La guardia de Neuquén con 7 horas de espera: «La gente de la marcha va pidiendo perdón»
Lo contó Adelaida Goldman, la directora asociada del hospital de mayor complejidad de la provincia. Consideró que las restricciones se tomaron tarde y que le explicaron que "no fueron lo suficientemente alertados del colapso sanitario".
La médica afirmó que han atendido a pacientes que estuvieron en marchas anticuarentena, que les piden perdón. (Archivo Gentileza Darío Irigaray).-
De 45 minutos de espera se pasó a siete horas en la guardia del hospital Castro Rendón, el de mayor complejidad de Neuquén. Lo informó la directora asociada de servicios médicos, Adelaida Goldman, quien también contó que el fin de semana atendió a pacientes que habían estado en fiestas clandestinas y que han llegado manifestantes anticuarentena que les piden perdón. Descartó calificar la situación actual de colapso porque consideró que es una «catástrofe».
Goldman detalló que los 45 de minutos de espera en la guardia se daban en los momentos pico de consumo del sistema de salud, como pleno invierno, pero ahora se trata de siete horas. Explicó que hay un «triage», o sea, una observación y asistencia por parte del servicio de enfermería, que determina la prioridad de atención, «pero con siete horas de espera es muy difícil asegurar cierta calidad».
También resaltó las dificultades para quienes son atendidos, sin lugar disponible, con 14 pacientes con coronavirus internados en la guardia. «Hay casi una nube de Covid ahí, ¿a dónde van a esperar que los operen por una apendicitis, con un trauma?», describió en charla con RTN.
Goldman analizó que no hay que poner el foco en las terapias, sino en las guardias y en la vacunación. Indicó que ella no vacunaría con base a las actividades esenciales, sino a quienes tienen mayor riesgo de morir. Puntualizó en la importancia de que se vacunen personas con factores de riesgo, sobre todo, con sobrepeso u obesidad porque son el «90% de las intubadas o que mueren»
Además, la médica le pidió a la población que solamente salga para lo indispensable. Dio como ejemplo a quienes siguen practicando deportes, a pesar de que nadie podría atenderlos si sufren una lesión. Criticó duramente a los padres que marcharon en reclamo de la presencialidad de las clases y los mandó a «hablar con sus hijos».
Contó que el fin de semana atendió pacientes que sufrieron traumas y se intoxicaron en fiestas clandestinas. «Yo he visto gente de fotos de la marcha pidiendo perdón, nos ha pasado de gente que era anticuarentena que después nos llama por privado contándonos que nadie los sigue o exigiéndonos el certificado la vacuna», cuestionó.
Finalmente, Goldman criticó la demora para aplicar las restricciones, aunque aclaró que le explicaron que no estaba dado el momento social y que «no fueron lo suficientemente alertados del colapso sanitario».
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