mallimaci, sociólogo

P- ¿Cómo impacta políticamente la visita del papa a Chile en enero, especialmente a Temuco, muy cercana a nuestra región?

R- Todos los viajes de los papas tienen implicancias políticas. Los de Francisco son muy parecidos a los que hacía Juan Pablo II: en el caso de Francisco, al provenir de una experiencia Latinoamericana tiene un perfil de congregar a distintos grupos y hablar de temas sociales fuertes, especialmente desde la mirada de la Iglesia hacia América Latina. En Francisco es fuerte la idea de una Patria Grande, donde espera que la Iglesia tenga un rol significativo, que sea reconocida como actor social importante. Por otro lado, está la fuerte crítica que realiza a lo que llama los mercados ultradesregulados, el poder del dinero, y como han hecho otros papas antes que él, prestará atención a los pueblos originarios, como ya hizo en Bangladesh o en otras partes de Latinoamérica.

P- ¿Qué tono imagina?

R- Desde fines del siglo pasado y principios de éste la Iglesia católica marca una fuerte presencia acompañando a pueblos originarios en Colombia, Brasil, Ecuador. Temuco debiera ser un lugar prioritario para esa prédica, en la cual la Iglesia incorpora un pedido de respeto sobre la religiosidad, las creencias y la cultura mapuches. Ese punto debiera tener impacto en Río Negro y Neuquén, donde las comunidades en los últimos meses han sido catalogadas como destructoras, invasoras de cierta “identidad argentina”. Me parece que ése no va a ser el discurso de Francisco, porque no es el discurso de la Iglesia en el país ni menos de la congregación salesiana, que tiene una fuerte presencia e historia allá en el sur y que en estos días, por ejemplo, ha repudiado fuertemente la represión que terminó con la muerte de Nahuel.

P- Francisco tiene un discurso sobre las periferias: los ancianos, los jóvenes, inmigrantes…

R- Eso lo dice hace tiempo, la crítica al mercado desregulado, al imperialismo del dinero, la tradición católica de considerar al dinero como la “caca del diablo”, una figura que usa mucho Francisco y que busca alertar sobre estos problemas. Se liga a la política internacional que tiene históricamente el Vaticano, que es denunciar a los intereses globales causantes de deudas y empobrecimiento.

P- Sobre la política argentina el papa ha tenido más gestos que palabras ¿Cómo ha evolucionado su relación con los gobiernos?

R- Ha reafirmado una presencia en la Patria Grande, reclamando el fin de los conflictos que en algún momento desgarraron al continente. Y que las políticas de ajuste no sean sobre esas “periferias” que sean ellas las que paguen cada vez los costos y que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Esto explica que la política de Francisco mantenga cierta distancia del actual gobierno, no son un secreto las distancias y reticencias. Esto no quiere decir que no haya importantes sectores católicos al interior de Cambiemos, ni que al interior de la Iglesia haya obispos y sectores más complacientes con las políticas de este gobierno.

P- Hay una fuerte puja entre los políticos argentinos para apropiarse de la figura y los gestos de Francisco. Ir a Roma, la foto…

R- En Argentina es histórica la figura de lo que yo llamé el “sueño del obispo amigo”. Cada sector político, económico, sindical o educativo cree que para hacer política exitosamente tenía que tener un sacerdote amigo, después un obispo amigo y ahora el papa amigo, porque creen en su poder simbólico . Desde lo mediático, hay tanto “Franciscos” como medios grandes de comunicación lo analicen en Argentina. Cada uno tiene su mirada, sus críticas y apoyos al papa según sus propios intereses. Eso hace difícil la tarea a un personaje como Francisco que tiene miradas positiva a nivel mundial, pero que en su propio país los distintos catolicismos sean a veces de oposición y crítica. En la propia iglesia tiene apoyos y enfrenta resistencias. No extraña que aquí Francisco sea prenda de disputa en lugar de prenda de unidad, a diferencia de otros papas en sus países de origen.

P- ¿Por eso demora su viaje a la Argentina?

R- Hay algo de eso. Francisco ha nombrado a más de 40 obispos en Argentina, casi la mitad del episcopado. Pero él todavía no ve que haya una iglesia Católica que en algunos temas salga a posicionarse de manera uniforme. A la hora de defender al papa no lo hace con fuerza, demostrando disputas, distancias, negociaciones, que no son públicas pero están presentes. El Papa es Francisco, pero en Argentina, en muchos casos sigue siendo Bergoglio.

P- Se habla del papa peronista, el papa populista…

R- Es interesante cómo Francisco antes de ser electo era el gran crítico del último gobierno peronista y de repente pasó a ser el papa peronista. Allí también está la mirada de los medios y los grupos de poder que pensaron que Francisco, como había criticado al gobierno anterior, iba a acompañar la inserción en la globalización financiera. No fue por ese lado, siguiendo la doctrina histórica del Vaticano. Quizás este papa es más osado en política: ha visitado Cuba, colabora en la pacificación en Venezuela e insiste sobre la presencia social del catolicismo a nivel mundial cuando se imponen políticas de derecha. Entonces decir que los inmigrantes son personas y tienen derechos parece subversivo, decir que los mapuches tienen derechos para algunos es atentar contra cierta idea de “Nación argentina”. Tanto se ha corrido el discurso a la derecha que ser solidario con los pobres es visto como disruptivo.

Estudioso de los lazos

entre fe y sociedad

Fortunato Mallimaci es doctor en sociología por la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París. Está especializado en la historia del catolicismo, los grupos religiosos en sectores populares, pobreza y políticas sociales. Es profesor titular de Historia Social Argentina y del seminario Sociedad y religión en la UBA. Es Investigador del Conicet en Sociedad, Cultura y Religión. Escribió entre otros libros “El mito de la Argentina laica”, “Atlas de las creencias religiosas en Argentina” y “La influencia de las religiones en el Estado y la Nación argentina”.

Contacto cercano. Como ya lo hizo en sus visitas a Colombia (foto), Brasil y Bolivia, el papa mantendrá en Chile un encuentro con representantes de pueblos originarios.

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