Las colectoras: revueltos y juntos

La carrera por no dejar a nadie afuera enlodó el juego legal de los partidos políticos porque los sectores internos quedan al margen de todo. En Neuquén se prevé que haya más de una docena de listas colectoras y en Plottier para 13 bancas se presentaron 29 nóminas.

No solo en las elecciones de la ciudad de Neuquén que serán el 22 de septiembre habrá una sobreoferta de listas colectoras (además de espejos si se cumple la promesa de presentarse), sino también en las de los municipios que votan ese mismo mes: Rincón de los Sauces y Plottier. En esta última hay 13 bancas en el concejo para las que hay nada menos que 29 listas. Plaza Huincul, que vota el 28 del mes próximo, tiene un abanico más acotado de candidatos fusionados aunque tiene cierto revuelto porque tiene partidos que van con un candidato que en otra ciudad van con el oponente.

“Seguir conviviendo con el elefante en la habitación no es inocuo: perjudica los derechos a hacer un voto informado y a competir en igualdad de condiciones (…) y la confianza pública en las elecciones”. María Page es investigadora del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, Cippec, analizó el polémico concepto de las colectoras y lo comparó con un elefante en la habitación, todos lo ven pero hacen que no lo ven.

En la provincia se atribuye la paternidad del elefante a Jorge Sapag, quien, tal vez, la haya incorporado como una suerte de apoyo marginal al MPN y, luego, con el resultado electoral a la vista, descubrió que era más útil de lo previsto.

Es un hecho que las listas colectoras es una trampa al solitario, como le gusta decir al intendente Horacio Quiroga. Vulneran la esencia de los partidos, los debilitan porque facilitan la presentación de candidatos por fuera de las fuerzas oficiales y el gobierno queda con un contingente legislativo que quiere discusiones paritarias hasta para votar un proyecto de declaración.

La discusión electoral en Neuquén se subió a la ola de Mauricio Macri, con la intención de ordenar la oferta electoral y presentar opciones claras a los votantes, amén de introducir el voto electrónico. Se iban a sacar las colectoras pero hubo un detalle: para que la nueva ley saliera tenían que votarla los diputados que habían ingresado… con colectoras. El artículo en el proyecto se eliminó rápidamente.

Estas listas le dieron el triunfo a Omar Gutiérrez y siempre queda la duda de si el que vota lo hace por las personas que figuran como candidatos a diputados o por el nombre de quien aspira al cargo ejecutivo. Jorge Sobisch y Rolando Figueroa son víctimas del corset partidario, se presentaron, perdieron por muy poco y en la integración de la lista no les dejaron poner ni el nombre de la mascota. El exgobernador fue por afuera y logró tres diputados.

Para lograr un concejal en la ciudad de Neuquén se necesitará, al menos, unos 18.000 votos y, obviamente, superar el 3% para ingresar en el sistema de distribución proporcional. Las espejo y las colectoras entran todas por igual en forma independiente más allá de que las primeras tengan los mismos nombres.

Si una lista no supera el techo de 5.000 votos no entra en la distribución y “son votos perdidos”, según indicó una fuente que sigue de cerca las negociaciones de la elite política. De allí que se evalúe seriamente, en esta carrera de “a ver quién tiene más colectoras”, cómo se va a gobernador después del 10 de diciembre.

La analista citada dice que habiendo partidos no se necesitan muchas reglas porque éstos se encargan de la decantación y la presentación de “los mejores” candidatos. En el país hay 637 partidos. Recomienda que para romper el círculo vicioso de conductas oportunistas se necesitaría fijar reglas claras.

La elaboración de las listas en los partidos que queda en manos de la elite saca de juego a los contrincantes internos porque aduce que si llegan a ocupar un lugar especulan. Ocurrió cuando se votó la ley del acuerdo con YPF Chevron de Loma Campana. O cuando Cambiemos apoya una ley en la Legislatura por cuestiones de estrategia y uno de los diputados radicales vota en contra.

Una cosa es la especulación y otra el oportunismo que son la excusa para no ver el elefante en la habitación.