Las leyendas reviven el vóley de Luis Beltrán

Los jugadores del logro histórico -10 años de campeonatos consecutivos en la década del 80- se unieron por whatsapp. Fue para sorprender al “Negro” Bustos, que hizo docencia y los formó en el deporte. Prometen un gran reencuentro en el gimnasio, cuando lo permita el coronavirus.

El «Negro» Bustos y Mario Bacigaluppe en los extremos. Las «leyendas» en el medio. Año 1982, en un amistoso, de locales y con rejunte de camisetas.

“Siempre se vuelve al primer amor”, canta Gardel. Y ese camino del reencuentro recorre hoy medio centenar de jugadores de vóley. Son los que formó hace años el “Negro” Bustos, en el gimnasio de Luis Beltrán.

Por el confinamiento del coronavirus, ahora juegan con otra red: el grupo de whatsapp «leyendas del voley». Lo crearon hace unos días para festejarle el cumple 75 al entrenador. Ellos rondan entre los 60 y 35 años.

La catarata de mensajes, audios, fotos, y anécdotas desopilantes no para; y amenaza con colapsar celulares. (Ver recuadro)

La mayoría ya colgó las rodilleras. Muchos viven en Beltrán y otros en ciudades de la región, lejanas o en el exterior.

Todos destacan el método de Bustos para enseñar: constancia, humildad y nada de gritos. Y cada uno muestra su orgullo por haber sido parte de un proyecto integrador, que hizo trascender a Beltrán fuera de la región. La década del ´80 es recordada por los 10 años consecutivos ganando el provincial de mayores; además de los logros de otras categorías. Las conquistas que se repitieron hasta los primeros años de los 90.


“Por el aprendí todo lo que sé. Al ´Negro´ nunca lo vi hacer un mal gesto, siempre trató de enseñarnos a todos con humildad”.

Toni Corona, ex jugador de Beltrán y técnico en España

En la década dorada los vecinos desbordaban el gimnasio cada vez que se hacía un campeonato provincial. No faltó nunca la hinchada con cantitos, bombo y las cornetas largas de plástico. Esas que molestan al rival cuando va a la línea de saque.

Decir en esos años que uno era de Beltrán, generaba casi siempre esta pregunta del interlocutor: ¿jugás al voley?.

Euforia total. Jugadores, familiares e hinchas se confunden en el festejo del primer campeonato de mayores, logrado en Cinco Saltos, año 1981.

Cuando decayó el juego masculino, fue el turno del femenino. Bettina Costanzo jugó en la etapa inicial y desde 1987 es entrenadora. Formó una generación de jugadoras notables y siguieron los títulos. Hoy Beltrán tiene 50 voleibolistas federadas y 120 chicas entrenan todo el año en todas las categorías.

El vóley arrancó aquí a mediados de la década del 70. La semilla la trajo un tucumano: el profesor de gimnasia Juan Carlos Bustos. Apuntaba a instalar un deporte que lo practicaran chicos y chicas, y que terminara con las peleas y divisiones que generaban el básquet y el fútbol .

Poco a poco se fueron formando las categorías. La llegada de la pareja de profesores, Mario Bacigaluppe y María Inés Cuadrillero, apuntaló la tarea del proyecto formativo en los equipos masculino y femenino.

La mirada era a largo plazo. Pero en tres o cuatro años aparecieron los resultados, para sorpresa de los conductores.

“Años que no me veo con ellos y ahora se mueven recuerdos. Bustos fue un docente genial. Jugábamos con alegría y pasión”.

Juan José Gaspar, jugador en los ´80 del equipo
de mayores.

Una explicación del logro rápido se explica en el esfuerzo. Todos recuerdan que hubo que sudar duro con las trepadas por las escaleras del gimnasio y los entrenamientos nocturnos. La consigna era fortalecer piernas. O los saltos en cajón. Otros traen al presente los chalecos con kilos que aún conservan y las tinturas para teñir las camisetas que desgastaban las competencias.

“El gimnasio fue nuestra casa. Ahí comenzó esta historia y puede volver a repetirse”, tiró Bustos en el grupo de whatsapp. (Ver recuadro). Y su anhelo obtuvo rápida respuesta. La idea de esta familia del vóley de Beltrán es armar un reencuentro con todos los desperdigados, en el gimnasio, con partido y almuerzo incluido.

