La curiosa metáfora para explicar por qué no hay fiscales en Rincón de los Sauces

“Nosotros necesitamos un jugador de fútbol, y nos eligen un jugador de básquet. Ojo, eligen uno que conoce bien el reglamento del fútbol, que sabe hasta el peso de la pelota. Pero nunca jugó en ninguna cancha de 11. Lo parás, le decís jugá, y no sabe qué hacer. Eso nos viene pasando”.

Así explican, en el Ministerio Público Fiscal (MPF), lo que sucedió con los últimos designados en el puesto de fiscal en Rincón de los Sauces, que duraron menos de un año en el puesto: tienen conocimientos teóricos, pero eso solo no es suficiente.

Ayer se encargó de evaluar a los candidatos a fiscal de Rincón de los Sauces uno de los alfiles de José Gerez, Agustín García, y puso la vara muy alta en el examen teórico. Entrevió, según el criterio del MPF, que no eran jugadores de fútbol.

Por eso, el compromiso de un nuevo fiscal para Rincón de los Sauces quedará en el galpón de las promesas incumplidas. El concurso organizado en tiempo récord por el Consejo de la Magistratura -en plena campaña para renovar la intendencia de la ciudad- se estrelló virtualmente ayer, debido al bajo desempeño de los dos únicos participantes en los exámenes escrito y oral.

Deborah Sinigoj, abogada de Centenario, y Ernesto Figún, de Entre Ríos, reunieron hasta ahora 16,28 y 15,23 puntos respectivamente sobre 80 posibles.

Algo parecido sucede con el concurso para elegir un defensor civil para la ciudad petrolera, donde los dos concursantes, Juan Carlos Fernández y Sonia Gómez, reunieron hasta ahora 28 puntos sobre 80 disputados.

Es decir que en las dos competencias, pero sobre todo en la de fiscal, ninguno de los participantes está en condiciones de obtener al menos 50 puntos, ya que solamente quedan 20 en disputa: los que otorga la entrevista personal. En ocasiones similares, el Consejo declaró el concurso fracasado en esta etapa.

Cubrir cargos judiciales en Rincón de los Sauces es un antiguo empeño de los intendentes, pero faltan candidatos. Y los que aparecen, no duran.

También está en discusión si se justifica la inversión en una estructura judicial más grande en la ciudad. Desde las estadísticas dicen que no, pero es indiscutible que acercar el servicio a la ciudadanía es una de las obligaciones del Estado.

El último fiscal que hubo en la ciudad renunció por Whatsapp al año de estar en funciones (y de ese año, varios meses los pasó de licencia por enfermedad). A él, al anterior (que también duró un año), y a otros fiscales se refieren en el MPF con la metáfora de futbolistas y basquetbolistas. Los dardos van dirigidos en realidad hacia el Consejo de la Magistratura, encargado de la selección de magistrados y funcionarios.

La renuncia por Whatsapp ocurrió en vísperas de las elecciones del 1 de septiembre para renovar cargos municipales. El intendente Marcelo Rucci, aliado del gobernador Omar Gutiérrez y del senador por Vaca Muerta Guillermo Pereyra, presionó para que la vacante se cubra de inmediato. Tuvo eco: el Consejo de la Magistratura organizó a las apuradas un concurso.

Al comienzo hubo seis interesados, pero a la etapa de exámenes llegaron dos: Sinigoj y Figún. Ambos de la misma edad (57 años) y egresados de la Universidad Católica de Salta pero con once años de diferencia (2009 y 1998 respectivamente), ejercieron poco la profesión, nunca trabajaron en el Poder Judicial ni se entrenaron en el sistema adversarial.

Eso se tradujo, según los jurados Juan Agustín García y Gustavo Arocena, en los “errores de concepto”, “respuestas confusas” y “citas normativas erróneas” en que incurrieron en sus exámenes escrito y oral.

Las notas fueron muy bajas. Sinigoj obtuvo 7 y 6 puntos (total: 13 sobre 40) y Figún 5 y 4 (9 sobre 40).

Ya están fuera de la cancha, falta que se lo comuniquen.

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