La escuela de frontera que quiere la autonomía alimentaria

El CET 35 fue creado este año y alberga a 17 alumnos de El Foyel, Río Villegas y El Manso. La agricultura familiar y la producción para el autoconsumo, son las premisas de su proyecto.

Al pie del cerro Montura, también llamado Foyel por los lugareños, en una zona de vegetación abundante y suelos de tierra fértil, en El Manso Medio, crece de manera silenciosa una pequeña revolución educativa con el eje de transmitir saberes en pos de la soberanía alimentaria.

El Centro de Educación Técnica N°35, con orientación agropecuaria, fue creado a comienzos de este año tras un largo peregrinar de las familias de la zona. Todos se involucraron en el pedido de su creación con el objetivo de ofrecer una alternativa de formación a los chicos de los parajes El Foyel, Villegas y El Manso en su propia tierra y con su lenguaje cotidiano.

La comunidad pedía una escuela agroturística porque las dos actividades son el sustento económico de la zona y se decidió acompañar desde la producción agropecuaria, que vaya de la mano con el turismo, pero que el turismo no termine tapando la forma de vida tradicional que tiene la comunidad de El Manso”, destacó a RÍO NEGRO Alejandro Vautier, coordinador del área técnica del CET 35, ubicado a unos 75 kilómetros de Bariloche.

Un campo de lupinos, el bosque y la montaña, en el patio de las escuelas de El Manso Medio. Foto: Chino Leiva

A ese reclamo atendió la gobernadora Arabela Carreras y en enero se creó la escuela que hoy transita su primer año de vida con 16 alumnos ingresantes que asisten 8 horas de clases, entre las materias convencionales y las propias de la especialidad, y un estudiante con una trayectoria especial porque la pandemia lo dejó del otro lado de la frontera, en Chile, sin poder cursar junto a sus compañeros (ver aparte).

Una huerta en construcción con espacio para la producción de semillas y de alimentos, además de la cría de conejos, forman parte de la vida cotidiana en esta escuela técnica donde trabaja una docena de profesores que tienen en carpeta proyectos para sumar plantaciones de frutales de pepita, carozo y fruta fina, crear un invernáculo, sembrar trigo, y criar cerdos, ovejas y gallinas.

“La herramienta es la agroecología para llegar a la soberanía alimentaria”, dijo Vautier como parte de la premisa que domina el proyecto de esta escuela que tiene 13 alumnos confirmados para iniciar el primer año en 2022, quienes se sumarán a los 17 que darán el paso a segundo año.

Alejandro Vautier (coordinador) y Graciela Giulianelli (directora) lideran el proyecto de la nueva agrotécnica de la cordillera. Foto: Chino Leiva

En los primeros años de cursada las materias técnicas se basan en la producción vegetal huerta familiar y producción de autoconsumo. En los años superiores llegarán las materias específicas orientadas al ganado bovino, ovino, porcino, entre otros.

Hoy los chicos llegan cada mañana a las 8 en un transporte escolar que realiza un recorrido por los tres parajes en busca de los alumnos. Algunos deben salir de sus casas poco después de las 7, según contaron Juan Manuel y Maximiliano, dos de los estudiantes que con timidez relataron su experiencia a RÍO NEGRO. Hasta el mediodía cursan las materias tradicionales de la currícula escolar y luego del almuerzo llega el turno de las áreas técnicas hasta las 16 que el colectivo nuevamente los espera para volver al hogar.

Estamos transitando el primer año de la escuela con mucha expectativa, con muchos desafíos y proyectos que involucran a la comunidad”, destacó la directora Graciela Giulianelli, quien valoró la predisposición de la Escuela Hogar 213 y el ESRN 27 (CEM Virtual) que comparten sus espacios para albergar al nuevo colegio hasta que cuenten con su propio edificio (ver aparte).

Como parte de esta integración con una comunidad muy activa de pobladores que lucharon durante años para lograr este establecimiento, el CET involucró a las familias para elegir el escudo de la escuela y hace pocos días hicieron una votación para definirlo en base a diseños de los propios alumnos. En esa convocatoria a la participación, votaron más de 120 personas y el escudo ya está en marcha con los símbolos del paraje: la montaña, el cóndor, el trigo y el puño en alto de la lucha de sus pobladores.

El CET 35 comparte una huerta con la escuela hogar y comenzó a diseñar su propio espacio para semillas y producción de alimentos. Foto: Chino Leiva

También se piensa en recuperar las tradiciones productivas de la región. “Esta era una zona triguera y coordinamos con el Comisionado de Fomento reactivar una trilladora y un molino que allí tienen para producir la harina propia para la comunidad”, señaló Vautier, quien además impulsa un trabajo cooperativo con las familias para la producción de huertas donde los alumnos participan activamente llevando la motivación al hogar.


El objetivo de un edificio propio



El CET 35 comenzó a trazar su historia como la mayoría de las escuelas que se crean desde cero: sin un edificio propio. Hoy comparten espacio con la Escuela Hogar 213 y la secundaria rural virtual, ambas ubicadas en un predio de 6 hectáreas.

