“La Patagonia rebelde II”
Seguramente quienes han leído algo de historia argentina no pudieron abstraerse a los hechos acontecidos allá por 1920 en nuestra Patagonia y que dieron título a la película “La Patagonia rebelde”. La lucha obrera por mejoras salariales y condiciones de trabajo fueron la causa de una matanza de 1.500 hombres a manos de fuerzas policiales, parapoliciales, civiles y el Ejército argentino. Esta trágica página de nuestra historia demuestra cómo las empresas y los terratenientes pudieron llevar un reclamo obrero a la categoría de sublevación contra el orden constituido y de allí en más, y a manos del coronel Varela, al fusilamiento de los obreros involucrados. Los medios de prensa de esa época no se quedaban a atrás. “La Prensa”, “La Razón” y “La Nación” fueron los que informaron sobre el peligro anarquista que se vivía en la Patagonia y que había que acabar con este “flagelo”. Todo el poder económico de la Patagonia e intereses extranjeros se pusieron en contra de los obreros que sólo pedían justicia social y que se acabaran las 16 horas de trabajo y los magros salarios. Históricamente parece que en Argentina repetimos nuestros peores momentos, y paradójicamente hoy le toca a la megaminería. No son obreros por mejoras salariales, son ciudadanos de todos los estratos sociales, ya sean obreros, profesionales, maestros, niños, jóvenes, ancianos, todos unidos detrás de un reclamo para que se escuche la voz del pueblo en algo que nos lleva la vida a todos. Estos reclamos vienen haciéndose en todo el país desde hace años y se puede comprobar cómo el poder económico, al igual que en 1920, vuelve a involucrar a los gobiernos en la defensa de intereses que nada tienen que ver con el bien común, sino con un mal que rápidamente se extiende debajo del suelo contaminando napas de agua hasta llegar a envenenar las mismas con todo lo que ello significa para la vida humana, animal y el medioambiente todo. Los repudiables hechos acontecidos en Chubut contra familias que se manifestaban contra de la megaminería contaminante por parte de patotas y la policía misma –ya que el no evitar estos hechos de violencia los hace partícipes necesarios de la violencia ejercida contra niños, jóvenes y ancianos–, estos repudiables hechos acontecidos en Chubut comienzan a dibujar un mapa de impunidad que estas empresas están logrando en todo el país con el beneplácito de autoridades que lejos de comportarse como defensoras del pueblo que las eligió accionan como gerentes de estas megaempresas cuya única finalidad es económica. En 1920 los obreros se levantaron por las injusticias sufridas y fueron fusilados; en el 2012 no se ahorran golpes a los manifestantes de Chubut y el norte cordillerano, donde no sólo golpean sino que matan a quien se atreve a enfrentar estos proyectos. Aquí en la Patagonia esto puede transformarse en una segunda tragedia contra el pueblo, y evitar que esto suceda es obligación de todos y cada uno de los que vivimos en esta maravillosa tierra. Porque el agua no tiene precio, tiene valor, porque el medioambiente no tiene precio, tiene valor, y hasta que no se entienda la diferencia entre valor y precio habrá que seguir en esta lucha que no tiene otro objetivo que cuidar y preservar nuestra tierra para todas las generaciones venideras. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
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