La tragedia cultural argentina

ALLEN

Cuando Urquiza entrega el triunfo de Pavón a Mitre no imaginó que les estaba dando el poder a los unitarios porteños de generar una oligarquía basada en el modelo europeo. Ellos sentían que habían nacido del lado equivocado del océano y se veían a si mismos como reflejo hereditario del modelo inglés.


Se vistieron como ellos, mandaron a sus hijos a estudiar a Francia, construyeron edificios al estilo europeo, edificaron la cultura de las pampas argentinas como siervos lejanos de la Inglaterra dominante elaborando cueros y carnes para el consumo de Londres.


La cultura unitaria desde donde se edificó la cultura argentina provenía de una baja estima por nuestras costumbre locales.
Mitre, para poder crear algún héroe local tuvo que construir en su mente el panteón de los próceres, decidiéndose por San Martín como merecedor de una partecita del orgullo nacional.


Es así que hasta hoy la oligarquía argentina le falta espíritu nacional desde su nacimiento, y cuando les toca gobernar a ellos niegan la historia nacional y sus referentes, a tal punto de borrar a nuestros próceres de los billetes y reemplazarlos por animales, o decir que Malvinas es un gasto no deseado.


Esto, aunque parezca ingenuo, pinta la desculturización que ejercen estas clase dominantes sobre la historia que nos identifica. Esta acción deliberada se asienta sobre el razonamiento de que nuestra historia no es la de Belgrano y San Martín, que ellos son la barbarie y que no merecemos recordarlos; el pensamiento de nuestros empresarios provenientes de esa clase oligárquica que diseñó el país después de Pavón, este faltante de cariño nacional; es por eso que piensan en offshore, en Miami y en Punta del Este, que cierran fábricas y desprecian a las clases media y pobre.
Cada acción tiene una consecuencia: haber llegado no solamente a despreciar la cultura argentina, sino a atacarla para destruirla, es parte de ese pensamiento generado en la creación de nuestra patria, es por eso que prefieren no lidiar con las culturas populares porque ellos tienen la propia, la europea.


Así es la tragedia de la cultura argentina. Mientras vuelvan al poder que ostentan hace 200 años viviremos estas luchas intestinas, que en la desproporción de fuerzas posiblemente siempre perderemos. Es por esto que la derecha argentina de 1860 hasta ahora desprecia los partidos populares: al radicalismo, porque se les plantó en la revolución del parque en 1890 y construyó el primer partido popular derrocado en 1930, y al peronismo porque es la contracara de sus ambiciones ideológicas.

Lorenzo Brevi
DNI 11.679.097


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios