La nueva tranquera de los ingleses a orillas de las vías
Es un predio de dos hectáreas y media donde funcionó una fábrica de premoldeados desde los 70. Hace diez años se trasladó y el lugar permanece abandonado con acumulaición de basura e inseguridad para dos barrios.
El predio de una fábrica de premoldeados quedó reducido a escombros y abandono. Ubicado en medio de los barrios Cumelén y Bouquet Roldán es un foco de conflicto por la acumulación de basura y la inseguridad para un sector que lo rodeó con urbanización. Hace 43 años, era un páramo.
Hoy el terreno de dos hectáreas y media tiene dos lotes grandes que tienen dueño, de los 22 que originalmente se iba a dividir. El terreno está cercado parcialmente, sin iluminación, lleno de escombros y con acumulación de basura.
Cuando Cimalco estaba en funcionamiento, con su actividad meramente industrial para la construcción de premoldeados y postes de hormigón provocaba el vuelo de polvillo de cemento. Ese polvillo se esparcía por el barrio provocando problemas de alergia en los vecinos.
“Había mucha contaminación sonora, los vecinos tenían que vivir con algodón en los oídos por el tremendo ruido y las vibraciones provocaba que se rajen las casas del frente”, explicó Susana Gutiérrez.
Los vecinos del barrio Cumelén juntaron firmas para que la empresa se vaya, lo que nunca imaginarían es que dejarían toda la construcción como estaba.
El predio en el que se instaló una fábrica en los 60 quedó desocupado. La urbanización creció alrededor y el sector es blanco de saqueos y quejas de vecinos que luchan por soluciones.
Cuando estaba en pleno traslado tuvieron que vaciar todos los depósitos que utilizaban. Claudia Villalba explicó: “Tenían una fosa con combustibles y un depósito de aceite para los motores, cuando levantaron la tapa habían cientos de ratones que se dispersaron por todo el terreno”.
Los postes de hormigón no fueron demolidos ni trasladados. Quedaron pilas de adoquines, arena, bloques y pretensados de hormigón.
“Como la empresa dejó todo así nomás la gente la utilizó, se comenzó a llevar adoquines, la arena y nosotros hasta utilizamos una placa de cemento para construir una rampa para discapacitados”, explicó Claudia Villalba.
El terreno contaba con dos casas, que luego del traslado de la empresa fueron usurpadas. Fueron 4 las noches que lidiaron con los ocupantes hasta que lograron que desalojen y tuvieron vigilancia policial hasta que finalmente las derrumbaron.
Los escombros de aquellas antiguas casas, sumado a las máquinas en desuso y material que dejaron en el terreno forman grandes basurales.
“Cuando Cimalco se retira al Parque Industrial, dejó acumulada basura y escombros. Cimalco lotea el terreno pero no pone los servicios. No puso iluminación ni cercó el terreno, entonces hay un problema de seguridad tremendo”, indicó Susana Gutiérrez
La ausencia de alumbradoo público sobre la calle 12 de septiembre lo convierte en un foco de inseguridad y permite una mayor acumulación de basura. Claudia Villalba indicó “La gente aprovecha que está todo oscuro y empieza a dejar su basura al lado de las vías”. Esto genera que se formen microbasurales que ante la permanencia de los residuos, los vecinos eligen seguir contaminando.
El Jardín de Infantes n°58 sufrió cuatro robos desde su construcción. Se ubica en el lateral del terreno sobre la calle Gobernador Asmar, lo único que separa al jardín es un paredón de mediana altura que no fue un impedimento para que robaran la bomba de agua y el vandalismo con el que destruyeron los caños de agua y los vidrios de sus ventanas. El terreno sin cerco y con abundante basura constituye un peligro para los alumnos del colegio 309, el jardín de infantes n°58 y para los vecinos del barrio.
“Donde antes teníamos contaminación hoy tenemos un jardín y una plaza, pero tenemos que cuidar el entorno. Lo vamos a plantear de nuevo en el municipio para una limpieza de los escombros y cercar el terreno”, concluyó Susana Gutiérrez.
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