La lluvia aplacó las llamas, pero el incendio ya destruyó 5 mil hectáreas al sur de Bariloche

Las precipitaciones que cayeron la noche del miércoles evitaron que las columnas avanzaran, pero el fuego sigue activo en la zona de los lagos Martin y Steffen. La gobernadora Carreras estuvo hoy jueves en la población Río Villegas.

La lluvia que cayó la noche del miércoles evitó parcialmente que el incendio forestal cruzara la ruta nacional 40 y además que avanzara hacia la población Río Villegas. Sin embargo, el agua caída no fue suficiente para aplacar la furia del fuego que seguía activo este jueves.

Las columnas se humo se elevaban hacia el cielo esta tarde y el fuego descendía por los valles escarpados a paso lento, pero firme. Turistas se detenían en el Cañadón de la Mosca (un tramo serpenteante de la ruta 40 entre Bariloche y El Bolsón) para observar y fotografiar los focos secundarios que irrumpían entre los cipreses y pinos que crujían por el fuego.

La gobernadora Arabela Carreras estuvo este sábado en Río Villegas, con una nutrida comitiva de funcionarios, para tomar conocimiento en el terreno de la situación. Allí, dialogó por unos minutos con la prensa, mientras el fuego estaba a menos de 2 kilómetros del poblado, donde se había desplegado un grupo numeroso de brigadistas del Splif y dotaciones de bomberos voluntarios de varias localidades rionegrinas para resguardar la zona. En esa zona estuvo el miércoles el ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, con su propia comitiva y su delegación de periodistas oficiales.

La gobernadora Arabela Carrera estuvo en la población Río Villegas para conocer en el terreno la situación. (foto Chino Leiva)

El responsable del Splif, Marcelo Rey, informó, junto a la gobernadora, que la superficie afectada por el incendio forestal alcanzaba alrededor de 5.000 hectáreas. Y destacó que se trabaja con pobladores de la zona.

Los primeros focos se observaron el 7 de diciembre a pocos metros del lago Martín, tras una tormenta eléctrica. Pobladores aseguran que entonces eran dos o tres columnas débiles. Nadie imaginó por esos días que se convertiría en el incendio forestal más imponente de las décadas últimas.

El fuego avanzaba despacio sobre las laderas escarpadas de los cerros, en la zona del Cañadón de la Mosca, en un tramo de la ruta nacional 40. (foto Chino Leiva)

Días después, las llamas avanzaron por los valles hasta el lago Steffen y llegaron hasta la cumbre del cerro Santa Elena. El fuego ya era incontrolable. Pobladores de la zona critican a los responsables de Parques Nacionales porque no atacaron a tiempo el incendio para contenerlo. Funcionarios de ese organismo explican que era un terreno de muy difícil acceso, que había que preservar la seguridad de los brigadistas. También, que las aeronaves no pueden volar en condiciones difíciles, como cuando hay demasiado humo.

“Esta es una nueva evidencia de los efectos del cambio climático y el calentamiento global”, sostuvo Carreras y recordó que hace 110 años que no se registraba un incendio de estas características en esa zona. Y destacó el trabajo que se ha hecho junto a pobladores.

Se trabajó durante este sábado desde el aire en la zona del incendio forestal. (Foto Chino Leiva)

“Lo llamativo es que esto está ocurriendo en diciembre, cuando todavía no estamos en el extremo de la estación seca, ni en el extremo de calor por tanto es preocupante. Vamos a trabajar muchísimo en la prevención”, sostuvo.

– Gobernadora, algunos pobladores comentan que el 7 de diciembre había un foco mínimo, ¿por qué se demoró tanto en atacarlo y generar toda esta devastación que ya son casi 5 mil las hectáreas afectadas?- preguntó RÍO NEGRO.

– Si ese es un tema puntual, técnico, del momento de inicio y se han dado múltiples explicaciones. Nosotros en la medida que nos tocó intervenir lo hemos hecho, muy organizadamente y en perfecta coordinación. Recordemos que son temas muy sensibles y muy técnicos; por lo tanto, es importante que el Plan Nacional de Manejo del Fuego coordine el accionar de los distintos efectivos.

La gobernadora Carreras dialogó con la prensa, mientras algunos pobladores la escuchaban. (foto Chino Leiva)

Pero, ¿usted cree que se atacó tarde? ¿Cree que si se hubiera actuado de manera temprana hoy no habría 5.000 hectáreas afectadas?

– Me parece que hay una cuestión técnica que te la responde después el personal (de Parques). Me parece que lo importante aquí es la coordinación que podamos llevar adelante y el compromiso y la presencia que estamos teniendo siempre. También, tenemos que entender que hay eventos que escalan mucho más de lo que estamos acostumbrados.

¿Usted cree que Nación mandó todos los recursos necesarios?

– Esta mañana tuve ocasión de conversar con el ministro Cabandié y lo cierto es que están haciendo los mejores esfuerzos, distribuyendo los recursos existentes en los distintos escenarios de conflicto. Piense usted que mientras estaba desarrollándose el incendio en este lugar, el Splif también estaba ayudando a combatir en Lago Puelo otro incendio que, afortunadamente, se pudo contener. Obviamente, todos quisiéramos tener más y que los recursos vinieran exclusivamente al lugar donde uno está, pero me parece que hay que comprender que hay una mirada global y hay una situación general.

Brigadistas en un breve descanso tras una ardua jornada de trabajo. (Foto Chino Leiva)

Cuál es su mensaje para aquellos pobladores que por las redes sociales dicen que se sienten abandonados o que al incendio lo han dejado abandonado.

– Bueno son percepciones respetables. Nosotros estamos presentes desde el primer día y mi presencia aquí es solamente una presencia más, porque en realidad el equipo de la Provincia con sus combatientes, con el director de Protección Civil y con la Policía, con los bomberos a los cuales acompañamos con recursos durante todo el año, y después con los ministros y ministras del Estado provincial hemos estado siempre presentes monitoreando a la distancia cuando no hemos podido estar físicamente. Así que es comprensible la zozobra y el malestar y la angustia cuando uno ve avanzar las llamas, no solo por el daño ambiental que se está produciendo, sino fundamentalmente por el riesgo a la propiedad, a lo que uno ha luchado toda una vida para construir. Así que tenemos que admitir todas estas sensaciones, trabajar con ellas y, fundamentalmente, garantizar la seguridad de las personas.


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