La temporada alta de los artesanos en Bariloche

Ajustados de modo inevitable al ritmo de las temporadas turísticas, los artesanos y microemprendedores se preparan para aprovechar lo mejor del invierno, con la mira puesta en apuntalar sus ventas.

Las ferias permanentes renovaron sus propuestas y otros grupos de productores ya montaron sus espacios temporarios, que gestionaron con antelación para asegurarse una “vidriera” en los días más cotizados del año.

La sala Chonek, en el Centro Cívico, alberga desde este mes al grupo “Arte Sanos” y la sala municipal Gabino Tapia, de Moreno y Villegas, es el sitio asignado hasta el sábado 27 a la muestra Uniendo Tramas, de la mesa textil Bariloche.

Hay otras ferias permanentes que funcionan con globas, como la de artesanos de calle Urquiza y la de Ecosureños, también en la plaza del Centro Cívico, sobre calle San Martín. Se les suma la “histórica” feria artesanal ubicada junto al Scum de Moreno y Villegas, la casita de artesanos de Elflein y también la feria de Colonia Suiza.

En total son más de 550 los productores y artesanos de Bariloche cuya trabajo se diferencia de la elaboración industrial y que constituye un medio de vida, que muchos calificaron como “en crisis”.

Una de las propuestas es la Casita de Artesanos, que funciona como una asociación civil y tiene 18 miembros. El espacio de ventas está en una centenaria vivienda de madera que es patrimonio. Allí es posible encontrar trabajos en vitrofusión, textiles, batik, juguetes de madera, cuero, cerámica y fieltro, seleccionados con exigente criterio de calidad.

Belén Rodríguez, que participa de la Casita con su emprendimiento Fauna Fieltro, dijo que no es fácil vivir de esa actividad y los artesanos que lo hacen es “porque tienen presencia en distintas ferias y locales”, o porque combinan la venta de sus trabajos con el dictado de talleres.

Según refirió, los precios aumentaron de un año a otro pero muy por debajo de la inflación. “El títere que yo tenía a 200 en el invierno pasado ahora está 250”, graficó.

Lo mismo apuntó Gustavo Hernández, referente del proyecto Ecosureños, que agrupa a casi 200 emprendedores y tiene bocas de venta en la globa de calle San Martín, en el Refugio de Montaña en Catedral y abrirá otro más antes de fin de mes en la terminal de ómnibus.

Hernández produce relojes de madera y aseguró que los precios en un año aumentaron no más de un 15%. Dijo que la situación los lleva a “trabajar más para ganar menos”. El objetivo es vender “de la manera que se pueda, a costa de sacrificar rentabilidad”.

Señaló que la temporada de invierno se presenta complicada, porque “hay afluencia de gente, pero hasta ahora las ventas no están acorde. Es imposible eludir la realidad nacional, hay una crisis grave de consumo. Se trata de buscar alternativas”.

Hernández dijo que en Ecosureños participan 94 microproductores en la feria principal del Centro Cívico, más otros 50 en Catedral y alrededor de 40 irán al local de la terminal. “Hay además una lista de espera -afirmó-, todos los días se acerca gente que quiere ingresar”.

Economía de subsistencia

En la feria de Urquiza Virginia Carabelli (platería) dijo que la temporada de invierno es un momento clave del año, pero no como antes, que servía para hacer un “colchón” y sortear luego la baja temporada. Dijo que “ahora es más bien para pagar deudas”. Coincidió en que “se ve más gente, pero gasta poco”.

Dos miembros estables de la feria artesanal de Moreno y Villegas, Walter Benítez (orfebre) y María Secondo (pirograbado en madera) asegruraron que esperan la temporada alta (cuando arranquen las vacaciones en Buenos Aires) “con confianza y fe de que va a venir muy bien”. Dijeron que en la feria se siente la diferencia “recién cuando Bariloche explota de gente”. Algo que ocurriría recién a partir del sábado.

A pocos metros se levanta la casita de la Asociación de Amas de Casa Artesanas, donde hay tejidos, cerámica, cosméticos, textiles y papel. Son 20 socias que atienden en forma rotativa.

Otro emprendimiento asociativo pero con distinto perfil es el Colectivo de Diseño, que integran unas 25 mujeres y que mantiene su local inicial en el kilómetro 8 de Pioneros, más otro que abrió hace pocos meses en la codiciada (y cara) calle Mitre. Allí ofrecen cuidados y originales trabajos en cerámica, vitraux, bijou, encuadernación, origami, indumentaria y accesorios.

Una de las impulsoras reconoció que se trata de una apuesta audaz y que buscan potenciarla con el trabajo complementario de las integrantes del colectivo, que aportan su aptitud para las compras, para la administración, el diseño y la difusión “por redes”. Dijo que los costos son altos, pero hasta ahora lograron mantenerse. “Es nuestra primera temporada fuerte aquí en Mitre, veremos cómo resulta”, señaló.

En Colonia Suiza funciona también una feria artesanal muy reconocida, que incluye propuestas gastronómicas regionales. Allí funcionan unos 60 puestos, que suelen sumar otros 20 ó 25 en temporada. Funciona los miércoles y domingos, y a partir de la próxima semana agrega el sábado.

En la sala Chonek montó su muestra el grupo artesanos. Allí exponen y venden, entre otros, Sabrina Romero (pintura a mano) y Olga Lantieri (licores y dulces), quienes señalaron que la oportunidad es para aprovechar. Sabrina dijo que “hay mucha mano de obra muy buena en Bariloche, hay que valorarla y conocerla”.

Las ferias de producción regional y artesanal son una fuente de ingresos decisiva para numerosas familias, que esperan el invierno para multiplicar sus ingresos con el flujo turístico. El listado incluye:

Feria Ecosureños sobre calle San Martín, 94 puesteros.

Refugio de montaña en Catedral, 50.

Local en terminal de ómnibus, 40.

Feria de calle Urquiza 91 (76 estables más 15 visitantes)

Feria de Artesanos de calle Moreno, 60.

Casa de Amas de Casa, 20.

Colectivo de Diseño, 25.

Casita de los Artesanos de calle Elflein, 18.

Feria artesanal de Colonia Suiza, 80.

Muestra Arte Sanos en sala Chonek, 12.

Muestra de producción textil Uniendo Tramas, 47.