Ahora viene lo más difícil: esperar que el coronavirus se repliegue y brinde la chance.


"Hay que apuntar a las nuevas generaciones"


Juan Carlos Bustos en su casa de Roca. Como entrenador de Beltrán no se le escapaba nada. Ahora tampoco. Mantiene el vínculo con su ex jugadores por las redes.

Esta historia de reencuentros arrancó el 20 de mayo pasado. Juan Carlos Bustos cumplió 75 años y uno a uno fueron apareciendo los jugadores perdidos. Lo saludaron con audios, mensajes al celu y testimonios en un video que le preparó su familia.

El “profe” dejó Beltrán hace tiempo y, aunque no lo dice abiertamente, esperaba el mimo. Cuenta ahora -para explicar el fenómeno de las reconexiones virtuales- que “la memoria y el recuerdo siempre buscan y nada es casual, esto tendrá un destino”.

Agregó que “estos vínculos suceden cuando parecen más inexplicables: en el marco del distanciamiento que impone el coronavirus”.


La idea de volver a juntar a las “leyendas del vóley” fue de Darío García, un armador de notable manejo. Ahora tiene la dura tarea de administrar a 50 jugadores por whatsapp.


El “Negro” disfruta volver a vivir la sensación de “tenerlos a todos juntos” pero sostiene que no hay que quedarse sólo en eso. Considera que ahora hay que ir por más. Y su apuesta hacia a las nuevas generaciones, las que siguen practicando vóley en Beltrán. “Tenemos que transmitirles toda esa energía que pusimos en los inicios, motivar desde nuestros lugares. A nosotros nos tocó hacerlo con mucho esfuerzo, hoy quizás sea de otra forma, pero creo que el cariño por Beltrán es la constante en todo esto. Y está bueno si todo esto sirve para apuntalarlo”.


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En el grupo de whatsapp siguen lloviendo los elogios para Juan Carlos.

Muchos de los jugadores lo consideran “el mejor docente” por su forma de trabajo y transmisión de conocimientos.


Anécdotas y celulares recargados


Un festival de anécdotas de viajes, partidos y recuerdos del pueblo inundan el grupo de whatsapp «Leyendas del Vóley» de Beltrán.

Los celulares están que explotan con tantos envíos.

Los “uhhh… te acordás” y “¡qué hacés querido!”, son frases repetidas.

Vuelven también los sobrenombres para los que dejaron el pueblo. Uno que voló es el “garoto” Antonio Del Grosso, integrante del primer equipo. Hoy es piloto de avión y aporta audios chistosos desde los aeropuertos, con su inconfundible portuñol.

Una de las más festejadas fue la historia de las manzanas verdes que causaron estragos en el plantel. Las comieron mientras iban en colectivo, rumbo a un nacional en Río Tercero, Córdoba.

Autos fundidos en viajes por la patagonia, “sospechosos” cortes de luz para enfriar partidos, un campeonato que se ganó tirando la moneda… Y aquella vez que jugaron un nacional en Mar del Plata sin DT, porque el “Negro” Bustos tuvo un inconveniente de último momento y se tuvo que bajar.

Un susto tremendo fue cuando el colectivo en que viajaban se quedó sin frenos en una pendiente y casi terminan en el Nahuel Huapi, en los intercolegiales de Bariloche.


Los equipos femeninos tomaron la posta


Bettina Costanzo (izq), una formadora de voleibolistas en distintas categorías; para sostener el liderazgo de Beltrán, ahora con las chicas.

El vóley femenino en Beltrán arrancó en 1976, con un equipo de mayores. Cobró fuerza en los `90, cuando los equipos de varones empiezan a declinar.

Bettina Costanzo es la entrenadora de planteles femeninos desde 1987 y gran responsable de los nuevos logros que se encadenaron en casi todas las categorías.

Muchas chicas de Beltrán fueron preseleccionadas en los últimos años para integrar selecciones nacionales.

Unas 120 chicas entrenan todo el año en el gimnasio municipal y 50 son jugadoras federadas.


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