La escuela cada vez excluye más con las evaluaciones que hace

La educación en la sociedad es el sistema que en cada acción debe asegurar la participación de todos los sectores, sin diferencias ni privilegios. Ello nos dirige hacia el análisis de la realidad a partir del diagnóstico que expresa una profunda crisis en los sistemas de evaluación de conocimientos.

La crisis se presenta desde la ausencia de proceso en la producción de conocimientos, debido a la falta de instancias de enseñanza durante el ciclo 2002 y por otro lado se refleja con marcado énfasis en la concepción que predomina sobre el concepto de evaluación y por los instrumentos utilizados para concretar la instancia evaluativa.

Es inevitable analizar los guarismos de repitencia, de deserción, de desgranamiento y sobreedad en las escuelas, que se concretan al finalizar el período de exámenes. No es un tema que se pueda abordar desde la individualidad del dato, dado que es absolutamente complejo el conjunto de factores que intervienen en este resultado final. No obstante la pregunta es: ¿qué conocimientos se les exige a los alumnos en los exámenes?, ¿existe la seguridad por parte del profesor que son los conocimientos desarrollados en clase y comprendidos por los alumnos?, ¿fueron suficientes las instancias de evacuación de dudas, cuando se inicia el ciclo lectivo con las mesas examinadoras?,¿fueron suficientes los tiempos de estudio que el alumno le dedicó?

Es indudable que este es un tema preocupante y que de ninguna manera lo pueden solucionar ni los profesores, ni los padres, ni los alumnos por sí solos Es un tema de política educativa y de concepción filosófica de educación. Ello trasciende cuando la escuela se transforma en el instrumento más importante de exclusión social. Es el flagelo de la educación de un pueblo que inicia el camino de la marginación de niños y jóvenes, que no pueden transitar otros caminos hasta tanto no resuelvan recorrer el de la escuela media

Estos jóvenes que quedan en el camino, pasan a conformar el grupo de los excluidos por ser parte del analfabetismo, el semianalfabetismo y el analfabetismo informático que afecta a las sociedades subdesarrolladas y que no son capaces de generar cambios y transformaciones.

Así se pone en evidencia que los sistemas pedagógicos y didácticos de evaluación deben estar al servicio del aprendizaje y no ser la causa de la exclusión social de muchísimos niños y jóvenes que ven frustradas sus oportunidades de aprender e integrarse a una institución educativa.

Ana Goicoechea de Correa

Académica e investigadora en Educación


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