La UCR, casi una termita para el PJ

Se reactiva la "operación seducción" que habitualmente despliega el radicalismo para captar dirigentes peronistas. A los casos de Ledo, Jáñez y otros se sumó esta semana el del ex jefe comunal de Roca, Nicolaus. Reacciones en el justicialismo, donde se explican las causas del

En capítulos, pero con firmeza.

Este es el método con el que la administración radical despliega una operación avalada desde la experiencia: captar dirigentes peronistas de segundo y tercer plano en el poder del PJ, y sumarlos al gobierno como funcionarios.

En el inicio de su gestión, Saiz captó al ex candidato a intendente de Bariloche Ricardo Ledo y sumó a la ex diputada Silvia Jáñez. Y el jueves integró al ex jefe comunal de Roca, Carlos Nicolaus. Por debajo de éstos se sabe de iniciativas tendientes a sumar más dirigentes.

En los casos ya mencionados, los tres tienen una característica: vienen de perder elecciones internas, unos, y general el otro.

Ledo, Jáñez y Nicolaus dicen mantener su identidad peronista. Y explican sus transferencias vía «el trabajar en favor de la provincia por encima de las adherencias partidarias».

Para el diputado nacional y vicepresidente del PJ Carlos Larreguy, el peronismo es tan generoso que «cada uno tiene la libertad de elegir el árbol en el que se quiere ahorcar y esto es lo que está pasando con estos 'pases' de compañeros al ra

dicalismo».

El legislador define esas transferencias como «puntuales». Y sostiene que de «ninguna manera marcan una tendencia». Luego remata:

-Subiendo a Nicolaus, el radicalismo demuestra que no puede superar el terrible síndrome de la derrota que el peronismo le infligió en las elecciones municipales… En

tonces busca «heridos» en el peronismo para intentar dañar al partido, generar fracturas que no sucederán.

Por su parte el contador Juan Kohon muta el concepto de «heridos» por el de «resentidos» para encuadrar el tema. Ex candidato a ministro de Hacienda si el PJ ganaba la elección general del 2003, Kohon dirige hoy la Agrupación Justicialista Cipolletti.

-Sucede algo muy simple: los que se suman al radicalismo son «resentidos» que como no lograron sus aspiraciones de poder a través de las urnas, buscan poder en otros horizontes. Usan la militancia como agenda de empleo -sostiene. Pero Kohon advierte que la seducción radical «no es una operación neutra».

-Estas iniciativas del radicalismo responden a una estrategia clara: armar con esos compañeros algún tipo de alianza para intentar mellar la eventual convergencia de intereses entre el PJ y Encuentro de los Rionegrinos.

Estrategia para unos, «picardía» para otros, los radicales explican la mordida de peronistas desde una ausencia terminante de intenciones aviesas.

-¡Es la transversalidad que propone el presidente Kirchner! -machaca el gobernador Miguel Saiz y en ese argumento se clava todo el gobierno.

Y sabiendo que jamás logrará convencer de que a la hora de hacer política pueda ser identificado como un «santo varón», el diputado Oscar Machado mira el tema desde una reflexión que acuñó hace años:

-¡Siempre hay un rincón del peronismo que los radicales vemos como verdaderos compañeros!-sostiene.

Siguiendo el axioma de que en política las lecturas más firmes son las que emergen de las entrelíneas, el peronista José María Córdoba quizá no conozca la reflexión de Machado. Sin embargo analiza el «operativo seducción» coincidiendo con el legislador radical.

Ultrakirchnerista y vicepresidente del Partido de la Victoria, sentencia:

-Los compañeros que se van no pierden su identidad peronista… lo hacen buscando mantenerse vigentes. Esto se debe a la falta de contención que encuentran en el PJ y a la falta de renovación de la cúpula del partido.

Pero como las transferencias de dirigentes se dan en el marco de ofrecimientos concretos de trabajo que les hace la UCR, la «operación seducción» es interpretada desde un ángulo estrictamente práctico.

-Sin negar otras razones, es la política transformada en bolsa de trabajo. Está visto que muchos compañeros no pueden desempeñarse en otro ámbito que no sea el Estado y buscan cargos políticos como una forma de subsistencia -sostiene la concejal por el PJ barilochense Silvina García Larraburu.

Una larga historia donde alguien es termita y alguien es bocado.


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