En este terreno, ubicado a un lado y otro de la ruta provincial 83, a solo 10 kilómetros de la intersección con la nacional 40, se proyecta edificar el CET 35, según el compromiso asumido por las autoridades del Ministerio de Educación.

El año que viene ingresa otro grupo de estudiantes, vamos a necesitar un espacio más a la espera de la construcción del edificio que seguramente va a tener la primera etapa el año que viene”, destacó la directora Graciela Giulianelli.

La cría de conejos es una de las actividades de la escuela técnica de El Manso. Foto: Chino Leiva

La idea es que a futuro también los docentes tengan una vivienda disponible para quedarse algunos días en el paraje y fortalecer así el contacto con los estudiantes. Hoy la mayoría viaja a diario desde El Bolsón, distante a 70 kilómetros, a excepción de Vautier y Ayelén Rodríguez, la profesora de Ciudadanía y Geografía.

El primer año se cerrará ahora con un viaje de estudio de los estudiantes a Viedma para tener contacto directo con una escuela similar, de formación agraria y con una amplia trayectoria, como es la ESFA de la capital provincial.


Elías, el alumno que estudia del lado chileno



Elías Delgado tiene 15 años y es un alumno especial para el CET 35. Los propios docentes lo contactaron ante el conocimiento de su interés por estudiar y por las tareas de campo. Había egresado en 2018 de la Escuela Hogar 213, incursionó un primer año en una técnica de Mallín Ahogado y abandonó para retornar a vivir con su padre en el paraje El León, ubicado en territorio chileno a solo 40 minutos a pie de la frontera argentina.

Hasta este lugar fronterizo, a unos 30 kilómetros de la escuela, llegan los profesores cada 15 días para tener contacto directo con Elías. Ellos del lado argentino, a unos pasos del control aduanero del paso Resguardo EL Manso, y el adolescente de 15 años en tierras del país trasandino.

Maxi y Juan Manuel, de alumnos del primer año del CET 35 viajan cada mañana en el transporte escolar desde sus casas, alejadas de la escuela. Foto: Chino Leiva

Ese encuentro es vital para la trayectoria escolar de Elías que durante el resto de la semana tiene diálogo fluido vía whatsapp con los profesores y también envía videos y mensajes a sus compañeros que aún no conoce personalmente porque las restricciones de la pandemia del coronavirus no permiten que transite la frontera.

Del lado chileno le es casi imposible la escolaridad a Elías porque el poblado más cercano, Cochamó, está a unos 60 kilómetros y no hay camino vehicular para llegar. Se deben vadear ríos, cruzar un lago en bote y caminar varios días. Su doble nacionalidad, por haber nacido en Bariloche, le allanó el camino para seguir sus estudios de este lado de la Cordillera.

Elías camina 40 minutos para llegar a la frontera, tiene que cruzar el río Manso en bote, vive en una zona rural apartada de otras casas en Paso El León, junto a su padre que es no vidente. Viven de la producción agropecuaria, tienen huerta, invernáculo, animales y es un chico que le interesa mucho aprender, progresar, quiere hacer esa vida para acompañar a su papá”, relató Alejandro Vautier, el coordinador que se rota con los profesores para acudir a ver al alumno, alambrado de por medio, a la frontera.

La odisea de Elías para llegar a la frontera implica movilizarse a pie desde su casa con su padre no vidente. Debe llegar al río entre las 10 y las 12 porque es el único horario en que un balsero cruza de un lado a otro el curso de agua. Esta tarea la encomendó el gobierno de Chile luego de que años atrás un fuerte temporal derribara el único puente peatonal que existía en esa zona y dejara a decenas de pobladores prácticamente aislados.

El CET 35 tiene en sus planes la cría de animales y la producción de semillas y alimentos. Foto: Chino Leiva

Una antena de internet satelital en su casa le facilita el resto de la vinculación con los profesores. El contacto con Elías es tan fluido que muchas veces le plantea a los docentes problemas cotidianos con los que se encuentra en su campo. Por caso, en el encuentro, realizado semanas atrás, los docentes le llevaron mangueras y otros insumos para que pueda sistematizar el sistema de riego de su huerta que hasta el momento hacía de manera manual.

Elías, los docentes y sus compañeros esperan que el próximo año se normalice la libre circulación entre Argentina y Chile para que puedan encontrarse en el aula. La idea es que el adolescente viva de lunes a viernes en la casa de algún familiar, que reside en el lado argentino, para que pueda asistir a la escuela y los fines de semana regresar con su papá.

Desde la escuela estamos acompañando el proceso educativo de Elías y también ayudándolo a sistematizar los trabajos en su chacra para que cuando esté en la escuela de lunes a viernes a su padre le sea más sencillo el trabajo del campo”, señaló Vautier, el veterinario que desde hace 15 años transita la docencia con mucha entrega.

Datos

4.000
Habitantes suman los parajes El Foyel, Río Villegas y El Manso, de donde provienen los alumnos para la única escuela secundaria presencial de la región.
30
Kilómetros separan la Escuela Hogar 213, donde funciona el CET 35, en El Manso Medio, del paso fronterizo entre Argentina y Chile, donde los profesores se encuentran con Elías Delgado.

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