La mítica Bombonera, «el estadio que se mueve», cumple mañana 80 años de historia

Un 25 de mayo de 1940 se inauguró en el barrio de La Boca, uno de los templos más sagrados que tiene el fútbol mundial. La Bombonera es la casa de Boca, el estadio que se mueve, que late, cumple mañana 80 años de historia donde han pasado los jugadores más notables del país y de todo el universo futbolero.

«No pasa en ningún lugar, no es normal. Yo tuve la suerte de jugar en todos los estadios y es el único que se mueve», dijo alguna vez Juan Román Riquelme, uno de los máximos ídolos xeneizes y actual vicepresidente segundo del club. El primer partido oficial que se jugó en el estadio fue el 12 de junio cuando el dueño de la flamante casa se impuso por 2-0 a Newell’s con goles de Ricardo Alarcón y del recordado delantero Bernardo ‘Nano’ Gandulla.

Cuenta la historia que su hoy famoso nombre fue adoptado luego de que la mujer del autor del proyecto del estadio, el arquitecto Viktor Sulcic, recibiera una caja de bombones muy similar al diseño del estadio. Ahi nacería el mito de La Bombonera, que tiene actualmente una capacidad de 54.000 espectadores.

A 80 años de la inauguración de la cancha de Brandsen y Del Valle Iberlucea, Roberto Mouzo, el recio zaguero surgido de la cantera del club que tiene el récord de cantidad de partidos vistiendo la camiseta azul y oro, recordó: «Iba a la cancha con mi abuelo, que vivía a una cuadra. Veíamos tercera, reserva y primera. Yo era de Barracas pero me crié en La Boca, era mi mundo. La Bombonera fue mi segundo hogar, mi casa futbolística, el templo donde me hice futbolista».

Ganador de seis títulos con Boca y con 426 partidos en la primera de Boca, Mouzo recordó al equipo campeón de 1981, que lo tenía como capitán pero como líder futbolístico a Diego Maradona. «Era distinto al que dirigía el ‘Toto’ Lorenzo porque tenía más juego. Los mejores partidos lo jugamos en la cancha de Boca. El día del 3 a 0 a River fue increíble. El tercero de Diego se movía todo. Llovía y los hinchas de Boca eran un espectáculo. También recuerdo aquel gol de (Omar) Perotti ante Ferro, el de la avalancha en la tribuna de socios, debajo de ‘La 12’. Parecía que se venían encima nuestro. Fue terrible es una imagen que nunca se me olvidó».

El 20 de abril de 1986 tuvo su primer nombre oficial: Camilo Cichero, en honor al presidente que comenzó las obras del estadio. Pero a fines del 2000, se lo cambió por el nombre de Albero J. Armando, historico mandamás del club en los años 1954 a 1955 y de 1960 a 1980.


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